Este viernes 30 de septiembre termina el programa del "dólar soja", que valúa al complejo sojero a $200 por divisa en operaciones de venta hacia el exterior.
El ministro de Economía, Sergio Massa, analizará su funcionamiento y seguramente llegue el anuncio de nuevas medidas en materia cambiaria.
Entre lo que se espera, aparece como una de las novedades el "Dólar Qatar", como se bautizó al nuevo tipo cambiario producto del ajuste al dólar tarjeta.
Ese tipo de cambio es el que se aplica a las compras en dólares con tarjeta de crédito, y equivale al oficial, más un 30% de impuesto PAIS y un 45% de adelanto de Ganancias.
A menos de dos meses del Mundial de Qatar, es posible que los consumos en el exterior con tarjeta aumenten considerablemente, lo que le trae preocupaciones al Gobierno.
El dólar tarjeta o turista, alrededor de $267, cotiza por debajo del blue, que ronda los $288, a pesar del ajuste que se hizo hace algunos meses en la alícuota de adelanto de Ganancias que se le aplica a esos gastos.
Recientemente, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) recibió un reclamo en el destino de los dólares acumulados mediante el mercado de cambios.
Desde la industria pidieron que no se usen para subsidiar el turismo o los gastos de dólares en tarjeta. Así, el Gobierno recibe aún más presión para tomar medidas.
Lo que genera dudas es justamente cuáles serán esas medidas y cómo se podrá aumentar el valor del tipo de cambio para que se desaliente su uso.
Lo que sí es prácticamente una realidad es que habrá anuncios acerca del dólar tarjeta para dar vida al "dólar Qatar", el que podría mantenerse incluso luego de que se dispute la Copa del Mundo.
El BCRA tiene que continuar con la acumulación de reservas, lo que los analistas anticipan que podría traer problemas una vez que finalice el dólar soja.
En el contexto reciente de alto déficit fiscal, el Gobierno tuvo una tendencia a inclinarse por una mayor inflación y devaluación del peso.
Hace ocho meses que el Banco Central aumenta la tasa de interés debajo de la inflación y el tipo de cambio incrementa menos de la tasa de interés y de inflación.
Además de una mayor inflación, esto genera un atraso cambiario, una suba de los dólares alternativos.
Los últimos tres meses la balanza comercial estuvo en déficit, y el flujo de dólares fue negativo en el país, lo que produce un retroceso en el stock de reservas.
Por eso, si el Gobierno no logra conseguir un ingreso verdadero de dólares desde el exterior, el peso mantendrá su proceso de devaluación y las restricciones a la importación deberán acelerarse.
Con una inflación encaminada a los tres dígitos para diciembre, los dólares alternativos se acercarían a los $400.
En caso de recibir realmente los u$s4.000 millones para aumentar las reservas, rondaría los $370 para fines de año.