Estamos en un momento de "oportuncrisis", que según desde donde se mire puede ser muy positivo. Para afrontarlo y sacarle provecho, el desafío pasa por mantenerse motivadas, en un contexto tan desafiante y de tanta incertidumbre.
La sociedad toda tiene que hacer un doble esfuerzo para continuar con las actividades, sumarse a la transformación digital y, en el caso de las emprendedoras, mantener o aumentar las ventas en el mejor de los casos no suele ser sencillo. Sin embargo, este desafío de atravesar la pandemia trae aparejada la oportunidad de desarrollar mejores productos y servicios, de conectar más con las necesidades de los clientes y de aprovechar los períodos de confinamiento para capacitarse.
El reto pasa, en la mayoría de los casos, por sostener lo que ya se venía llevando a cabo, como les sucede a las emprendedoras que realizaban la mayor parte sus ventas de forma presencial y que estaban incursionando en el eCommerce y la venta en redes sociales desde hace algún tiempo no muy lejano.
Hoy se tuvieron que subir a la ola de la transformación digital para continuar con las ventas en un contexto donde la inmediatez de respuesta se volvió crucial para mantener la clientela.
Otro reto importante es enfrentar los miedos en relación a la tecnología. Ante la necesidad, muchas de las emprendedoras encontraron la forma de capacitarse, aprovechando la multiplicidad de webinars y recursos online que los profesionales, las empresas y las organizaciones en este contexto de la pandemia ofrecen de forma gratuita o a precios muy accesibles.
La transformación de los emprendimientos a través del uso de las redes sociales y de los canales de venta online ya existían y se avizoraba un uso cada vez más acelerado de la tecnología en los procesos de compra, venta y de la logística propia del negocio, este contexto no hizo más que acelerar esa transformación.
Hoy el mercado es altamente competitivo y para poder encontrar aquello que te diferencie en el rubro hay que ver mucho, hay que experimentar, probar, comprar y pensar principalmente qué necesita tu cliente para poder entregarle valor, no solamente productos y servicios.
Si el emprendedor/a no tiene en claro por dónde comenzar una buena idea es hacer un check list de todo aquello que sabés y te gusta hacer, también de aquellas actividades que se relacionan con la acción de emprender en las cuáles tenés experiencia, es muy importante identificar fortalezas. Todos tenemos algún hobby que puede convertirse en un negocio o una pasión que estaba dormida y que hoy en tiempos de crisis puede convertirse en la alternativa para tener un ingreso extra y que tal vez con el tiempo se convierta en la actividad principal que permita generar los ingresos necesarios para poder vivir de ello.
Cómo primer paso, para aprovechar oportunidades para emprender o abrir nuevos negocios sugiero que el emprendedor o emprendedora se ponga en contacto con el ecosistema emprendedor de su ciudad a través de la suscripción a los newsletters de las organizaciones de la sociedad civil y de las dependencias de gobierno que brindan información, webinars y recursos para desarrollar negocios desde cero.
Una alternativa interesante es seguir en las redes sociales a emprendedores que ya tengan sus negocios consolidados, siempre es importante tener modelos de referencia en el rubro que sea de interés. Así se puede obtener información relevante para el desarrollo del emprendimiento, observando nuevas ideas y entendiendo las nuevas tendencias del mercado que son llevadas adelante por otros emprendedores que comenzaron antes. No se trata de copiar sino de aprender.
En los momentos de crisis las mujeres emprenden más, ya sea por necesidad para tener otro ingreso complementario o también en el caso de las que se han quedado sin trabajo o por oportunidad, aprovechando para invertir en el desarrollo de un nuevo negocio en un contexto en donde hay oportunidades para emprender. Hoy están desarrollándose nuevos emprendimientos en el rubro de servicios, más profesionales se animaron a la tecnología y están potenciando sus negocios.
Potenciar el desarrollo de emprendimientos liderados por mujeres es un desafío para mí a nivel personal y dentro de WED como organización, que apoya el desarrollo de negocios liderados por mujeres. Según las últimas estadísticas previas a este año, la Tasa de la Actividad Emprendedora arrojaba que las mujeres emprendedoras representaban un 40% de la actividad en nuestro país.
Hoy considero que debe ser aún mayor y que seguirá creciendo. Estoy convencida que la única manera que tenemos hoy de potenciar el crecimiento de los negocios de las mujeres es a partir de la capacitación, el desarrollo de espacios de intercambio para conocer a nuevas personas en diferentes estadíos del emprendimiento para conocer experiencias y tomar contacto con la realidad del mercado local, también para encontrar motivaciones comunes.
Hoy, la capacitación en este sentido tiene que estar orientada a la innovación, a las herramientas digitales y al comercio online, siempre guiando el proceso para la creación de empresas que tengan en claro su propósito y el impacto no solamente económico sino también social y ambiental. Los negocios cambiaron porque cambió la sociedad y para potenciar a las emprendedoras no podemos desconocer el contexto, es un muy buen momento para reinventarse y reinventar los negocios.
Unos de los grandes retos del 2020 en mi nuevo rol como Presidente Global de las Embajadoras WED en más de 144 países será el de apoyar a más emprendedoras a través de la capacitación a nivel global, para que las que están emprendiendo continúen haciéndolo encontrando las herramientas necesarias para crecer y mantenerse dentro del mercado, mientras están cambiando las reglas del juego.
Y para las que aún no emprenden puedan conocer cómo hacerlo, que tengan la posibilidad de contar con herramientas de forma gratuita para acceder a la información, a las redes de contacto. Es muy importante que como sociedad desarrollemos espacios para promover la autonomía económica de las mujeres. Es la clave para elevar el nivel de vida de las mismas y de sus comunidades, y también en muchos casos para alejarlas de contextos de violencia. Emprender implica tomar riesgos, es un proceso de aprendizaje, de empoderamiento y de liderazgo.
María Cecilia Ribecco es Global Ambassadors Chair at WED