La multinacional china es una pieza clave en esta tecnología de próxima generación que llegará a la Argentina de forma comercial en el verano
03.06.2019 • 10:35hs • Tecnología de punta
Tecnología de punta
Esto es lo que tenés que saber sobre la guerra del 5G y el veto a Huawei
La guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales tiene tras bambalinas una pelea mayor sobre el dominio tecnológico de la próxima generación de internet, lo que algunos han bautizado como la geopolítica del 5G.
Huawei es el actor destacado para la puesta en marcha de la infraestructura del 5G. Según los expertos el gigante chino es el único que puede asegurar llegar a los plazos que maneja la Unión Europea y por eso son vitales en el conflicto. Sin embargo se viene hablando mucho del 5G a la vez que hay cada vez más dudas sobre el estado, las promesas sobre su eficiencia, los problemas que traerá y si nuestro teléfono la soportará.
Como su nombre indica, el 5G es la quinta generación de telefonía móvil que nos permite, en teoría, velocidades de descarga de 20 gigas por segundo. Pero otra de las ventajas tiene que ver con la latencia de 1ms (tiempo de respuesta propio de la fibra óptica en el hogar), celdas que soportan hasta 100 conexiones simultáneas y mayor eficiencia energética.
Por sus características el 5G revolucionará el funcionamiento de drones, coches autónomos, industria 4.0, big data, ciudades inteligentes, etc. Sus tiempos de respuesta permitirá sustituir las videoconsolas físicas por juegos en la nube y que nuestro celular se convierta en una computadora portátil gracias a un escritorio virtual.
Como Estados Unidos no tiene ninguna empresa compitiendo en la liga del 5G, no quiere que China sea la líder de la nueva etapa con Huawei como actor clave. Los móviles son la excusa para presionar al gigante asiático desde 2011, cuando la administración Obama resolvió que ZTE y Huawei podían suponer un peligro para la seguridad norteamericana, si bien nunca se hicieron públicas las pesquisas que llevaron a esta conclusión, tal como hizo Trump ahora.
La falta de pruebas públicas es el argumento más usado por la tecnológica china, mientras hace equilibrio ante la amenaza de quedarse sin el soporte de Google a partir de septiembre. Estados Unidos presionó a sus socios para que tomen medidas similares, consiguiendo convencer hasta el momento solo a Australia y Japón ya que otros países como Alemania, Francia o el Reino Unido no han encontrado indicios de puertas traseras en los equipos asiáticos.
La tecnología 5G comenzó a ser desarrollada por Huawei en 2009. Desde la multinacional afirman que "la clave está en que pudimos ofrecer el ecosistema completo de manera muy rápida a los operadores. Estamos en más de 400 organizaciones que trabajan los estándares. Esa es una gran cantidad. Nos permite medir muy bien los tiempos de la industria. Cuando el primer estándar estuvo disponible nosotros pusimos en apenas un par de meses el primer router, como el que puedes tener en tu casa, para recibir la señal"
La principal diferencia con los competidores es que el gigante chino puede hacer equipos para toda la cadena, ya que fabrica desde los chips para smartphones, hasta routers, el core y otros elementos de la infraestructura de red. Huawei presentó más de 10.000 contribuciones técnicas a los estándares del 5G, frente a las 8.400 de Ericsson y 5.800 de Nokia. Con las patentes pasa lo mismo: 1550 en manos de la firma china y Nokia con 1427.
Este catálogo le permitió colocar en manos de los operadores el entorno para las pruebas precomerciales y los proyectos pilotos más rápido y de forma más extensa que los rivales, haciéndolo a precios imbatibles. Empresas como ZTE y la propia Huawei han sido investigadas por "dumping", es decir vender su tecnología a precios ridículos, prácticamente a pérdidas, para hacerse con el mercado. La Unión Europea dio un toque de atención a la firma en el pasado, si bien no tomó medidas como pasó en otros lugares del mundo, donde se aprobaron impuestos a los equipos chinos.
La gran duda es como se van a articular las tárifas y qué dispositivos serán compatibles. En algunos países están probando con nuevas fórmulas, como no cobrar por gigas: velocidad o latencia serán los aspectos claves a la hora de facturar.