Las tiendas online van a seguir evolucionando, impulsando nuevas formas de comprar y creando nuevos tipos de comercio en los que ya no participarán únicamente los humanos.

Una de las tendencias que más fuerza está adquiriendo en estos años es el llamado "a-commerce" o "automated commerce", una nueva forma de comprar en la que el cliente planifica una determinada compra y automatiza el proceso sin necesidad de participar nuevamente en él. De esta manera, los clientes programan la adquisición de productos recurrentes o que consumen de manera habitual para ahorrar tiempo.

Esta nueva tendencia da respuesta a las nuevas demandas del mercado y de los consumidores, que buscan una mayor personalización de su experiencia de cliente, mayor comodidad e inmediatez. Por ello es importante que los eCommerce pongan el foco en la automatización de los procesos de venta para permitir ofrecer productos y servicios basándose en la información que proporcionan los dispositivos inteligentes.

Las ventajas del a-commerce son varias. Para el consumidor, la principal ventaja es la comodidad de recibir el producto sin necesidad de preocuparse de comprarlo, lo cual le da más tiempo para otras actividades. 

Para el vendedor los beneficios son fundamentalmente 3:

-Conseguir aumentar el gasto promedio que hace cada cliente en la tienda.

-Conseguir más clientes que compren en la tienda.

-Hacer que los clientes compren más veces.

Al programar la compra, el cliente tiende a confiar en el proveedor que le presta este servicio casi exclusivo. Por ello, se hace mucho más sencillo el proceso y permite predecir las necesidades del cliente en función de los patrones de consumo. Es mucho más fácil fidelizar al consumidor y evitar que haga la compra en la competencia, pero ¿qué ocurre si lo que buscamos es captar nosotros esos nuevos clientes?

La automatización de la compra ayuda a eliminar la competencia dado que el cliente adquirirá el producto de forma automática en ese negocio, pero de igual forma aumentará el costo de captación de clientes ya que será mucho más complicado que cambien de marca o prueben otras opciones. Esto aumentará la competitividad y puede ser una gran desventaja para pequeños eCommerce que aún no disponen de las herramientas necesarias para competir en ese sentido.

Otra de las ventajas es la posibilidad de recopilar, medir y analizar el comportamiento del cliente y así refinar las estrategias de captación y venta. A su vez permite ultrapersonalizar la experiencia de cada usuario, ofreciendo únicamente los productos que realmente le pueden interesar y generando ventas cruzadas o complementarias.

Por último, el a-commerce permite crear procesos nuevos mucho más eficientes, y gestionar de forma muy controlada el stock de producto. Es decir, se puede tensar el stock al máximo ya que no existirán tantas compras variables, ni picos que puedan producir la rotura de stock.

La tecnología detrás del A-Commerce es el IoT, Inteligencia Artificial, Machine Learning y Big Data principalmente. Algoritmos y redes neuronales que aprenden del comportamiento y los hábitos de compra de los consumidores, para después ofrecer los productos y servicios que necesitan en el momento idóneo. Además, no sólo va a ser posible programar la compra de un producto, sino que en un futuro muy próximo serán los propios dispositivos conectados los que de forma autónoma realicen por propia iniciativa las compras.

Ya existen electrodomésticos inteligentes que predicen y responden a la demanda del cliente. Una impresora inteligente que detecta la vida útil y el nivel de tinta que se gasta según su uso, y realiza el pedido de toners cuando está a punto de agotarse. En cuanto a la logística y el transporte de los pedidos a-Commerce, será necesario aumentar el potencial de los sistemas de gestión logística integrados en los eCommerce.

En la actualidad, estos programas informáticos organizan el inventario y el stock, ordenan automáticamente los productos en ubicaciones caóticas e incluso, predicen la demanda y las rutas más óptimas para que el envío llegue en el menor tiempo posible y con la mayor eficiencia. También es posible utilizar la tecnología para crear nuevos servicios de entrega y ultrapersonalización para mejorar la satisfacción del cliente final.

Por otra parte, también están comenzando a surgir estrategias de venta focalizadas en el comportamiento computacional, más que en el comportamiento humano, para dar respuesta a futuras necesidades que están siendo creadas por el propio mercado.

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