La tecnología está transformando la forma de hacer negocios en todas las industrias. También está redefiniendo el concepto mismo del empleo, iniciando una era en la que muchas tareas humanas quedarán relegadas a los robots, al tiempo que surgirán otras basadas en la innovación.

La consultora McKinsey anticipa que en menos de dos años la división del trabajo entre personas y máquinas desplazará a 75 millones de puestos actuales, al tiempo que generará 133 millones de nuevas funciones. La tendencia crecerá 10 veces en menos de una década: entre 400 y 800 millones de personas perderán sus empleos por la robotización.

Maximiliano Schellhas, director General de Staffing de Randstad, afirma a iProUP que "uno de cada seis trabajos dejarán de existir o se van a reconvertir", si bien aclara que "se generarán otros puestos u otras necesidades que aún desconocemos y que requerirán de nuevos perfiles".

Inteligencia artificial, digitalización y robotización son algunos de los "tópicos calientes" que están desencadenando profundos cambios en todas las empresas. Sin importar su tamaño, los sectores de recursos humanos se preguntan cuál será el impacto en la organización y en las líneas de producción.

Por lo pronto, las tareas analógicas, repetitivas y mecánicas serán sustituidas por métodos innovadores y eficientes. La atención al cliente en el segmento retail se reducirá ante el avance feroz de tiendas online. Y los contact centers recortarán sus espacios a medida que los canales de comunicación digitales y chatbots se tornen más efectivos.

"En nuestro negocio, buscamos facilitarle las cosas a los candidatos, a las empresas que requieren personal y a nuestra gente, siempre apoyándonos en nuevas tecnologías, como inteligencia artificial y Big Data. Sin embargo, debe estar el toque humano", subraya Schellhas, y agrega que la clave es "dejar atrás los procesos analógicos".

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Tendencias del mercado laboral

En Randstad identifican seis puntos claves para entender los desafíos asociados a este escenario. Añade que surgirán empleos que van a requerir de habilidades diferentes y también diversos formatos laborales, pero con el "toque humano" en el centro.

"El imparable avance de la automatización y la tecnología provoca una creciente preocupación en el mundo, poniendo a la sociedad y a sus líderes frente al desafío de subirse a la ola de la innovación para impulsar el desarrollo económico inclusivo, garantizando a la vez el trabajo decente, un salario justo y una seguridad social adecuada", afirma a iProUP Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.

Estas son algunas de las conclusiones a las que Randstad llegó a partir de una extensa investigación global –llamada "Flexibility@Work 2019"– que aborda los principales retos.

"El momento de poner manos a la obra es ahora. Porque estamos frente a una verdadera revolución que combina tecnologías innovadoras con profundos cambios sociales, que ya está dando forma al nuevo contrato social vinculado al trabajo futuro", agrega Ávila.

El equipo de expertos de Randstad subraya las siguientes tendencias clave para entender los desafíos que el mercado laboral ya está proponiendo:

1.- La automatización trae nuevos empleos. Si bien la amenaza de robots y la inteligencia artificial suma temor, hay evidencia que asegura que la tecnología no sustituirá por completo a las personas. En todo caso, los empleos que se destruyan serán compensados con la creación de posiciones vinculadas con la innovación. "Pese a los miedos que genera el avance de la digitalización y la automatización, las máquinas serán un complemento de lo humano", explican desde la empresa.

2.- Se desarrollarán otro tipo de perfiles. Los nuevos trabajos requerirán destrezas novedosas y diferentes. Si bien la demanda creciente de habilidades STEM (siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y de competencias digitales se consolida, hay señales sobre un aumento en la demanda de habilidades blandas o sociales.

3.- Surgirán posiciones laborales distintas. La tecnología se combina con nuevas actitudes hacia el empleo, dando lugar a formatos que no reemplazarán por completo a los tradicionales. Más bien, dan un camino alternativo para que la fuerza laboral inactiva o informal encuentre ámbitos de desarrollo más cercanos a sus necesidades e intereses.

4.- El factor humano, central e irremplazable. El desafío para las organizaciones y para los expertos en RR.HH. es lograr que la digitalización de la economía tenga un impacto positivo en el mercado y se dé en un marco de transición beneficiosa. Esto supone adoptar la tecnología pero sin perder de vista el aspecto humano.

5.- El marco normativo deberá ser redefinido. Es imprescindible repensar el modo en que se organiza el mercado laboral y apoyar a las personas en la búsqueda de empleos decentes, que aseguren un equilibrio entre vida personal y profesional. La legislación actual no parece ser la más adecuada, ya que las posiciones que van surgiendo requieren de una mirada con otra perspectiva y de un marco regulatorio más abarcativo. 

6.- La capacitación permanente será la norma. Las nuevas herramientas, modalidades y posiciones laborales emanadas del avance de la digitalización llevan a los trabajadores a adquirir otro tipo de habilidades para mantener su empleabilidad.

Un futuro con cuotas pendientes

Estas tendencias demuestran que los tiempos para la transformación del empleo se acortan y tanto empleados como empleadores deberán adaptarse lo más rápido posible a las necesidades que planteará el mercado.

"Delante hay un futuro colaborativo, en el que las próximas generaciones no querrán estar toda la vida en la misma empresa", suma Schellhas. En este sentido, dice a iProUP que el desarrollo de habilidades "duras" (técnicas) se está trabajando de forma intensiva, pero que las "blandas" (sociales) también son muy requeridas por las compañías.

"La posibilidad de trabajar en equipo, la inteligencia emocional y la resiliencia, por nombrar algunas, son aspectos cada vez más demandados por las firmas", completa. Ante el futuro de "plataformas", Randstad está avanzando en modelos de negocios para capacitar a los candidatos en nuevas habilidades, acordes al mercado y a otras reglas de juego.

Además, desde la consultora señalan que la relación de dependencia tradicional va cediendo espacio, ya que más compañías buscan soporte por fuera de sus recursos, tercerizando o abriendo el juego a los freelancers. Si bien este modelo es cada vez más habitual, el principal desafío pasa por generar normativas que aseguren derechos fundamentales.

"Para el nuevo mundo laboral, habrá que adaptar la legislación en pos de cuidar a los empleados y pensar un marco normativo que los contenga", asegura Schellhas. Sin embargo, "van más rápido las plataformas que las leyes", por lo que el desafío es doble: acompañar el desarrollo de los trabajadores y la reglamentación.

En este sendero, se están empezando a analizar algunas alternativas de derechos básicos, junto con la OIT (Organización Internacional del Trabajo), para que las nuevas formas de empleo contengan un marco regulatorio: "Esto puede llegar a subsanar el problema histórico con los freelancers. Y ese es el lugar hacia donde estamos yendo", concluye Schellas.

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