Japón aplicará la misma tecnología de su prototipo de abril, que combinaba cúbits superconductores y un sistema de refrigeración de precisión
06.08.2025 • 15:20hs • Liderazgo cuántico
Liderazgo cuántico
Japón se mete en la pelea por la supremacía cuántica y desafía a IBM y China
Los Estados Unidos y China llevan años invirtiendo miles de millones para consolidar su dominio en la tecnología cuántica, y ahora Japón se prepara para irrumpir con fuerza en esta competencia global.
IBM, desde EE. UU., ya exhibe su procesador Condor con 1.121 cúbits y avanza en sistemas que minimizan errores, como su plataforma Heron. Mientras que China desarrolló procesadores superconductores con más de 500 cúbits, mostrando un progreso notable.
En este escenario, Japón no quiere quedarse afuera y trazó un ambicioso plan para 2030: superar al futuro superordenador cuántico más potente de IBM, con una máquina que alcance los 250 cúbits lógicos, impulsado por el Centro RIKEN de Computación Cuántica, Fujitsu y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada.
El superordenador japonés usará cúbits superconductores combinados con un sistema de refrigeración de alta precisión, similar al que mostraron en abril, cuando presentaron un prototipo con 256 cúbits físicos.
La clave está en los cúbits lógicos que se forman combinando varios cúbits físicos y son capaces de corregir errores provocados por el ruido cuántico, lo que los hace mucho más precisos y confiables.
Alcanzar 250 cúbits lógicos posicionaría a Japón por encima del Starling de IBM, que estará operativo en 2029 y contará con 200 cúbits lógicos, superándolo en aproximadamente un 25 % en capacidad.
Así es el plan de Japón para liderar la computación cuántica y superar a IBM
Sin embargo, antes de llegar a esa meta, Japón tiene previsto un hito intermedio para 2026: construir un ordenador cuántico con 1.000 cúbits físicos.
Aunque estos son más vulnerables a errores, esta máquina servirá para avanzar en experimentación y aplicaciones prácticas, acercando al país al nivel tecnológico actual de los Estados Unidos y China.
Si todo marcha según lo previsto, hacia el final de esta década veremos un escenario completamente renovado, con tres potencias compitiendo por dominar una tecnología que promete transformar áreas tan diversas como la medicina, la ciberseguridad y la inteligencia artificial.