Una nueva estafa comenzó a circular en la última semana a través de Whatsapp, con todos los condimentos necesarios para ser considerado como un verdadero "telar de la abundancia".
Esta práctica, basada en el clásico "Esquema Ponzi", resurgió con fuerza en los últimos tiempos, de la mano de la viralidad que otorgan las redes sociales, lo cual permite captar a grupos cada vez más grandes de desprevenidos.
La nueva variante de este telar muestra a una joven frente a la cámara, donde explica e intenta vender un nuevo modelo para ganar dinero.
Esta persona habla de su plan como algo totalmente nuevo relacionado con lo que ella misma denomina "economía solidaria", pero ni el esquema es nuevo ni está relacionado con la solidaridad.
Lo primero que hace la joven al empezar el vídeo es defender tajantemente que su plan no tiene nada que ver con un sistema piramidal, pero solo hace falta pensar un poco en su funcionamiento para ver que cumple cada una de las características de estos esquemas. La 'célula' se ofrece como una forma de financiación rápida en la que en unos días se recogen unos beneficios de un 800% sobre la inversión inicial.
En este caso, a diferencia de otros en los que se pedía una inversión de más de 1.000 dólares, la 'célula' que circula por las redes pide una inversión de "apenas" 33 dólares.
Un pequeño 'regalo' (ahí está una de las claves) que lleva a entrar en el círculo del esquema y que sirve para que alguien que entró antes pueda recoger sus beneficios.
El círculo está compuesto por 15 personas que ponen esos 33 dólares y cada uno va pasando fases a medida que van pasando los días. La capa superior está formada por ocho personas, que son las últimas que han puesto el dinero, en la siguiente hay cuatro personas, luego dos, y en la última una sola persona, que es la que recibe el dinero.
En el momento en que las ocho personas ponen el dinero empieza el proceso que da nombre al sistema: la división del círculo en dos como si fueran células. Al separarse, todos avanzan una capa, por lo que hay que buscar a otras ocho personas que pongan su dinero y así sucesivamente.
¿El problema principal? Que es literalmente imposible que todo el mundo que ponga su dinero cobre. Es más, según cálculos matemáticos, si el modelo funciona a la perfección y cada nuevo usuario que entra consigue añadir a otros dos, el sistema colapsaría en apenas 32 días desde el inicio.
El sistema no solo es inviable por la dificultad de conseguir tanta gente que se una (para sacar el 800% de tu inversión necesitas, según la propia estructura, que detrás de ti se unan otras 64 personas) sino que colapsaría en pocos días si todo funcionase correctamente. Al llevar tantos años circulando por la red, muchos expertos han analizado el sistema y han calculado que en unos 32 días el plan explotaría, ya que se necesitaría más gente involucrada que personas viven en todo el planeta. En total, se necesitarían 8.589.934.591 personas y la población total del mundo es de unos 7.450.000.000.
Como explicaba Javier Garduño, profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad Nacional Autónoma de México, en un artículo publicado en 2015, estos sistemas siempre dejan más perdedores que ganadores.
"Por cada ganador hay, de promedio, siete perdedores siempre", explica este profesor.
Según sus cálculos, daría igual incluso que al sistema se reintegrasen los ganadores, pues su entrada no serviría para cubrir a los usuarios que se han sumado para que ellos ganen.
"Imaginemos que el sistema completo ha alcanzado las 10 iteraciones. Esto nos daría un total de 16.376 personas que han puesto dinero, mientras que el número de ganadores con hasta la iteración anterior ascendería tan solo a 1.023. Como es obvio 1.023 ganadores no alcanzan para cubrir a los 16.376 restantes necesarios para completar la siguiente iteración. Siempre tiene que ingresar gente externa, y cada vez más", apunta.
En cuanto a la razón principal para el hundimiento del sistema, Garduño habla de un concepto clave: el crecimiento exponencial. "Ese crecimiento dominará siempre y por completo cualquier intento por minimizar sus efectos. Es imposible que no sea necesario agregar más personas de las que había anteriormente. Y, además, cada vez más (el doble o casi el doble cada vez). El sistema cae porque llega un momento en el que es imposible (no difícil ni arduo: imposible) conseguir más personas que ingresen en él", explica el experto.
El profesor acaba con una reflexión que tira por el suelo toda la argumentación de los que defienden este modelo. "Para llegar a un número de iteraciones tan modesto como 20, el sistema ya necesitaría 16.777.208 inversiones. Número que equivale casi a la cantidad de habitantes en el área metropolitana de la Ciudad de México. Y sí, para realizar una sola iteración más, se necesitaría que entrara de nuevo ese mismo número de personas. Es evidente que el sistema caerá mucho antes de llegar tan lejos".