Nvidia, el gigante de semiconductores a nivel global, anunció una inversión de u$s1.000 millones en la finlandesa Nokia, con el objetivo de liderar el desarrollo de redes móviles de sexta generación (6G) y convertir cada antena en un centro de procesamiento de inteligencia artificial (IA).
La operación implica la adquisición de 2,9% de las acciones de Nokia y marca el inicio de una alianza estratégica que busca transformar la infraestructura de telecomunicaciones en una plataforma distribuida de cómputo inteligente.
El acuerdo contempla la creación de una arquitectura denominada AI-RAN (Artificial Intelligence Radio Access Network), que permitirá que cada estación base, las torres y radiobases que hoy ofrecen cobertura móvil, se convierta en un nodo capaz de ejecutar operaciones de inteligencia artificial en tiempo real.
Esta visión, compartida por ambas compañías, anticipa un cambio de paradigma: las redes móviles dejarán de ser simples canales de transmisión para convertirse en sistemas activos de procesamiento, capaces de:
Según el comunicado conjunto, Nokia emitirá 166 millones de acciones a Nvidia a un precio de u$s6,01 por unidad, algo que provocó un fuerte repunte bursátil.
Las acciones de Nokia subieron más de 20% y alcanzaron su nivel más alto desde enero de 2016, mientras que los títulos de Nvidia también registraron una leve alza.
Pero más allá del impacto financiero, el acuerdo tiene implicancias geopolíticas: busca posicionar a Estados Unidos como líder en infraestructura de telecomunicaciones, en respuesta al avance de las tecnológicas chinas en el despliegue del 6G.
La alianza también incluye el desarrollo conjunto de una nueva plataforma de cómputo llamada Nvidia Arc Aerial RAN Computer, diseñada específicamente para redes 6G.
Este sistema permitirá integrar capacidades de IA directamente en el hardware de las antenas, facilitando la ejecución de modelos de lenguaje, análisis de video, optimización de espectro y gestión de dispositivos conectados.
T-Mobile U.S. ya confirmó su participación en los pilotos, algo que sugiere una implementación progresiva en territorio estadounidense.
Se espera que las primeras redes 6G estén operativas en 2028, y que el mercado asociado a esta tecnología supere los u$s200.000 millones de capitalización hacia 2030.