La conectividad es el campo de batalla donde las grandes compañías están apuntando sus cañones. Las automotrices ya fabrican vehículos que no sólo interactúan entre sí sino además con las señales de tránsito; los supermercados conocen a sus clientes, saben qué quieren comprar y les ofrecen promociones a medida; fabricantes de electrodomésticos logran "comunicar" desde pavas eléctricas hasta aires acondicionados; y la lista sigue.

Con el lanzamiento de las redes 5G a la vuelta de la esquina, las personas profundizarán su relación con la tecnología a niveles nunca antes vistos. Un reciente sondeo realizado por Vertiv y 451 Research brinda una clara visión del panorama empresarial acerca de la revolución "4.0": buena parte de los ejecutivos de las principales empresas del sector luce muy optimista acerca de los desafíos y planes que acompañan la llamada transformación tecnológica.

En la misma sintonía, un informe de International Data Corporation (IDC) arroja que el gasto en Internet de las Cosas (IoT) crecerá hasta los u$s1,2 billones en los próximos tres años. Pero este avance, que se viene dando a un ritmo sorprendente, tiene su "Lado B": la saturación de los sistemas tradicionales.

 

El exceso de dispositivos genera serios inconvenientes en las redes de WiFi y de celulares, que sufren problemas de seguridad y padecen la falta de ancho de banda necesaria para "bancar" semejante cantidad de equipos.

"El aumento exponencial de los dispositivos interconectados es un tema clave y sensible en materia de seguridad", explica a iProUP Sebastián Stranieri, CEO de la empresa de ciberseguridad VU Security. De un estudio realizado por la compañía se desprende que uno de cada tres encuestados asegura que el principal riesgo está asociado a la accesibilidad del dispositivo a la información sensible de los usuarios. 

En este escenario, aparece una alternativa que ha comenzado a subirse a la nueva ola de la conectividad: la Internet inalámbrica a través de la luz. O, simplemente, LiFi, siglas de Light Fidelity. 

Mucho más que luces

Con el crecimiento de la iluminación LED y su mayor presencia en hogares, edificios, empresas, negocios y hasta en estadios, la tecnología LiFi emerge como gran opción para transformar la conectividad. 

Con cada vez más dispositivos con acceso a la Web, Signify (la ex Philips Lighting) decidió conectar el mundo de los datos con el de las luminarias. Para ello lanzó Trulifi, que es el nombre comercial de su nueva gama de sistemas LiFi, que ya empezó a ser probado América Latina. ¿Cómo funciona? En lugar de utilizar señales de radio (como WiFi, 4G/5G o Bluetooth), utiliza ondas de luz para comunicaciones inalámbricas bidireccionales seguras. Incluso, a velocidades muy por encima de las provistas por la mayoría de las tecnologías "sin cables" convencionales.

En este sentido, Trulifi ofrece una conexión de banda ancha con una velocidad de 30 a 250 Mbps (según lo requiera cada aplicación), sin comprometer la calidad de la iluminación. Para conectarse, los dispositivos tienen entrada para conexión Ethernet (el cable de red tradicional) desde donde se realiza la codificación a las ondas lumínicas. 

De esta forma, la rapidez de LiFi dependerá exclusivamente de la conexión que llegue por el cable de red. A su vez, los dispositivos que reciben la señal, como laptops o tablets, necesitan un adaptador (dongle, en la jerga) que reciba dicha señal. Si se tapa, aunque sea con la mano, la cámara que recibe la emisión, la señal se corta.

"El LiFi viene a complementar al WiFi. Una de las ventajas más importantes es la seguridad, que resulta óptima para entidades financieras o gubernamentales, ya que pueden conectar dispositivos en lugares donde el WiFi normal no llega o se requiere que otro tipo de señales no entren", asegura a iProUP Germán Fiocchini, gerente de Marketing para Cono Sur de Signify.

Productos y ventajas

Los productos que funcionan gracias a esta innovación se están probando en diferentes escenarios. Gladys Gatti, directora de Marketing para Latinoamérica de Signify, indica a iProUP que esta tecnología tiene una capacidad "1.000 veces mayor" que el WiFi, en aproximadamente tres metros de alcance.

De esta forma, se recibe Internet con un ancho de banda mucho más amplio, lo que propicia la conectividad en sitios donde las redes móviles o WiFi están saturadas, como estadios de fútbol, o pueden generarse interferencias, como hospitales, aviones, bancos o entes gubernamentales. 

En concreto, esta compañía en particular avanza con dos modelos:

- El básico, que requiere de la luz encendida para transmitir los datos

- El avanzado, que utiliza una cámara que emite señales infrarrojas para conectarse, sin necesidad de encender una lámpara

Por ahora, los dispositivos necesitan conectarse por un dongle (adaptador). Si bien los equipos móviles aún no son compatibles, desde la empresa son optimistas y aseguran que este avance llegará a los celulares en breve, motorizado por las nuevas necesidades del mercado.

"Esto provocará la evolución de las cámaras de los dispositivos. No se requerirá más el accesorio receptor, ya que equipos como los smartphones directamente vendrán con esta tecnología", adelanta Gatti. 

Por su parte, Guido Di Toto, gerente general de Signify para Cono Sur, asegura: "Ya sea en espacios públicos, oficinas o cadenas de supermercados, estamos innovando con servicios que transforman lugares para potenciar la productividad de los negocios y mejoran la experiencia de las personas".

Actualmente, clientes de esta firma en Europa, América del Norte y Asia están realizando pruebas piloto con LiFi. En Latinoamérica, la firma avanza en sus primeros testeos, con la Argentina como primer territorio a conquistar.

En el resto del mundo, el LiFi ha comenzado su etapa de expansión: Atea, firma de infraestructura de TI de la región nórdica y báltica, instaló luminarias de este tipo en el lobby de su edificio para que los visitantes puedan probarlo, mientras que en Francia, Orange ya lo experimenta en sus oficinas. 

Alternativas LiFi

Por fuera de la propuesta de Signify, la compañía argentina Rojo 3D introdujo en el mercado doméstico un producto que, si bien no se trata de LiFi, aprovecha sistemas lumínicos como puntos de conexión.

Concretamente, es un dispositivo para transmitir la señal de conexión a Internet a través del cableado eléctrico hogareño, tanto WiFi como Ethernet. Así, permite dar conectividad a través de los enchufes para contar con mayor cobertura. 

"El alcance es mayor, como si fuese un expansor, pero no como un repetidor WiFi, ya que al ser a través del cableado de la red eléctrica tiene un alcance de hasta 1.200 metros", explica a iProUP Lot Kimey Durban, gerente comercial de Rojo 3D.

La firma vende unas lámparas que funcionan como repetidoras, mientras que los dispositivos (smartphones, computadoras, tablets o cualquier otro equipo que pueda recibir WiFi) reciben la señal como si tuvieran el módem al lado, sin perder la intensidad por las paredes ni la potencia de la señal. "Donde hay luz, hay Internet", agrega Durban.

La empresa comercializa un kit principal, que viene con un codificador con entrada Ethernet y enchufe para conectarlo a la pared. El dispositivo transmite la señal, la "traduce" a eléctrica y la emite por un foco LED. 

"Hoy, se buscan métodos más efectivos y limpios para mejorar la conectividad, ya que si no es buena quedás aislado. Esta innovación permite adaptar nuevos ambientes sin exceso de ondas y una señal óptima", finaliza el gerente comercial.

Con cada vez más dispositivos comunicados entre sí, las alternativas para transmitir Internet aparecen como la gran luz en el horizonte.

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