En Barcelona, durante la nueva edición del Mobile World Congress el ingeniero estadounidense de 94 años, Martin Cooper, inventor del teléfono móvil, fue reconocido por su trayectoria.

Cooper no sólo inventó el primer celular, sino que hizo la primera llamada desde Motorola, a sus rivales de entonces de  la empresa Bell, y comenzando una nueva etapa en la historia de la tecnología.

Pasará a la historia también por haber hecho la primera llamada de teléfono móvil, que se produjo el 3 de abril de 1973.

La primer llamada fue con un Motorola DynaTac 8000X, que pesaba casi un kilo, tardaba 10 horas en cargarse, y sólo 30 minutos de autonomía.

Un largo camino

En ese momento "No imaginamos que habría cámaras digitales ni Internet, pero sí sabíamos que algún día todo el mundo tendría un móvil", asegura Cooper.

Cooper con algunos de los primeros celulares

Siempre con una mentalidad futurista, Cooper cree que aún queda mucho por hacer con los celulares, aunque dice que "Los 'smarphones' no me gustan mucho. No creo que sean muy inteligentes".

Cree que el móvil del futuro debería ser personalizado, que supieran qué quieres hacer y lo hicieran automáticamente, sin necesidad de buscar una aplicación.

Usos del celular en el futuro

Cooper está seguro que los celulares aumentarán la eficiencia y la productividad, y hasta que contribuirán a "eliminar la pobreza".

Por otra parte serán un pilar para la educación al disponibilizar la información al alcance de todos: "Los profesores tendrán que enseñar cómo discriminar la información útil de la desinformación", apunta.

Asimismo, cree que jugarán un papel "crucial" en materia sanitaria: "En el futuro, gracias a que el móvil es una extensión de la persona, te estará monitorizando todo el tiempo. Y cuando empieces a ponerte enfermo, antes de que lo estés, tu móvil te transmitirá esa información a un ordenador y serás avisado para que vayas a ver a un médico o para que te curen, y la enfermedad no se producirá".

Cooper con un celular en la actualidad

Aunque señala algunos aspectos negativos, como la falta de privacidad o la adicción "a las pantallas".

Lo que se viene

"Para mí, lo ideal sería que el móvil esté incorporado bajo tu piel, bajo tu oído. Con una computadora adentro. No necesitaría batería porque tu cuerpo sería ya una batería. Y cuando quisieras hablar con alguien y dijeras 'ponme a Joe al teléfono' la computadora lo hiciera (...) en lugar de levantar un pedazo de plástico y colocarlo contra tu cabeza, aguantándolo en una posición incómoda", comenta.

"Pero también tendrás parches o cosas inventadas que medirán cosas en tu cuerpo", opina.

Con un móvil personalizado, adaptado a cada uno, "porque el móvil estará buscando enfermedades que estén relacionadas con tu genética", añade como continuación de este relato futurista en este entrevista con Agencia EFE.

"El hecho es que los humanos tenemos mejores cerebros, pero somos defectuosos. No olfateamos tan bien como un perro. (...) Así que, ¿por qué no deberíamos incorporar cosas a nuestros cuerpos?", se pregunta para finalizar.

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