El hombre modificó la forma de ganarse la vida y el lugar donde lo hizo a lo largo de la historia de la humanidad. Primero fuimos nómades cazadores, luego sedentarios agricultores y finalmente oficinistas analógicos, hasta que en los 90 llegó la tecnología aplicada al trabajo y 30 años más tarde fuimos seres corporativos hiperconectados. Hasta el 2020.

La tecnología fue sumándose progresivamente al espacio de trabajo a medida que las innovaciones fueron apareciendo.

Teléfonos, faxes, computadoras de escritorio, luego los mails, después los primeros celulares y las laptops, hasta que finalmente se juntaron los smartphones y la pandemia del covid-19, para detener el juego de la evolución laboral, barajar y dar de nuevo.

Si bien es cierto que esta generaliza el trabajo en lo que muchos podemos pensar cuando hablamos de espacios de trabajo, también sabemos que hay quienes ya conocían el trabajo descentralizado, a distancia, remoto o golondrina.

El gran cambio y el impacto generado por la interrupción repentina y global hizo que, espontáneamente o de manera planificada, la nueva versión de TODOS los espacios de trabajo pudieran repensarse.

Ahí radica el fenómeno en el que, cada empresa, cada equipo de trabajo, cada individuo, tuvo aunque sea un cambio en la manera de trabajar y en su espacio de trabajo.

Porque las empresas se dieron cuenta que podían ahorrar costos en metros cuadrados, tanto como los gerentes se dieron cuenta que podían ser más eficientes con el trabajo en equipo, así como cada uno de nosotros logró recuperar al menos 5 horas semanales de vida que perdía en medios de transporte, públicos o privados, camino al trabajo.

La tecnología nos permite ahora tener espacios de trabajo mejorados, sea en casa o en la oficina, siempre que consideremos al espacio como el contexto en el que trabajamos y no solamente el lugar físico en el que estamos. 

Los espacios de trabajo son un vehículo para que las empresas crezcan, que ha sido impactado por la tecnología y se acerca a lo que hoy creemos que es el nuevo status quo.

Todos los que toman decisiones directivas a diario y aquellos emprendedores que buscan mejorar el mundo con sus startups, son los protagonistas de este cambio y los responsables de construir espacios de trabajo cada vez mejores, con las herramientas que conocemos y las que vendrán, para seguir mejorando las condiciones en las que cada empleado y cada equipo trabaja y se relaciona con su entorno.

*Federico Carrera, Co-Founder & COO HIGH FLOW

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