Sin duda, el 2021 fue el año de los unicornios argentinos.

Tras dos años sin cambios con Mercado Libre, Globant, OLX y Despegar, Auth0 logró en 2019 capitalizarse por encima de los u$s1.000 millones. En 2021 (y en menos de dos meses), el selecto club sumó nuevos integrantes: Tienda Nube, Ualá, Bitfarms, Mural, Aleph Holdings y Vercel.

La explosión ocurrió pese a políticas del Gobierno que sumaron dificultades en una rama de actividad clave, capaz de exportar más de u$s6.000 millones al año, similar a la industria automotriz.

En efecto, luego de idas y vueltas, la Ley de Economía del Conocimiento finalmente entró en vigencia. Tampoco convenció del todo al sector y llegaron varios reclamos al Ministerio de Desarrollo Productivo para que se ajuste la reglamentación.

 

Juan Magadan, socio de PwC Argentina, explica a iProUP que la Resolución 833/2021 "vino a cubrir falencias que afectan en especial al software y exportación de servicios profesionales".

No obstante, advierte que "las compañías siguen teniendo trabas para inscribirse, ya que deben demostrar una inversión en capacitación equivalente al 5% de la masa salarial pero sin incluir en esa cifra las remuneraciones de los empleados que ya fueron capacitados, lo que representa un monto enorme".

En un escenario ambivalente, con políticas de promoción pero también con ajustes que no ayudan al desarrollo, la industria del conocimiento sigue generando unicornios. Y se espera que surjan más en 2022.

La importancia de los unicornios

Como si se tratara de guiño a una de las pasiones más fuertes de los argentinos, el ecosistema local formó su "selección nacional": 11 tecnológicas que, en conjunto, suman una capitalización de u$s120.000 millones. Esta cifra astronómica del "país unicornio" equivale a:

Leonardo Valente, de la Comisión Directiva de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), señala a iProUP que las billion companies albicelestes aportan valor en varios pilares clave:

Valente, quien además es fundador de la firma de medición de opinión pública Livepanel, basada en móviles e inteligencia artificial, afirma que las bigtech criollas también son ejemplo y motivación del ecosistema emprendedor local, no solo como casos de éxito, sino a través de su participación activa en distintos fondos y aceleradoras de nuevos proyectos.

Los unicornios no sólo emplean a personal altamente calificado, sino que forman profesionales que luego aprovecha el ecosistema

En sintonía con Valente, Mariano Mayer, ex secretario Nacional de Emprendedores y Pymes y fundador de Marea Venture Partners, indica a iProUP que el despliegue de este tipo de empresas es clave  por su influencia en el resto de los sectores, facilitando su transformación digital, mejorar su productividad y objetivos de desarrollo sustentable.

"Los unicornios son importantes también porque tienen un impacto muy grande en la creación de empleo de calidad en cualquier punto del país, el aumento de las exportaciones y generan oportunidades para que los jóvenes puedan y quieran quedarse en Argentina para desarrollar proyectos y perseguir sus sueños", apunta Mayer, quien además es cofundador del fondo Newtopia.

Según el ejecutivo, "tan potente como eso es el efecto de las historias: los jóvenes se dan cuenta de que emprender es posible. Hoy, quien tenga una idea innovadora puede lanzarse y convertirla en realidad. Ese camino es mucho más factible cuando se genera una comunidad cada vez más fuerte".

Juan Manuel Giner Gonzalez, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), afirma a iProUP que los unicornios son parte fundamental para lograr que la Argentina esté en el radar de unos inversores que nutren a los fondos de venture capital.

"Decir que tenemos 11 unicornios es como decir que tenemos 11 mundiales ganados. Cuando uno va a Asia, Europa o Estados Unidos y cuenta que Argentina tiene esta cifra, llama la atención de los inversores que no están acostumbrados a apostar por Latinoamérica", expresa Giner González.

En efecto, según Giner González remarca que la creación de tantas firmas de valuación multimillonaria despierta el interés de los grandes fondos por conocer el ecosistema local y entender qué tiene de particular para ser un terreno fértil de unicornios.

"Latinoamérica significa el 1,5% del venture capital mundial y Argentina dentro de ese porcentaje representa el 10%, por lo tanto es un ecosistema pequeño pero relevante. Está bueno que los dueños del capital vean y comprendan esa relevancia", remarca.

Contra viento y marea

Mayer señala que en el país hay un "cambio de mentalidad" sobre el rol de las startups. "Argentina y Latinoamérica tienen muchos desafíos en el tema que se te ocurra: trabajo, salud, lo que sea. Y parece que los emprendedores le perdieron el miedo a encarar estos problemas", remarca el experto.

En su visión, "existe consenso en el arco político sobre la importancia de la Economía del Conocimiento. Un hito fue la Ley de Software que, con variantes, fue implementada por muchos gobiernos. Tuvo un impacto claro esa política pública. A veces, se lo presenta como un ecosistema enfrentado con otros, pero no es así. Este sector mejora la transformación de los otros sectores".

Por su parte, María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina, remarca a iProUP que en el último año las exportaciones de servicios basados en el conocimiento alcanzaron el récord histórico de participación en el comercio mundial.

La brecha cambiaria fomenta la fuga de talento y de empresas según los expertos

Sin embargo, la ejecutiva lamenta que la Argentina aproveche marginalmente este escenario, ya que el crecimiento de la brecha cambiaria compromete la capacidad competitiva de exportadores y la disponibilidad de expertos en las áreas del conocimiento. Según Bearzi, esto genera dos "fugas" significativas:

¿Qué falta?

La directora de Endeavor remarca que se debe trabajar para concientizar sobre el impacto que tienen las empresas de la Economía del Conocimiento, en tanto crean puestos de trabajo calificado y representan una fuente de ingresos de divisas para el país.

"El sector emplea a unas 435.000 personas y tiene la capacidad de repercutir positivamente en muchos otros, como construcción, textil, alimenticio, automotor, comercio y agro. Incluso, las empresas tradicionales hoy necesitan de esta industria para seguir siendo competitivas en el mercado", apunta.

La ejecutiva resalta que "es importante que quienes legislan comprendan el fenómeno en todas sus dimensiones y la oportunidad que representa para el desarrollo. Existe el deber como argentinos de generar las condiciones para que los emprendedores, las empresas y el talento quieran quedarse y apostar por el país".

"En una nación con 50% de desempleo formal, hay 15.000 vacantes disponibles para cubrir en empresas de software y compañías de otros rubros que buscan talento con perfil tecnológico. Hoy, las soluciones en gran parte están viniendo del sector privado", explica.

Por último, se debe comprender que la competitividad se puede planificar, crear y desarrollar con una mirada en el largo plazo.

"Nuestro país tiene una oportunidad única en la industria del conocimiento para incrementar las exportaciones, fomentar la creación de empleo de calidad, generar divisas y aprovechar el talento y la capacidad de innovación que nos caracteriza. En definitiva, de darle a la Argentina una perspectiva de crecimiento sostenible", concluye Bearzi.

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