La objetividad de la herramienta y el anonimato del usuario pueden resultar a la hora de interactuar con un chatbot de inteligencia artificial (IA).
Según un reciente estudio de Infobip, empresa de comunicaciones omnicanal, el 20% de los americanos mantuvo algún tipo de conversación de tinte romántico con algún chatbot.
Esta tendencia es especialmente prevalente entre las personas de 35 a 44 años, ya que más de 50% de los encuestados de este grupo de edad admite haber coqueteado con un chatbot.
Lucas Gómez Rios, Integrated Marketing Specialist de Infobip para Argentina, le comentó a iProUP que "el ser humano es curioso por naturaleza, por lo que las personas pueden estar abiertas a experimentar como un sistema de IA puede abordar ciertos temas como en este caso, las relaciones de pareja".
A esto se le suma el gran cambio cultural y tecnológico, como también la aceptación de la IA en la vida cotidiana.
Los resultados de la encuesta revelan que los chatbots no son sólo herramientas para recuperar información o completar tareas, sino que los usuarios los consideran cada vez más como compañeros.
Estos resultados indican una creciente aceptación y comodidad con las herramientas conversacionales basadas en IA, así como la voluntad de explorar nuevas formas de comunicación e interacción.
"Puede ayudar a generar ideas interesantes o de utilidad a la hora de iniciar una conversación", detalló el experto.
Sin embargo, "debe complementarse con la emoción del ser humano y la personalización sobre a quién va dirigido, lo que logrará que esta dupla pueda ser efectiva para la conversación".
Asimismo, resaltó que la curiosidad, soledad, confusión y sexo se convirten en las motivaciones claves. En relación con la curiosidad, el 47,2% de los participantes coquetearon con chatbots por curiosidad, queriendo explorar y experimentar las respuestas.
Además, el 23,9% confirmó sentimientos de soledad, y encontró alegría en las interacciones con los chatbots.
Por otro lado, el 16,7% admitió haber sido víctimas de un "phishing de IA", sin darse cuenta de que estaban interactuando con un chatbot. Por último, el 12,2% buscó una conversación sexual en un espacio privado.
Aunque chatear de forma inapropiada no es la norma, el 16,1% de los usuarios encuestados puso a prueba los límites.
Entre ellos, el 43% habló de actos sexuales, mientras que el 49% prefirió chatear sobre temas mundanos como la política y la guerra.
Además, el 51,7% recurrió a los chatbots para necesidades emocionales, creando una sensación de seguridad.
La desconfianza aún persiste, con un 40,7% que expresa escepticismo hacia las respuestas de los bots de IA.
Curiosamente, el 56% confirmó que confiaría más en un chatbot masculino que en uno femenino.