Los argentinos ajustan sus expectativas y buscan cobrar más. De acuerdo con el último Index del Mercado Laboral de Bumeran, el salario pretendido promedio alcanzó en septiembre los $1.798.696 por mes, lo que representa una suba del 6,16% respecto a agosto, el segundo incremento más alto del año después de enero (7,3%).

El aumento supera ampliamente a la inflación mensual del 2,1% (septiembre) por lo que los salarios pretendidos se ubicaron 4 puntos por encima del IPC, según el relevamiento de la plataforma de empleo líder en Latinoamérica.

Entre enero y septiembre, las pretensiones salariales subieron 39,88%, es decir, 17,88 puntos más que la inflación acumulada en el mismo período (22%).

En la comparación interanual, los pedidos de los trabajadores se dispararon 56,1%, también por encima de la suba general de precios (31,8%).

Fuente: Bumeran

Cuánto piden ganar según el nivel de experiencia

Las posiciones junior con mejores remuneraciones en cada sector

Los puestos junior que tienen los salarios más bajos en cada área

Fuente: Bumeran

Las posiciones semi senior y senior con la pretensión salarial más alta

Los puestos semi senior y senior con sueldos más bajos

Fuente: Bumeran

Qué dicen los expertos sobre las expectativas salariales

Consultado por iProUP en informes anteriores, el economista Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, explicó que este aumento de las pretensiones responde a una recuperación gradual del poder adquisitivo tras dos años de alta inflación:

"Venimos de una fuerte caída del poder de compra desde mediados de 2023. Ahora, con una inflación más baja, el dinero rinde un poco más y eso se refleja en las expectativas salariales", señaló.

Por su parte, Martín Kalos, director de Epyca Consultores, sostuvo que el ingreso aspiracional perdió parte de su valor simbólico: "Ganar más de un millón de pesos ya no impresiona ni garantiza estabilidad. Hoy los trabajadores miden todo en dólares, y bajo esa comparación, todos sienten que perdieron", analizó en una nota anterior de iProUP.

En tanto, el tributarista Marcos Zocaro coincidió en que el salario "millonario" dejó de generar impacto psicológico: "El número impresiona menos, y muchas veces no alcanza para cubrir las necesidades de una familia tipo", remarcó.

Expectativas altas en un mercado más estable

Según el CEO de Bumeran, Federico Barni, los datos reflejan que "las pretensiones salariales alcanzaron el segundo aumento más alto del año y la brecha de género llegó a su punto más bajo de 2025".

En un contexto de inflación contenida, los trabajadores parecen estar ajustando sus expectativas a un nuevo escenario de estabilidad, pero aún con un fuerte componente aspiracional. El objetivo es claro: recuperar poder adquisitivo y acercarse, al menos en parte, al salario "ideal" que muchos sienten que todavía está lejos de su bolsillo.

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