La reconocida startup de cocinas fantasmas REEF anunció un acuerdo con las autoridades de Miami para generar más de 1.000 puestos de trabajo con el programa especial "Neighborhood Career Initiative" (NJI).

El plan presentado por la firma y las representantes locales apunta a crear trabajo para el sector bien remunerado para las comunidades desfavorecidas de la zona.

Desde REEF informaron que el plan consta en contratar a más de mil empleados en la ciudad durante los próximos tres años y entre los puestos que se buscan hay vacantes que van desde las cocinas y las operaciones hasta el desarrollo empresarial y de investigación.

Además se reveló que el sueldo de los empleados de cocina comienza en u$s20 la hora.

Cocina en casa

Qué es una "cocina fantasma"

El modelo de REEF funciona comprando espacios urbanos infrautilizados, como estacionamientos; y convirtiéndolos en lugares que albergan camiones-remolque en los que se preparan comidas.

Luego los usuarios pueden usar aplicaciones de reparto para pedir comida, sin saber necesariamente dónde se prepara.

Actualmente REEF cuenta con 4.500 cocinas fantasma en todo el mundo y recibe el apoyo de patrocinadores como SoftBank, que ahora tiene una importante presencia en Miami.

 

Reconversión

La pandemia generó un shock en la economía de todos los países alrededor del mundo. Y esto, como era de esperarse, generó la aparición de miles de historias de vida.

Juan Beltrán era el jefe de cocina en el Hotel Heritage, de Madrid, pero el mismo día que España anunciaba la entrada en vigor del estado de alarma por el coronavirus se quedó sin trabajo. "Sabía que iba para largo", cuenta ahora.

Su respuesta ante la incertidumbre fue convertir su casa en un laboratorio, una especie de cocina clandestina donde empezó a preparar pedidos para sus amigos a cambio de la voluntad para darle forma a una idea incipiente.

"O te inventabas tu trabajo o las probabilidades de que te fueras para abajo eran muy altas", recuerda.

Apenas un par de meses después la idea se materializó en su propia empresa, FoodCraft, un restaurante virtual de hamburguesas en el que los clientes solo pueden disfrutar del menú al realizar su pedido a través de internet, ya que no existe una sala donde pueda ser atendido ni se puede ir a recoger.

Solo los riders tienen acceso al mostrador del que salen los pedidos. Es lo que en estos últimos meses paso a denominarse como "cocinas ciegas" o "fantasmas", un tipo de negocio que se disparó con la pandemia.

"Es una explosión. Están saliendo muchas marcas, de aquí a un año veremos cuántas de ellas sobreviven", advierte.

Donde ahora se ubica su cocina, antes existía una tienda de jamones. Se reformó y se instalaron ocho puestos como el suyo en un espacio de 300 metros cuadrados en un local comercial en la planta baja y sótano de un edificio residencial de tres plantas.

"Respetamos a los vecinos, el ruido no es un ruido que pueda perturbar a alguien, el local está insonorizado", resalta Beltrán.

A pocos metros, Pablo Pintó amasa una pizza en otra de las cocinas. En unos pocos meses, pasó de trabajar en un restaurante con estrella Michelín, a montar su propia cocina fantasma. "Abro todos los días de la semana y puedo hacerlo sin que sea carga de trabajo muy fuerte", explica.

Te puede interesar