La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió que la mayoría de los países aún no cuentan con una base regulatoria ni ética para enfrentar el avance acelerado de la inteligencia artificial.
Es por eso que, en una conferencia, pidió a los gobiernos y a las organizaciones civiles "hacer sonar las alarmas" ante los riesgos de una adopción sin control.
"Donde el mundo está fallando más es en regulación y ética. La base ética regulatoria para la IA de nuestro futuro aún está por establecerse", afirmó Georgieva durante un encuentro con organizaciones de la sociedad civil en el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial realizadas en Washington.
Según informó Reuters, la titular del organismo multilateral expresó la "preocupación" del Fondo por la brecha creciente entre economías avanzadas y países de ingresos bajos, tanto en infraestructura como en capacidades tecnológicas, un fenómeno que amenaza con profundizar la desigualdad global.
"El FMI está bastante preocupado porque la brecha entre las economías avanzadas y los países de bajos ingresos en cuanto a la preparación para la IA está creciendo y haciendo cada vez más difícil para los países en desarrollo ponerse al día", dijo Georgieva.
La economista señaló que Estados Unidos lidera actualmente el desarrollo de la IA, seguido por China y otras economías emergentes, mientras que los países en desarrollo permanecen rezagados.
En ese contexto, instó a las naciones menos avanzadas a enfocarse en fortalecer la infraestructura digital y las habilidades laborales, dos pilares que considera esenciales para competir en la nueva era tecnológica.
Georgieva explicó que el Fondo elaboró un "índice de preparación para la IA", que evalúa el grado de avance de cada país en cuatro dimensiones: infraestructura, fuerza laboral y habilidades, innovación, y regulación y ética.
Días atrás, la titular del FMI también había alertado que las valoraciones de los mercados financieros estaban alcanzando niveles comparables a los del auge de las puntocom hace 25 años, impulsadas por las expectativas en torno a la IA. Un eventual cambio de ánimo inversor, advirtió, podría "arrastrar el crecimiento mundial", afectando de manera particular a los países más vulnerables.
Por eso, Georgieva volvió a pedir a los gobiernos de los países en desarrollo que no posterguen el debate ético y normativo. "Insto a los grupos de la sociedad civil a hacer sonar las alarmas en sus países: quedarse quieto es quedarse atrás", señaló.
El llamado del FMI se suma a una creciente preocupación internacional sobre los riesgos de la IA, entre ellos la pérdida de empleos, la manipulación de información y el uso indebido de datos.
En América Latina, los marcos regulatorios siguen en etapa de discusión, con iniciativas incipientes en Brasil, Chile y Argentina, pero aún lejos de una estructura común que aborde los desafíos éticos y económicos que plantea esta tecnología.