Después de años de debates internos, acuerdos estratégicos y tensiones con socios como Elon Musk, OpenAI anunció oficialmente que terminó su proceso de reestructuración.

La compañía detrás de ChatGPT dejó atrás la figura legal de "sin fines de lucro" para convertirse en una corporación con fines de lucro, aunque bajo una figura jurídica particular: una sociedad de beneficio público. La noticia fue publicada en el blog oficial de OpenAI y firmada por Bret Taylor, presidente de su junta directiva.

Allí explicaron que esta transformación implica una recapitalización que permitirá a la empresa atraer nuevas inversiones sin perder de vista su misión original: desarrollar inteligencia artificial general (AGI) de forma segura y equitativa.

La nueva estructura contempla dos entidades diferenciadas:

Este cambio también redefine la relación con Microsoft, uno de sus principales socios, con un acuerdo exclusivo que le otorgaba derechos sobre gran parte de sus desarrollos a cambio de infraestructura. Ahora, la compañía tendrá una participación del 27% en OpenAI Group PBC, valorada en unos u$s135.000 millones

Aunque reduce su participación, mantendrá acceso preferencial a los modelos y propiedad intelectual de OpenAI, lo que refuerza su posición en el mercado de la inteligencia artificial.

Por un histórico acuerdo con Microsoft, OpenAI pasará a ser una empresa con fines de lucro

OpenAI se suma al modelo híbrido que ya adoptaron Anthropic y xAI

La decisión de adoptar el modelo de sociedad de beneficio público no es casual. Esta es una figura legal que permite a las empresas generar ganancias mientras se comprometen formalmente con objetivos sociales. Es el mismo esquema que utilizan otras compañías del sector como Anthropic o xAI, una tendencia creciente entre los desarrolladores de IA.

Desde su fundación en 2015, OpenAI se propuso alcanzar la AGI (Inteligencia Artificial General) y garantizar que sus beneficios se distribuyeran de forma justa. Sin embargo, el crecimiento exponencial de sus productos y la necesidad de infraestructura tecnológica llevaron a la organización a buscar nuevas formas de financiamiento.

"OpenAI anuncia que al fin alcanzó su particular santo grial: convertirse en una empresa con ánimo de lucro", explica el comunicado. Esta reestructuración también abre la puerta a una posible salida a bolsa, lo que podría convertir a OpenAI en una de las ofertas públicas más grandes de la historia reciente.

Con una valoración estimada de u$s500.000 millones, la compañía se posiciona como uno de los actores más influyentes del ecosistema tecnológico global.

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