El año pasado, la mesa de los unicornios argentinos sumó nada menos que seis sillas con la llegada de Tienda Nube, Ualá, Bitfarms, Mural, Aleph Holdings y Vercel. Y este martes, surgió uno nuevo: Technisys, que provee soluciones de banca digital a empresas y fue vendida a la estadounidense Sofi en u$s1.100 millones.
De esta forma, se frenó a una "sequía": hasta hace dos años se mantuvo la lista sin cambios con Mercado Libre, Globant, OLX y Despegar, hasta que Auth0 logró en 2019 capitalizarse por encima de los u$s1.000 millones.
Afortunadamente, todo cambió y el ecosistema emprendedor argentino nuevamente revalidó su talento. Hoy, después de Brasil, que cuenta con 22 firmas que pasaron ese umbral, la Argentina ocupa el segundo lugar en la región con la mayor cantidad de unicornios: doce. Y se sitúa delante de México, que ostenta cinco; de Chile, que posee tres; de Uruguay y Colombia, ambos con uno.
Así, el país acumula doce tecnológicas que en conjunto suman una capitalización total de u$s120.000 millones. Esta cifra astronómica del "país unicornio" equivale a:
Más allá de que estas compañías tienen su operación fuera del país y, en algunos casos, hasta se fundaron en EE.UU. (como Vercel), la pregunta es: ¿qué beneficios ofrecen a la Argentina y cómo mantener el liderazgo en la región?
Leonardo Valente, de la Comisión Directiva de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), señala a iProUP que el rol de los unicornios dentro de la economía local se divide en dos:
"También resultan ejes fundamentales del desarrollo de talento a través de múltiples iniciativas de formación en tecnología, que derrama positivamente sobre toda la industria del conocimiento", agrega el ejecutivo, quien además es fundador de Livepanel, empresa de medición de opinión pública basada en móviles e inteligencia artificial.
Según Valente, las bigtech criollas también son ejemplo y motivación del ecosistema emprendedor local, no solo como casos de éxito, sino a través de su participación activa en distintos fondos y aceleradoras de nuevos proyectos.
En sintonía con Valente, Mariano Mayer, ex secretario Nacional de Emprendedores y Pymes y fundador de Marea Venture Partners, indica a iProUP que el despliegue de este tipo de empresas es importante por su influencia en el resto de los sectores, facilitando su transformación digital, mejora de productividad, y posibilidad de alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable.
"Los unicornios son importantes también porque tienen un impacto muy grande en la creación de empleo de calidad en cualquier punto del país, el aumento de las exportaciones y generan oportunidades para que los jóvenes puedan y quieran quedarse en la Argentina para desarrollar proyectos y perseguir sus sueños", apunta Mayer, quien además es cofundador del fondo Newtopia.
Según el ejecutivo, "tan potente como eso es el efecto de las historias: los jóvenes se dan cuenta de que emprender es posible. Hoy, quien tenga una idea innovadora puede lanzarse y convertirla en realidad. Ese camino es mucho más factible cuando se genera una comunidad cada vez más fuerte", añade.
Por su parte, Juan Manuel Giner Gonzalez, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), afirma a iProUP que los unicornios son parte fundamental para lograr que la Argentina esté en el radar de unos inversores que nutren a los fondos de venture capital.
"Decir que tenemos 12 unicornios es como decir que tenemos 12 mundiales ganados. Cuando uno va a Asia, Europa o Estados Unidos, y cuenta que Argentina tiene esta cifra, llama la atención de los inversores que no están acostumbrados a apostar por Latinoamérica", expresa Giner González.
En efecto, según Giner González remarca que la creación de tantas firmas de valuación multimillonaria despierta el interés de los grandes fondos por conocer el ecosistema local y entender qué tiene de particular para ser un terreno fértil de unicornios.
"Latinoamérica significa el 1,5% del venture capital mundial y Argentina dentro de ese porcentaje representa el 10%, por lo tanto es un ecosistema pequeño pero relevante. Está bueno que los dueños del capital vean y comprendan su relevancia", remarca.
En lo que respecta a políticas que faciliten la creación y proliferación de este tipo de empresas, Valente remarca que "para mejorar la inversión en el país, el marco legal el país debe ser amigable, de manera sostenida en el tiempo y con credibilidad".
Asimismo, agrega que situaciones como la reforma de una ley aprobada por unanimidad como la de Economía del Conocimiento para quitar los beneficios en caso de doble imposición o la anulación de facto de la Ley de Emprendedores, en cuya redacción participó ASEA y que dio origen a las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), no colaboran en desarrollar este ambiente.
"Las crecientes dificultades para el ingreso de divisas también han relegado las inversiones a industrias convencionales en un esquema matriz-filial que no es el que se utiliza en emprendimientos tecnológicos o innovadores", agrega.
Por su parte, Mayer, quien también impulsó durante su gestión a la Ley de Emprendedores, asegura que cada región tiene sus desafíos y la Argentina no es la excepción.
"Más allá de cuestiones generales de competitividad (impuestos, costos laborales, burocracia y regulaciones excesivas, restricciones cambiarias), en el sector tecnológico los inversores analizan fundamentalmente el acceso al talento y el ecosistema emprendedor. Por eso es tan importante el trabajo de base con incubadoras, universidades y demás instituciones de apoyo", apunta.
Para Giner González, además, "es necesario fomentar este ecosistema para que emprender sea más fácil, barato y rápido, con políticas de mediano-largo plazo orientadas a la innovación y el capital emprendedor. Por todo ello, debe ser más ágil el sistema".
"De la misma manera que están llegando financistas internacionales a la región como nunca en la historia, también está pasando que la tecnología le permite a un emprendedor llevar a cabo su idea desde Argentina, Colombia, Uruguay o Estados Unidos", advierte el experto.
En este sentido, asegura que "es importante incentivar a los emprendedores a que se animen a jugársela desde la Argentina. Más que solucionar, lo que hay que lograr es que encuentren al país como una tierra de oportunidades y eso se logra otorgando mayores facilidades".
Por otro lado, Valente resalta que el despliegue de unicornios o emprendimientos de alto impacto –más allá de que superen los u$s1.000 millones– es fundamental para "el desarrollo de economías innovadoras y competitivas en momentos de gran consolidación en industrias convencionales, con un derrame muy positivo a actividades que quizá no puedan aportar proyección internacional pero sí son capaces de colaborar con la reducción del desempleo en sectores de menor formación".
"Es importantísimo entender que como país tenemos una ubicación apartada de las grandes rutas comerciales y productivas del mundo, y que la capacidad de proveer alimentos o minerales nos somete a condiciones asimétricas y muy cambiantes", alerta Valente.
Y concluye: "En contrapartida, los productos de la industria del conocimiento se entregan en destino en cuestión de milisegundos y potencian el mayor valor de los argentinos: el talento de sus personas, y la formación de sus casas de estudios".