El ‘furor’ por la impresión 3D crece en todo el país y, año a año, suma nuevos emprendedores ávidos por experimentar la infinidad de posibilidades que presenta esta industria.
Esta tecnología permite fabricar en plástico (u otros materiales de acuerdo al modelo) cualquier objeto o idea previamente modelada en programas de diseño 3D: Juguetes, joyas, instrumentos y hasta organos humanos son solo algunos ejemplos de sus alcances.
La innovación que proponen las ‘i3D’ arrancó en el país hace aproximadamente una década, con algunos "gigantes" del desarrollo de piezas de impresión a escala que cuentan con cierto reconocimiento entre sus pares. Tal es el caso de Che3D.
Nacida en 2014, la startup se destaca por emplear técnicas de impresión 3D, design thinking, prototipado, matriceria, metal, digitalización y escaneo, según las necesidades de cada cliente. La firma comercializa equipos de alta gama, importados de República Checa, donde se imprimieron por primera vez las reconocidas máquinas Prusa.
"Nuestra meta es democratizar la fabricación de ideas, al darle las herramientas a las personas para que cualquiera con una necesidad, pueda resolverla con la tecnología de fabricación digital", cuenta Tomás Chernoff, Director Ejecutivo y fundador de Che3D, en diálogo con iProUP.
Toda crisis representa una oportunidad. Es esta filosofía la que describe el nacimiento de Che3D: nació a principios de 2014 cuando su fundador se lanzó al emprendedurismo a causa de unos problemas personales con apenas un kit de impresión 3D desarmado (u$s1.200 de inversión). Tras intentarlo con otros proyectos, el de más éxito fue Che3D.
Sus primeros pasos se centraron en ayudar a los estudiantes con sus trabajos prácticos, principalmente aquellos de carreras ligadas a la realización de bocetos y maquetas como diseño y arquitectura.
Eventualmente, esos mismos estudiantes comenzaron a trabajar en estudios de diseño que acudieron a la startup por sus servicios. Así, comenzó rápidamente a ganar notoriedad.
La impresión 3D se volvió un "eje transversal" en la vida de Chernoff, con piezas de inyección de plásticos, termoformado, soplado, entre otras técnicas productivas que implementó con su emprendimiento.
"Hoy, contamos con seis unidades de negocio, de las cuales la principal es la B2B: ofrecemos nuestros servicios para ayudar a las empresas con cualquier necesidad de desarrollo o fabricación de materiales, ya sea por problemas industriales, falta de insumos, mejoras de procesos, entre otros", detalla el ejecutivo sobre su operatoria.
"Buscamos interpretar la necesidad de nuestros clientes, hacemos una investigación de mercados y una exploración de diseño, de materiales necesarios y de procesos productivos. Nuestro equipo, conformado por ingenieros, diseñadores industriales y otras disciplinas, se enfoca en que los desarrollos sean resistentes, ergonómicos y estéticos".
Referido a los equipos de alta gama con los que cuentan, el CEO menciona que estos trabajan en plásticos flexibles, rígidos, técnicos; máquinas de modelado por deposición fundida (FDM) que utilizan filamentos plásticos como el PLA (poliácido láctico), ABS (acrilonitrilo butadieno estireno) y PETG (poliéster de glicol), entre otros.
En esta línea, Che3D posee una granja de impresoras de resina, confeccionadas para trabajar sobre plásticos transparentes y elásticos, utilizables para la producción de piezas de la industria mecánica, con un alto nivel de terminación.
Asimismo, cuentan con impresoras de gran formato y una diversidad de escáneres 3D para piezas de bajo tamaño que requieren mucha resolución, además de otras herramientas complementarias como el corte láser para la confección de ciertas piezas.
Es así como la expansión de la empresa alcanzó industrias impensadas por el sector hasta hace poco tiempo: Chernoff revela que cuentan con un cliente del rubro aeroespacial al que le ofrecieron prototipado de turbinas.
Principalmente se tratan de sectores industriales, dada la complejidad para importar: "hay empresas con líneas de producción o maquinaria frenada porque no consiguen repuestos de manera local", advierte. En concreto, alguno clientes de peso del grupo son:
"También tenemos la intención de resolver los problemas mecánicos de otros clientes que, sin esta tecnología, no podríamos resolver", suma el empresario.
Concretamente, su principal unidad de negocio es el desarrollo de piezas para empresas, principalmente repuestos autoterminados y piezas únicas personalizadas para cada cliente.
Otra arista de servicios que posee la startup es la provisión de equipo de reciclaje de plástico para botellas, una unidad que Chernoff define como "una empresa propia dentro de Che3D", en donde desarrollan estaciones de diseño de plásticos.
También, cuentan con una rama de consultoría de comunicación digital (Che3D Agency), la academia de carrera donde enseñan robótica, electrónica, emprendedurismo diseño y modelado 3D (Che3D Academy) y la provisión de máquinas importadas y ensambladas como principales servicios.
En lo que a producción de piezas refiere, la marca se encarga, a través de un equipo técnico especializado, de relevar y optimizar las piezas necesarias para garantizar su durabilidad.
Uno de los puntos más innovadores de Che3D es la posibilidad que brindan de tokenizar obras: "durante la pandemia, artistas plásticos nos consultaban sobre la posibilidad de digitalizar sus obras físicas y tokenizarlas", expresa Chernoff.
Así, sumaron un nuevo negocio impulsado por el mundo de las criptomonedas donde artistas que producen obras tangibles consultaron sobre esta posibilidad la cual, a pesar de una caída del mercado, la compañía aún ofrece.
Básicamente, el proceso de tokenización de esos activos consiste en asignarles un hash, volverlos únicos y convertirlos en NFT, de forma personalizada para cada autor que los contacta.
Por último, ante la pregunta de cuáles son sus metas, el emprendedor remarca que buscan "incorporar nuevas tecnologías de fabricación, nuevos materiales, desarrollar más nuestras unidades y trabajar con sectores más grandes y empezar a operar en países limítrofes".
Sostiene que seguirán en crecimiento "con un equipo cada día más instruido que nos permitirá seguir transformando ideas en piezas físicas y escalarlas".
Para finalizar, Chernoff anima a las personas interesadas en empezar a emprender a que "se animen a plasmar sus ideas; depende de ellos crear, fallar y aprender de los errores para así construir, con la tecnología como herramienta, un futuro más accesible y sustentable para todos".