Rodrigo Córdoba (46) quería hacer algo más que seguir trabajando en la empresa de importación de cascos y accesorios para motociclistas. Le picó el bichito emprendedor, y decidió por completo cambiar su dinámica y objetivos de trabajo.
Fue así que vendió su parte en la empresa que había fundado con sus hermano hace más de una década y media atrás, y empezó a considerar otros rumbos.
Entonces en 2015 decidió tomarse un año sabático para disfrutar de sus cinco hijos -de entre 6 y 21 años-, y muy rápido empezó a hacer cursos de cocina.
"Tengo espíritu emprendedor y la idea tampoco era no hacer nada. Pensaba no trabajar el tiempo que se aguantara, pero siempre con la idea de hacer cosas nuevas", contó.. Así, muy rápido, la cocina de los Córdoba se convirtió en una suerte de hotel cinco estrellas, con un sesgo muy claro hacia la pastelería. "Los domingos teníamos el desayuno de un hotel cinco estrellas: había scons, apple crumble, cookies, waffles. De todo, todo casero", recuerda.
Así nació la idea de Tigoût –una simplificación de petit goût–, una empresa que desarrolló y produce una máquina que hornea productos de pastelería. Lo que Nespresso es al café, pero para la patisserie… o, al menos, es a lo que aspira. Cápsulas congeladas, que se colocan en un aparato cool y moderno y desde donde en minutos salen un volcán de chocolate o un brownie luego de unos minutos de cocción. La máquina, que se diseñó y se produce en la Argentina, estará disponible el año que viene (en 2019 ya se venderán algunos modelos).
Córdoba –que no tiene carrera de grado, pero pasó por el IAE en dos oportunidades e hizo programas de estudios sobre de PyMEs y marketing– planea vender 4.000 unidades en 2020 y 1 millón de cápsulas en el primer año y facturar u$s 4 millones.
"Nespresso vende 60.000 máquinas por año en el país y 70 millones de cápsulas. El nuestro es un cálculo conservador. Después vamos por el mundo y por otros productos. Estamos creando algo que no existe en ninguna parte; y tenemos el plus de que todo lo hacemos desde la Argentina. Me preocupa la economía, pero mucho más volver al pasado; a que las cosas no funcionen de verdad", asegura el empresario en su casa de Acassuso, el garage del proyecto.
Según relata, la idea del proyecto nació mientras estaba parado en su cocina, cocinando, mirando la mesada, vio la Nespresso, y todo cambió. Surgió la idea de una maquinita a en la que se pone algo adentro y sale un producto de pastelería. Alguien le dijo que era una locura, algo casi imposible hacer.
Pero pese a los comentarios, arrancaron en agosto de 2016, invirtiendo u$s 1 millón de su patrimonio.
Al día de hoy tiene casi el 100% de la empresa ya que no se emitieron acciones, pero ya está pensando en dos orondas de inversión, por u$s 1 millón y u$s 1,6 millones respectivamente.. Silvio Colombo, su CTO se quiso sumar y es socio. El resto del equipo está conformado por Andrea Buttafuoco, que dirige la producción de las masas; Claudio Chiaromonte, advisor e inversiones; y Andrea Gurovich, a cargo de temas de cloud e IoT. Son seis en el management y unos 20 empleados en total.
Evolucionado el proyecto, hace dos meses lanzaron una preventa de 30 máquinas, de las que ya vendieron 20, a entregar en junio. También van a presentarla en IFA, la feria de tecnología de Alemania.
Al día de hoy las máquinas se fabrican en la Argentina, pero se esta viendo la posibilidad de ampliar la producción en China, por medio de una empresa alemana que también podría distribuirla.
En 2020 calculan venderla de manera masiva, comercializando 4.000 máquinas en el primer año y 1 millón de cápsulas. Quieren llegar a las 50 millones de cápsulas por año solamente a nivel local, Planean facturar unos u$s 4 millones, sólo en Argentina, en el arranque, con una máquina que saldrá al público uno u$s 400 (subvencionada, porque el valor real es de u$s 1.000)
Por otro lado las cápsulas de venderán a $70 cada una. Son porciones individuales y un poco más grandes que la Nespresso que tiene 5 gramos; tienen 35 gramos. Se venderán en packs. Adentro hay masa, no es líquido. Se saca la tapa, tipo yogurt, y va directo a la máquina. Así entre 5 y 11 minutos se puede tener al comienzo cinco productos gourmet (ya hay 14 desarrollados): Choco fudge, de chocolate belga con nuez y cacao; Brownie; Blondi, de chocolate blanco con pistachos y coco; Scon cítrico; Cookie de avena con pasas y canela; y Volcán de dulce de leche.
Los próximos pasos son viajar a España, EEUU y México por tres semanas. La idea es ver a potenciales partners e inversores para desembarcar allí. En Madrid se van a reunir con una empresa alemana que está muy interesada.
Por suerte ven mucha curiosidad por lo que hacen, mucho más de la que tenemos en la Argentina. Al menos del sector privado, porque desde el Estado tienen apoyo de Jorge Aguado, secretario del MinCyT, y de Mariano Mayer, secretario de Emprendedores del Ministerio de Producción. También se contactan fondos, como L'Catterton, que podrían tener interés.
Para el futuro, Se imaginan como un disruptor global de la industria de los alimentos. Con un nuevo paradigma y con nuevas formas de alimentación: comer de manera saludable, sin desperdicios y con buena calidad. Hoy es pastelería, pero hay muchas otras categorías posibles para meter dentro de una cápsula, concluye Infobae.