Muchas empresas tienen claro que mejorar la calidad de sus datos será clave para mantenerse competitivas en los próximos años. Pero, en la práctica, siguen ancladas a tecnologías del pasado que frenan su evolución.
Un nuevo informe de Strategy, empresa global especializada en inteligencia empresarial, advierte sobre este fenómeno y expone un dato revelador: el 74% de las organizaciones ubica la calidad de datos entre sus máximas prioridades en 2025.
Sin embargo, esa meta choca con una realidad compleja, ya que, según el estudio, numerosas compañías siguen dedicando una gran porción de sus presupuestos de IT -hasta un 80% en algunos casos- al mantenimiento de sistemas heredados.
Es decir, viejas infraestructuras tecnológicas que fueron útiles en otro tiempo, pero que hoy representan un freno para innovar.
"La obsolescencia de estos sistemas no es solo técnica: impacta de lleno en la competitividad y en la capacidad de adaptarse con agilidad", explica el informe.
Las consecuencias se hacen visibles en varios niveles:
- Información aislada: la falta de integración entre plataformas genera compartimentos estancos, lo que impide acceder a una visión completa del negocio.
- Datos poco confiables: estas tecnologías no están preparadas para las exigencias actuales en cuanto a volumen, velocidad y complejidad de los datos.
- Presupuestos desbalanceados: el gasto que implican deja escaso margen para invertir en nuevas herramientas o en procesos de innovación.
- Experiencia de usuario deficiente: quienes deben operar con estas herramientas enfrentan entornos lentos, poco intuitivos y más propensos a errores.
- Mayor exposición a amenazas: los sistemas antiguos no solo son más vulnerables frente a ciberataques, sino que también presentan dificultades para cumplir con normativas en constante evolución
La inteligencia artificial, la clave para innovar
En este contexto, Strategy propuso avanzar hacia soluciones basadas en inteligencia artificial (IA) y arquitecturas diseñadas directamente en la nube, que permiten romper con las limitaciones heredadas. Entre los beneficios de esta transición, el reporte destaca:
- Unificación de las fuentes de datos en un entorno común
- Reducción considerable de los costos operativos
- Capacidad de análisis reforzada mediante IA
- Seguridad optimizada con actualizaciones automáticas
- Decisiones más rápidas y mejor fundamentadas
Las organizaciones que iniciaron este camino ya vislumbran resultados concretos, como una mayor eficiencia, mejor calidad de datos y un entorno mucho más propicio para innovar.
En un escenario donde la adaptabilidad es clave, la compañía remarcó que dejar atrás los viejos sistemas no es solo una cuestión técnica, sino una "necesidad estratégica".