Los autos eléctricos comienzan a ganar mercado de manera progresiva. Impulsados por beneficios fiscales en varios países, que en el caso de Argentina se expresan en la rebaja de patentes, cada vez más gente entiende de la importancia de esta tecnología.
De hecho, el mercado local logró un récord el año pasado, con un crecimiento de 33% en ventas y 7.846 unidades patentadas respecto de 2021. Coradir Tito y Nissan Leaf fueron los modelos más exitosos, con 193 y 37 coches comercializados.
Pese a que la tendencia está en alza y las automotrices ya trazaron su "plan verde" para satisfacer la demanda futura, quedan algunas dudas sobre qué ocurrirá con las baterías cuando empiezan a perder capacidad de carga.
Si bien esa disminución de su utilidad es de un 20% promedio y se puede seguir usando, descartarlas es también un proceso contaminante. Lo más sensato sería encontrar una segunda vida útil, una cuestión que varias marcas están estudiando para que se conviertan en fuente de energía para alimentar una vivienda, oficina o espacio público.
Lo mismo sucede con otras compañías de la industria automotriz que, sin contar con el auto propiamente dicho, proveen de motores para que generen energía de forma más limpia, contribuyendo a un proceso más sustentable y, al mismo tiempo, rentable para las grandes empresas, industrias y el sector agrícola.
El sistema de energía bidireccional con los autos ya está probado por muchas marcas, pero Nissan es una de las pioneras en la reutilización de baterías. Por eso, la muestra de este servicio fue el centro de atención durante la carrera de la Fórmula E que se llevó a cabo en Brasil en marzo.
En la competencia deportiva de primer nivel, un Nissan Leaf estaba enchufado impulsando a un Scalextric en el que podían jugar quienes estaban mirando la carrera. Una sola muestra de las múltiples utilidades del eléctrico.
"La electromovilidad está generando un punto de quiebre en el transporte y la energía. La matriz energética de un país puede verse beneficiada con cientos de autos estacionados conectados a la red, que pueden devolver la carga recibida en sus baterías a un edificio, oficina o cualquier punto público de una ciudad", señala a iProUP Francisco Medina, ejecutivo de Nissan.
Según el directivo, esto funciona a través de la devolución de la energía acumulada en las baterías con lo cual, los 8 años de vida útil se extenderá a 23 o 25. El precio: $16 millones el auto más u$s1.000 el transformador. Luego, la recarga del vehículo cuesta 10 veces menos que llenar el tanque de combustible.
Además, con 40 Kw que acumula un coche se pueden alimentar varios días una casa en la que viven cuatro personas.
Además de esta utilidad de los autos eléctricos, también aparecen otras compañías de la industria preocupadas por contribuir con la generación de energía sustentable. Una de ellas es Scania, que provee motores para la generación de energía eléctrica con biogás.
Con estos propulsores se montó una empresa sustentable en Chivilcoy, que genera electricidad con biogás que se regenera de forma constante y es más rentable. Se trata de San Lino, compañía dedicada a la producción agrícola ganadera.
Jaime Goodall comenzó con la idea de implementar la biodigestión en 2012, tras una inundación seguida de sequía que lo impulsó a buscar soluciones sustentables para las graves consecuencias que dejaban los cambios climáticos.
Así, comenzó a desarrollar su plan de producir biogás con motores Scania para los generadores eléctricos, que trabajan con los biodigestores impulsando la electricidad con materia orgánica.
"Hace cinco años comenzamos con la programación y desarrollo para usar grupos electrógenos con biogás, pero como los motores eran para gas natural comprimido, personal especializado de Scania y proveedores de los grupos electrógenos Powgen vinieron para hacer la conversión", explicó el propietario.
Andrés Corin, jefe de Ventas de Motores Industriales y Marinos de Scania Argentina, detalla a iProUP que estos propulsores "pueden ser de 9, 13 o 15 litros y trabajan con gas natural". Del trabajo también formó parte BGA Energía Sustentable SRL, empresa especializada en el diseño de plantas de biogás.
Martín Pinos, ejecutivo de la firma, confía a iProUP que empezaron a diseñar la planta de biogás junto con Goodall para tratar los efluentes del feedlot y generar energía eléctrica de fuentes renovables. En 2019 empezaron la obra civil con el movimiento de suelos.
La obra de San Lino está diseñada para generar 250 m3 de biogás por hora, el cual es transformado actualmente por el motogenerador en 300 kWh de energía eléctrica.
Esa capacidad será ampliada a 500 KW (que es lo que la planta puede alimentar de manera constante) e inyectar a la red las 24 hs, explican desde BGA. Además, Pinos destaca que "la generación a partir del biogás es un 40% más económica que a gasoil"
"Esto abre la posibilidad para que, además de tener un beneficio ambiental por el tratamiento de efluentes, pueda reducirse el costo de la electricidad en áreas rurales", agrega el experto, y revela que el armado de este proyecto tiene un costo de u$s2 millones.
La utilización del biogás para generar la energía eléctrica tiene una finalidad mucho más sustentable, y en el caso de San Lino, todos los actores ponen entre sus objetivos lograr un menor impacto ambiental con sus acciones.
"La visión de BGA es contribuir al desarrollo de energía renovable en nuestro país. Este es un ejemplo de cómo, con un productor agropecuario, construimos una planta de biogás que está pensada para aportar energía eléctrica a la red a partir de residuos de la producción agropecuaria", destaca Pinos.
Desde Scania suman un dato importante al señalar que en Argentina se pueden disminuir hasta un 90% las emisiones de dióxido de carbono con el generador a biogás.
"Si todos los grupos electrógenos que están trabajando en el país en generación continua y entregando energía a la red en centrales térmicas, se alimentaran con biogás de origen animal u otros efluentes, es factible disminuir la huella de carbono de generación de energía a nivel país", agregó Corin.
En el caso de Nissan, está trabajando con diferentes fuentes como propulsores de los autos, entre ellos también el biogás e hidrógeno, que es más caro y puede destinarse a medios de transporte.
De esta manera, los autos eléctricos y motores más sustentables empiezan a extender su vida útil a otros medios, a fin de justificar sus precios más caros, creando un sistema más rentable.