Ser emprendedor en la Argentina no es una tarea para nada fácil: de cada 10 emprendimientos nuevos, solamente tres llegan a superar los dos años de actividad.

Sin embargo, con una adecuada planificación y estrategia de negocio las posibilidades de fracasar disminuyen.

Y una tarea clave para triunfar en la elección del nombre correcto para el emprendimiento.

Cómo elegir el nombre de tu empresa

Cuando se trata de escoger el nombre ideal para un emprendimiento deben tomarse en cuenta distintos aspectos realmente importantes.

Emprendimientos: ¿cuánta plata hay que invertir?

La falta de capital es muchas veces una barrera para emprender y un freno al crecimiento.

Jonatan Loidi, miembro de la comisión directiva de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), asegura a iProUP que la startup puede buscar dinero a través de un crédito o sumando a alguien que crea en el proyecto e invierta a cambio de una participación.

Consejos para "bautizar" un proyecto y hacer que sea exitoso

"Entre las dos alternativas, recomiendo tomar un préstamo para no ceder parte del negocio. A veces, esto último parece bueno al principio, pero puede salir caro a futuro si es buen negocio", opina.

Por el contrario, Rey Gay indica que "hay imperios construidos con créditos, pero lo ideal es organizar el negocio en fases, asumiendo riesgos moderados y a corto plazo".

La consultora, quien además es dueña de un emprendimiento especializado en la organización de fiestas infantiles (ChickiSpa), ejemplifica que se puede arrancar con la venta online, después lanzar un showroom y luego, con los fondos que ingresen, un local a la calle.

Cuando se habla de dinero, Loidi afirma que fijar el precio de lo que se ofrece no es fácil, más aún en contextos inflacionarios. Por eso indica que nunca hay que calcular el costo y sumarle un margen de ganancia, o tomar el precio de la competencia. El precio, sostiene, surge de un análisis claro de los segmentos de mercados, de una propuesta de valor.

"A mí me gusta mucho una frase que dice: 'El valor no es precio sino que el precio es una expresión monetaria del valor'. Es decir, si genero más valor, podré cobrar un precio mayor", plantea.

Respecto de esto último, indica que "algo es caro cuando el cliente percibe menos valor de lo que vos le querés cobrar", mientras que "costoso, es cuando hay que erogar mucho dinero por un alto grado de valor. El trabajo de pricing es algo muy complejo y un error puede ser determinante", completa.

Pero cuando las cosas van bien, el dinero también marea, dice Germán Visciarelli, con conocimiento de causa: antes de Con Amor, con 23 años, tuvo una empresa de publicidad. Para ganar su primer millón, alquiló una oficina premium en la zona más exclusiva de Buenos Aires para atraer a primeras marcas internacionales. Ganó su primer millón, pero le había costado $1.400.000. Y quebró.

"Me animé a buscar plata pero no a buscar un equipo capaz, clientes que tenía que tener y a diversificar el negocio. No hay que gastar sin planificar y no hay que expandirse de más", aconseja.

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