Impulsado por una tendencia global ascendente y sostenida, en el primer semestre del año se patentaron en Argentina 3.453 vehículos con motorización no tradicional, de los cuales 82 fueron eléctricos y 3.371 híbridos.
En el caso de los eléctricos (que son los más sustentables con el medio ambiente porque no usan combustible) las ventas se concentran en 13 modelos de Nissan, Renault, Porsche y Audi que importan sus vehículos; mientras que Sero Electric, Coradir y Volts Motors los fabrican en el país.
De esta manera, la comercialización se afianza cada vez más y, si bien todavía es bajo el número, refleja el interés de los consumidores: en lo que va de 2022, el incremento fue de casi 30% frente al mismo período de 2021, mientras que los modelos a combustión crecieron 4 por ciento.
Quienes apuntan a estos vehículos, lo hacen a partir de un dato clave: el ahorro en mantenimiento mensual, incluyendo costo de recarga y pago de patente, exento en muchas zonas.
Para quienes estén buscando un auto eléctrico, en Argentina se pueden encontrar dos tipos de modelos:
La diferencia fundamental, más allá de la trayectoria de cada automotriz, radica en el tipo de auto: los nacionales son para dos personas, con una autonomía de 100 km promedio y pensados especialmente para recorridos urbanos.
Los importados son más grandes, con capacidad de carga, para más pasajeros y mayor autonomía, ya que pueden superar los 600 km. El precio es el principal diferencial, junto al tipo de uso.
El primer auto de pasajeros que llegó al país es el Nissan Leaf. Es un hatch mediano con capacidad para cinco personas. Entre sus características, se destacan:
Luego de Nissan, Renault incursionó con el primer utilitario eléctrico. Desde 2018 vende el Kangoo Z.E, que se destaca por:
En el caso de optar por las marcas de alta gama, las propuestas vienen de la mano de dos premium como Audi y Porsche, por eso sus precios son más elevados.
En el caso de Audi, su modelo E-Tron se destaca por:
El Porsche Taycan es el primer deportivo 100% eléctrico del gigante alemán: un sedán de cuatro puertas y cuatro asientos, importado de ese país. Su precio arranca u$s324.800:
Todos tienen tracción en las cuatro ruedas y caja automática de dos velocidades.
A los modelos importados se deben sumar tres propuestas de vehículos eléctricos fabricados en la Argentina: Sero Electric, Coradir y Volt Motors.
En el caso de Sero Electric es una iniciativa de Pablo Naya, ingeniero electromecánico que en 2010 empezó a investigar sobre el futuro de la movilidad. En 2012 llegaron los primeros prototipos del exterior y con esos modelos empezó a desarrollar un auto chico.
En enero de 2018, con la categoría de autos L6 y L7 aprobada por el Gobierno, comenzó la producción de estos vehículos urbanos con las siguientes características:
Sero Electric presentó ocho modelos, de los cuales la mitad está homologado para patentarse y circular en vía pública. Específicamente, un sedán con puertas y tres utilitarios: alto con puertas, utilitario bajo largo y furgón. Los precios arrancan en $2.960.000, pero es posible adquirir baterías extra de larga duración:
Coradir, ubicada en San Luis, fabrica dos modelos que son Tito, el auto eléctrico para 2 o 4 pasajeros; y Tita, una camioneta con capacidad de carga de hasta 500 kilos. Tito es el eléctrico más vendido y se puede combinar con una batería con una autonomía de 100 o 300 kilómetros, y la velocidad máxima es de 65 km/h. Arranca en u$s16.500 ($2.300.000 al oficial).
El más equipado, de 5 puertas, ofrece una autonomía de 300 kilómetros, aire acondicionado y cuesta u$s23.250 ($3.255.000). En cambio, Tita se vende por u$s18.000 ($2.520.000).
Finalmente, Volt es una línea de vehículos fabricada en Córdoba que cuenta con diferentes modelos y precios que van desde u$s15.000 hasta u$s25.000. Las opciones son:
A la hora de evaluar los gastos, el principal ahorro de los eléctricos está en combustible: el costo de cargarlos es 9 veces más barato comparado con un vehículo de combustión. La segunda ventaja es que en algunas provincias los autos "verdes" están
exentos del pago de patente (uno naftero de unos $4 millones paga en promedio $200.000 al año).
Por último, el service, que sale unos $30.000 promedio en un auto mediano a combustible, también es más barato para los eléctricos porque el motor tiene muchas menos piezas además de que su desgaste es significativamente menor.
De esta manera, el costo mayor está en la compra del vehículo, siendo el resto de los gastos más bajos para mantener un auto a largo plazo impulsado 100% a batería.