No hay semana, o casi día, en que la Inteligencia Artificial no sea noticia por alguna nueva implementación, un nuevo avance, o la optimización de algún proceso de negocios.

Se la encuentra en asistentes virtuales (conocidos como bots) en los sitios de las empresas, en la conducción autónoma en algunas localidades de Estados Unidos, o en un sitio de homebanking, o para mejorar la seguridad en el uso de claves.

Todo estoy más de se vio en la conferencia #ThinkArgentina que IBM organizó en Buenos Aires.

En esa línea de desarrollo, Trusteer, una de las divisiones de seguridad de IBM, mostró Rapport. Se trata de un software de seguridad que ya ofrecen en Argentina bancos como el Santander Río y el HSBC a sus clientes.

Una de las ventajas que brinda es que, al instalarlo, el sistema "aprende" la forma única en que el usuario introduce los datos de su clave (la velocidad de tecleo, la ubicación desde donde lo hace, los dispositivos que usa) para crear un perfil de logueo que es inimitable.

Vale decir que si un atacante obtiene la clave, no le va a servir para ninguna práctica fraudulenta como sustitución de identidad (phishing).

"Donde más se aplica hoy la inteligencia artificial en Argentina es en el contacto con el cliente de la empresa que decide empezar un proyecto de inteligencia artificial. La banca fue uno de los sectores que más rápido empezó a trabajar, implementando sus propias soluciones de atención en sitios, canales de WhatsApp o de Facebook Messenger", explica a La Voz Carolina Golia, Technical Architect y Artificial Intelligence Leader en IBM.

La filial de la firma estadounidense en Argentina también tiene clientes del agro que empiezan a trabajar en la clasificación de la fruta con inteligencia artificial, "un campo en el que ayuda al humano a hacer mejor o más rápido su trabajo", aclara Golia.

"La lectura de correos electrónicos para clasificarlos correctamente y que los casos que plantean tengan una mejor resolución en el sector de la salud; o en el ámbito de la educación, el entrenamiento de un asesor virtual inteligente que permita orientar a los chicos de manera lúdica para que encuentren contenidos personalizados", son otras áreas de aplicación en las que ya se trabaja con IA.

El desafío del sesgo

Más allá de la seguridad, el problema que ocupa a todo lo que roce la inteligencia artificial es la cuestión del sesgo que puede adquirir una solución.

Esto sucede a partir de "entrenarse" a la herramienta con los mismos vicios y prejuicios con los que ya cuenta el ser humano.

"Estamos trabajando con un algoritmo que detecta si hay alguna variable que se tiene en cuenta en un sistema y que podría generar un sesgo", sostiene Golia.

Por ejemplo, a partir del desarrollo de un algoritmo que precise si alguien califica o no para acceder a una determinada línea de crédito, poder advertir que la institución está otorgando mucha financiación a mayores de 30 años.

"Si eso sucediera, podría ocurrir porque los menores de 30 años no tienen capacidad de pago, o también porque el sistema no tuvo el entrenamiento suficiente ni la diversidad que permita contemplar a ese grupo etario de personas", indicó la ejecutiva de IBM.

Soluciones: transacciones digitales

"La tecnología está cambiando los negocios y desde IBM estamos dando los servicios a ello", indicó Roberto Alexander, gerente general IBM Argentina, durante la Think Argentina 2019. A través de las soluciones que brinda a sus clientes, la compañía estadounidense ofrece prestaciones en actividades tan diferentes como la seguridad bancaria, la producción agrícola y ganadera, la protección y la conservación de ballenas en el sur del país, la salud en San Luis, o la recolección y la distribución del banco de alimentos en Salta y en Jujuy, indicó La Voz.

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