A poco más de 600 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, donde el intenso tránsito vehicular se convierte en una odisea para los porteños, se inauguró hace pocos días la primera autopista "inteligente" del país.

Se trata de una obra de 25 kilómetros que une la ciudad de Córdoba con Carlos Paz, en la provincia mediterránea, un desarrollo que sobresale tanto por la magnitud en cuanto a la ingeniería civil, como por la tecnología incorporada.

Caminos de las Sierras, el ente estatal encargado de las obras viales en la provincia, estuvo a cargo del emprendimiento y diseño, asegura a iProUP Jorge Alvez, presidente del organismo.

El proyecto nació a partir de necesidad de mejorar los controles y la seguridad en una de las regiones más transitadas, no solo de la provincia sino del país.

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En cuanto a la urgencia de actualizar los equipos, el timming fue perfecto: "Había algo de tecnología, pero ya era obsoleta", reconoce Alves en diálogo con iProUP, quien agrega: "Decidimos hacer una renovación completa y poner lo mejor que existe para mejorar los controles viales".

En ese momento se empezó a trabajar en la digitalización, la cual demandó una inversión millonaria. De esta manera, se dio vida al plan que funciona con 60 cámaras conectadas a través de un ducto de fibra óptica, que monitorean las 24 horas.

La inteligencia la brindan las analíticas de Digifort y le permiten a las autoridades saber qué pasa en tiempo real en cada tramo de la autopista para la toma de decisiones, prevenir a los automovilistas y brindar una mejor respuesta ante incidentes.

Estas cámaras, además, tienen un alcance de tres kilómetros cada una y pueden puede preprogramarse para que anuncien diferentes sucesos que ocurran en el trayecto. "Los sistemas de filmación son inteligentes y pueden informar sobre más de 200 situaciones que puedan ocurrir en el tramo", señala Alves.

¿Qué significa esto y cómo se entera el conductor?

A través de sensores y tecnología de avanzada, cada uno de los equipos alertará al comando central si hay agua estancada en alguna zona, humo por incendios o animales sueltos en el trazado, entre otros múltiples imprevistos que pueden suceder.

Automáticamente, se toma conocimiento de estos hechos en la central y se activan carteles que están ubicados a lo largo de la ruta, cada 1.000 metros, en los que se informa qué está sucediendo, en qué kilómetro y las precauciones a tomar. Además de las cámaras, se contemplaron grandes pantallas que mantienen atentos a los automovilistas sobre los incidentes.

Los dispositivos cuentan con sensores de temperatura, humedad y viento que permiten la emisión de alertas en caso de que haya pronósticos peligrosos de hechos naturales, como niebla o granizo, que también son notificados al conductor.

Aporte a la seguridad

Mientras el control funciona de manera automática en las rutas, detrás de escena (en el centro de monitoreo) el personal observa lo que sucede en cada kilómetro para tomar otras medidas de seguridad y prevención.

Cada cámara registra las patentes de los vehículos que pasan por el lugar. Además, permiten supervisar la velocidad, las maniobras extrañas en ruta y si se detecta algún vehículo con pedido de captura -o que haya participado de algún incidente- éste queda automáticamente registrado.

En este caso, se presta un servicio adicional que cuenta con una imagen online a disposición de la ley, mediante la cual la policía ve el 100% de los coches que circulan por el peaje y puede realizar averiguaciones en caso de algún delito o si uno de esos autos está involucrado.

Las cámaras también revelan si hay un coches detenidos en la banquina o con algún desperfecto. El sistema identifica su patente y si es un usuario del peaje de Caminos de la Sierra, los operadores lo contactan para ver si necesita ayuda. Es decir, le brindan ayuda y asesoramiento hasta que llegue el servicio vial.

Por otro lado, en caso de que ocurra un accidente, antes de que alguien reporte el hecho un operador puede hacer zoom y ver las características reales, alertando inmediatamente a la ambulancia y a la policía para que se dirijan al lugar de forma inmediata. De este modo, el tiempo entre que sucede el evento y llega la asistencia, que promedia la media hora, puede acortarse a menos de 15 minutos.

Próxima digitalización

Tras la prueba piloto, que superó los resultados esperados, este sistema se extenderá a otras autopistas. Ya está en marcha en el Túnel de la Mujer y luego se implementará en la ruta 36 a Río Cuarto.

El problema a resolver en esa zona es la conexión, por eso esperan que mejore para poner manos a la obra. Además, en la provincia ya están trabajando desde hace tiempo en nuevos avances tecnológicos, como en los puestos de peajes, con la mayoría de las vías con lectores de patentes.

Junto con la obra de Carlos Paz, también se hicieron 17 kilómetros para cerrar los 30 que existían de Circunvalación, además de sumar un tercer carril y construir el puente San Roque. Alvez aclara que todos los proyectos eran parte de un convenio firmado con la Nación, pero que al no cumplir con el aporte de fondos debieron hacerse cargo de todas las obras.

Lo único que resta por finalizar son tres kilómetros de ruta de la zona de la Fuerza Aérea, que se concluirán en junio. "El ensanchamiento de los carriles permitirá la circulación de más de 60.000 autos por día", menciona Alves.

Cambios en Buenos Aires

Mientras que en Córdoba avanzan con este sistema para las autopistas, el gobierno porteño hace lo propio con la digitalización de los peajes, de modo tal que puedan incorporar el cobro automático.

Este plan reemplazará a las tradicionales cabinas con barreras y comenzará a implementarse con la apertura del Paseo del Bajo, el corredor para ómnibus y camiones que unirá las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata.

De acuerdo con el plan de Autopistas Urbanas SA (AUSA), el objetivo es eliminar todas las cabinas con barreras de la Ciudad en no más de cuatro años, a fin de agilizar el tránsito. Por cada una de ellas, hoy pasan cerca de 200 autos por hora, mientras que con el nuevo sistema esa cifra podría elevarse a 800.

Para el diseño del proyecto y el armado de los pliegos de licitación se consultaron las experiencias de Chile y el estado de Florida, Estados Unidos, que ya implementaron sistemas similares de "free flow" (flujo libre).

Funcionará mediante lectores láser colocados en cada carril, con cámaras dotadas de tecnología de reconocimiento de patentes LPR (siglas de License Plate Recognition) y una antena de transmisión.

Así, cuando un vehículo se aproxima, el primer láser activará una cámara que le tomará una foto a la chapa delantera, al mismo tiempo que la antena buscará el Telepase.

Al cruzar el pórtico, con la información de los tres lásers se generará una imagen virtual para determinar qué tipo de auto es y a qué categoría pertenece según sus dimensiones. Además, la segunda cámara sacará otra foto de la patente trasera.

Los datos serán procesados por AUSA y se validarán con el registro de usuarios de Telepase para computar el pago. Si el vehículo no posee este servicio, la información se cruzará con la base de datos del Registro de Propiedad del Automotor para emitir una factura que le será enviada al titular.

Según conoció iProUP, la autopista Illia comenzará su modernización en 2020. Al año siguiente, será el turno de la Perito Moreno, mientras que la 25 de Mayo y la 9 de Julio Sur quedarán para 2022 y 2023, respectivamente.

Tendencias en el mundo

La digitalización de las rutas es una realidad en muchos países. Los avances tecnológicos sirvieron posibilitaron que los controles sean cada vez más precisos.

También los autos fueron sumando innovaciones para que sean capaces de interactuar con sensores y dispositivos, tanto en la lectura de semáforos como estaciones de peaje.

Estos avances forman parte de la llamada movilidad del futuro, caracterizada por una conexión completa entre los vehículos y el contexto en que se desplazan, con el fin de anticiparse a los hechos peligrosos que pueden ocurrir.

Se prevé que todos estos avances se materialicen en la práctica en no más de cinco años, coincidiendo con el momento en el que muchas marcas dejarán de fabricar autos a combustión para ofrecer solo eléctricos.

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