Para las grandes empresas de todo el mundo, una preocupación principal instalada durante el siglo XXI es la Ciberseguridad. La delincuencia cibernética es un conflicto que ha llegado a comprometer u$s6 billones anuales.
En este contexto, la consultora global Bain & Company realizó una investigación que evidenció la escasa protección dentro de las industrias. De hecho, muchas de las compañías admiten la falta de preparación para defenderse ante la amenaza de un ataque de hackers.
Según el estudio de Bain, apenas alrededor del 24% de las empresas aplican técnicas de Ciberseguirdad óptimas. En una escala que mide la madurez de la Ciberseguridad del 1 al 5, una compañía común ronda entre 1.5 y 2.5, una calificación demasiado baja.
La reciente invasión de Rusia a Ucrania, y el posterior período de guerra resaltó la importancia de la seuridad cibernética. Igualmente, las acciones malignas como los ataques de ransomware, la destrucción de datos, la malversación y el robo de propiedad intelectual ya estaban presentes en el mundo moderno.
Durante los próximos meses, las empresas deberán ejecutar un plan estratégico, en el que tendrán que construir y perfeccionar las capacidades necesarias para poder seguir coon la mejoría de sus defensas.
Las compañías líderes buscan una mayor resistencia en el largo plazo, con el foco puesto en la creación de capacidades estratégicas de Ciberseguridad.
Bain & Company reveló que es necesario que las empresas identifiquen y clasifiquen a terceros en función del riesgo que plantean y del impacto probable. También deberán comprometerse a disminuir el riesgo de manera considerable.
Además, para que los proveedores que se encargan de mejorar la Ciberseguridad se tiene que hacer una inversión. En tiempos de hiperconexión e inestabilidad, ir más allá de lo básico puede traer beneficios más amplios.