La fuga de argentinos y su dinero a Uruguay tuvo un paréntesis con el cierre de las fronteras en los últimos meses, cuando al país vecino se le complicó el manejo de la pandemia y tras un boom de familias albicelestes que fijaron domicilio en tierras orientales.

Tal como informó iProUP, las autoridades migratorias uruguayas atendían antes del coronavirus unas 100 solicitudes por semana de argentinos que buscaban radicarse del otro lado del Río del a Plata, llegando a un máximo de 45 por día. Al menos 300 empresas albicelestes ya se habían instalado allí:

Pero con el estallido de la pandemia, en marzo de 2020, sólo podían ingresar los nacionales, residentes o extranjeros autorizados, bajo causales de excepción (laborales, inversión, reunificación familiar, etc.), pero con la obtención de un certificado que no resultó fácil.

El panorama está por cambiar: Uruguay vacunó a más del 70% de la población con dos dosis.

"A partir de este martes, podrán ingresar extranjeros a cumpliendo algunas condiciones, según un decreto presidencial que flexibiliza parcialmente el cierre de fronteras", indica a iProUP Mariana Pisón, titular del Departamento Inmigratorio del estudio Bergstein Abogados.

Quiénes podrán ingresar

"En esta primera etapa, sólo podrán entrar aquellos que demuestren ser titulares de uno o más inmuebles en Uruguay, directa o indirectamente, es decir, a través de una sociedad anónima, fideicomiso o similar", explica Pisón, quien añade que el beneficio incluye a su grupo familiar: cónyuges o concubinos, padres, hijos, abuelos y hermanos.

El solicitante deberá iniciar un proceso previo para acreditar la titularidad del inmueble por medio de la presentación de un certificado notarial expedido por Escribano Público uruguayo o declaración jurada suscrita por el interesado. Además, deberá cumplir con:

De esta forma, en Uruguay esperan el arribo de entre 8.000 y 10.000 familias argentinas sólo durante septiembre.

Jonás Bergstein, CEO del estudio Bergstein Abogados, señala a iProUP que "no puede decirse que el cierre de fronteras haya eliminado los proyectos de inversión, pues aún así era factible solicitar y obtener autorización para un 'ingreso de excepción', en este caso por motivos empresariales".

"Siguió habiendo inversión, porque el cierre nunca fue total. Siempre hubo una serie de excepciones. El flujo nunca cesó por completo: a quien efectiva y genuinamente venía a invertir, se le abrían las puertas", asegura.

"Sin embargo, la gestión de esa autorización involucraba un trámite administrativo que tenía sus tiempos. Ciertas iniciativas se frenaron porque muchas personas son poco proclives a seguir adelante con esos procedimientos y asumir los costos de contratar un profesional", remarca Begstein.

Y añade: "Hay proyectos en los que el interesado quiere estar presente on site, si bien técnicamente podría hacerse representar sin pisar el Uruguay. Pero el escenario más frecuente es el de querer verlo con sus propios ojos, sobre todo el sector inmobiliario".

"Al levantarse el cierre de fronteras, el flujo de inversiones se incrementará y más familias argentinas vendrán a radicarse", aventura Bergstein, quien comenta que los inmigrantes albicelestes incluso ya fundaron un colegio para sus hijos en Montevideo que abrirá el ciclo lectivo en 2022.

Cruzar el charco

Una forma jurídica muy fácil para mudar los negocios a tierras charrúas es comprar una empresa que ya esté operando. "Existen sociedades preconstituidas con objetos estándares que agilizan el proceso. Lo que se hace es nombrar el primer directorio e inscribir a los nuevos accionistas", revela a iProUP Ana Laura Ghislandi, International TaxPartner de Baker Tilly Uruguay.

"No es necesario viajar para incorporar la sociedad, ya que los documentos pueden enviarse desde cualquier parte del mundo con la debida certificación y legalización de las nuevas autoridades y accionistas. En el caso de áreas con incentivos fiscales, adicionalmente hay que diseñar un plan de inversión que se presentará en la Dirección de Zonas Francas para su aprobación", completa.

Gerardo Tasende, senior partner de GTS Uruguay, el interés de los argentinos por cruzar el Río de la Plata se basa en:

También agrega algunas de las condiciones que hacen de Uruguay un destino atractivo para los inversores:

¿Qué negocios se arman en Uruguay?

Los argentinos principalmente apuestan a las ventas de prestaciones globales, de la mano de la Economía del Conocimiento. Tasende indica que ya son más de 2.000 firmas albicelestes, algunas con menos de cinco personas. También hay casos con "más de 500 en centros de servicios o empresas globales de outsourcing, como Tata Consultancy Services, Sabre, EGS y Globant, entre otras".

"La sugerencia es desplazar un centro de actividades con personal, toma de decisiones y trabajos efectivos, solucionando aspectos económicos que podría cuestionar AFIP", advierte.

Si bien hay compañías que actúan con una entidad ubicada en un país, la mayor parte de las actividades son realizadas fuera del territorio (off shore).

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A diferencia de Argentina, que tiene un criterio de renta mundial, (grava las actividades realizadas en cualquier nación), en Uruguay únicamente lo están las desarrolladas dentro del territorio, mientras que están exentas las del exterior", recuerda Tasende.

En su visión, "esta particular situación fiscal hace muy conveniente la instalación de entidades para actividades off-shore, ya que la incidencia del Impuesto a las Rentas de Actividades Empresariales (IRAE) que es el equivalente al Impuesto a las Ganancias, sería cero".

Economía del conocimiento

"Los Centros de Servicios Compartidos (CSC) están promovidos y se considera así a todas las entidades pertenecientes a grupos multinacionales radicados en al menos 12 países, cuya actividad exclusiva sea la prestación de servicios a sus partes vinculadas", señala Tasende en relación a las firmas exentas del IRAE. Las actividades alcanzadas son las siguientes:

Estos servicios prestados desde CSC establecidos en Uruguay deben ser aprovechados exclusivamente en el exterior.

Regímenes impositivos

En el país vecino hay tres regímenes impositivos que son muy buscados por los empresarios argentinos y de otras partes del mundo, que se destacan a continuación.

1. Zonas francas

"Son áreas geográficas específicas que poseen una regulación especial: las empresas que operan dentro de ellas están exentas de impuestos en el país, siempre que el 75% de sus empleados sean ciudadanos uruguayos", afirma D'Alessandro. Aunque las firmas de servicios pueden bajarlo hasta el 50%.

Ghislandi enumera los tributos que son exonerados en las zonas francas:

"Dentro de las zonas francas se puede desarrollar cualquier tipo de actividad comercial, industrial o de servicios", precisa Ghislandi, quien añade que "hay 11 zonas francas, de las cuales tres están en Montevideo: una muy cerca del aeropuerto".

2. Empresas de trading

"En este régimen, una empresa compra y vende bienes o servicios en el extranjero y los revende en el exterior sin que ingresen a Uruguay", asegura Ghislandi. Así, a la diferencia entre el precio de venta y costo de producción se aplica un 3% para determinar la renta ficta que se gravará.

"Sobre este resultado, se aplica la alícuota del Impuesto a la Renta (25%), con lo cual la tasa efectiva es de 0,75% sobre la diferencia entre el precio de venta y el de compra", remarca.

Por su parte, a la distribución de dividendos se retiene 7% sobre la renta neta fiscal, que surge de calcular la alícuota del 3% a la diferencia entre el precios de venta y compra: solo a la parte que pagó impuestos en Uruguay abona ese 7%.

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"El pago de los servicios del exterior se encontrará sujeto a retención de Impuesto a la Renta, aplicando la tasa del 12% sobre el 5% del importe. En estos casos, ascenderá a un 0,6% sobre el ingreso obtenido desde el exterior", agrega Ghislandi.

3. Empresas de software

"Un régimen sumamente utilizado es el de las firmas de software, que ofrece una serie de ventajas comparativas respecto de varios países de Latinoamérica y es elegido por Google, Mercado Libre, Globant y Oracle, entre otras", advierte Ghislandi.

Según la especialista, "están exoneradas las rentas tanto del mercado local como del exterior según un coeficiente que mide la proporción de fuente uruguaya. Si se desarrolla un software en Uruguay con personal propio o tercerizado, el coeficiente estará más cerca del 100% y así aplicaremos ese porcentaje de exención a la renta local y del exterior", indica.

La experta advierte que también "estarán exoneradas las rentas derivadas de los servicios de desarrollo de soportes lógicos y prestaciones vinculadas en un 100% en tanto se emplee recursos humanos en número, calificación y remuneración acordes y el monto de los gastos y costos en el país supere el 50% del total".

En conclusión, las ganancias vinculadas al software ya sea producción o servicios contratados por terceros están exentas si se estructuran desde Uruguay.

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