Las empresas de economía del conocimiento no esconden su preocupación sobre el momento complicado que experimentan a raíz de la escasez de talentos que genera la brecha cambiaria: los profesionales prefieren trabajar para firmas extranjeras y cobrar en dólares.

"A partir de la aceleración de los cambios en el mundo del trabajo tras la pandemia, cada vez son más los argentinos que trabajan para empresas del exterior. Por lo general, mediante plataformas web que los conectan con quienes requieren sus servicios y abonan la tarifa pactada en moneda dura o digitales", señalan a iProUP Analía Saitta y Andrés Tellado Cañas, de KPMG.

Según los expertos, "las compañías del conocimiento locales, por su natural utilización del trabajo remoto, son el principal blanco de sus pares extranjeras que ven en su talento a trabajadores argentinos calificados a costo bajo en dólares, a lo cual se suma el alto nivel de inglés en comparación con otros países similares".

 

"Esta situación tracciona las prestaciones de mano de obra calificada a compañías foráneas, haciendo que las acciones de las firmas locales para atraer y retener se transformen en misiones casi imposibles, poniendo un límite al desarrollo de esta importante industria", advierten.

Saitta y Tellado Cañas, además, apuntan a cuestiones impositivas y de la seguridad social: "Estas prestaciones al exterior se desarrollan generalmente en un contexto de ausencia o deficiencia de registración, o bien bajo la figura del monotributista-autónomo, implicando una mucho menor protección laboral y previsional que la que tendría el mismo empleado bajo relación de dependencia".

¿Cuánto cobra un programador freelance?

Ángeles Gómez, consultora de HighFlow, ejemplifica a iProUP que los desarrolladores de apps móviles perciben:

"Es decir, de $300.000 a $1 millón para el de mayor capacitación. Sin embargo, varias internacionales de renombre ya están superando cifras de u$s8.000 al mes para sus profesionales senior, cerca de $1,6 millones", remarca. Pero no es el único perfil buscado. Gómez, detalla los honorarios para las diversas especializaciones:

"Aunque algunas empresas argentinas tratan de pagar, aunque sea un porcentaje en dólares e incluso igualar la oferta, en general están varios pasos atrás", advierte Gómez.

¿Qué beneficios piden los programadores para trabajar en Argentina?

Saitta y Tellado Cañas remarcan que "las empresas argentinas del rubro digital deben disponer de un abanico mayor de beneficios para equiparar las acciones de sus competidores del exterior".

"Cada vez es más frecuente que para una posición no gerencial el candidato requiera cobrar su compensación en dólares o bien mediante algún esquema que le asegure que su sueldo estará vinculado a la fluctuación de la divisa", ejemplifican.

Carolina Piatti, del estudio Bruchou, Fernández Madero & Lombardi, indica a iProUP que "una firma de sistemas que ofrece servicios al exterior y posee ingresos en moneda dura se encuentra mejor posicionada que la que sólo lo hace para el mercado argentino y está fuertemente condicionada por el contexto económico".

"Una de las exigencias que solicitan los candidatos es la posibilidad de trabajar bajo la modalidad home office. Recordamos que la Ley de Teletrabajo permite que la modalidad se cumpla en forma total, toda la semana; o mixta, alternando días de presencialidad", subraya.

Un profesional argentino puede cobrar hasta u$s8.000 si trabaja para el exterior

Los candidatos también se interesan por conocer los siguientes aspectos de la relación laboral:

Una pretensión frecuente y generalizada en los últimos tiempos para evitar irse de Argentina o trabajar para el exterior es pretender que su remuneración o bono anual se abonen:

Sin embargo, recuerda Piatti, "la empresa que opte por pagar salarios o bonos anuales en moneda dura debe considerar que solo podrá utilizar fondos de libre disponibilidad en una cuenta nominada en dólares o euros en el exterior, toda vez que no podrá acceder a los tipos de cambio oficial o financieros".

¿Qué piden las empresas del conocimiento al Gobierno?

Sergio Candelo, presidente de la Cámara del Software (CESSI), afirma a iProUP que, "mientras la demanda de profesionales con conocimientos en tecnología es un problema a mundial, en Argentina estamos hablando de entre 5.000 y 10.000 puestos que no se llegan a cubrir".

"Después de la pandemia, por la fuerza de lo remoto, mucha más gente quiso dedicarse a esto. Se organizaron cursos desde la cámara, polos y clusters, que llegaron a distintas ciudades, y también hay un programa del Gobierno que tuvo 600.000 inscriptos en 2021", relata

Sin embargo, remarca que "con un curso de seis u ocho meses no sos un programador senior. Estamos haciendo un esfuerzo para dar empleabilidad y ver cómo se siguen formando, pero necesitarán incluso inscribirse en las universidades, en la que se nota un crecimiento de 20% en la matrícula tecnológica".

"Para 2031 necesitaremos 400.000 nuevos profesionales, además de los 130.000 que hay hoy empleados. De 2021 a 2022, se crearon ya 15.500 puestos, lo que implica un alza de 13%", destaca.

No obstante, subraya que "el problema está en las posiciones de alto seniority. En tecnología se trabaja con equipos de desarrollo, pero si la empresa se queda sin los seniors, la capacidad de crecer de la célula es muy baja".

"Empresas de 400 personas, tomaron 90 en un año y terminaron con 390, porque se les fueron más de los que pudieron contratar", lamenta.

"La rotación es muy alta porque hay una modalidad no formal que opera en los bordes y bajo formas de evasión", asegura Candelo, y añade: "Las que pagamos todos los impuestos no podemos igualar la oferta salarial en mano por la brecha cambiaria".

El directivo de CESSI remarca que la industria está "pidiendo que se igualen las condiciones frente a las políticas tributarias, porque el que evade tiene ventajas".

"Las personas que trabajan para afuera no pagan impuestos ni en Argentina ni en el otro lugar", denuncia, y subraya que "recibieron una educación pública, se formaron con los impuestos de los argentinos, y después, su aporte a la sociedad es casi nulo".

"Sin el trabajo en las empresas locales, queda poco valor agregado en Argentina y después vamos a pagar propiedad intelectual por un programa que vamos a importar", alerta. Sobre la posibilidad de igualar lo que gana un profesional IT en el exterior, Candelo afirma que "no le puedo dar la misma oferta porque pago impuestos y mi empresa desaparece".

¿Cuál es la respuesta del Gobierno a las empresas del conocimiento?

Esta queja fue llevada por la CESSI y otras cámaras de la economía del conocimiento a los ministerios de Desarrollo Productivo, Economía, Ciencia y Tecnología, y Relaciones Exteriores.

No obstante, al ser consultados por iProUP, los voceros de la cartera que dirige Daniel Filmus aceptan que hay una brecha cambiaria y aseguran:

¿El pago en dólares es legal en Argentina?

Piatti advierte que la ley ordena que "el sueldo debe ser abonado en moneda de curso legal en Argentina, en una cuenta bancaria del tipo 'sueldo' en pesos abierta a nombre del trabajador, sujeto al ingreso de aportes y contribuciones del Sistema Único de la Seguridad Social".

Un programador puede recibir hasta el 20% de su sueldo en una moneda que no sean pesos

"El pago del salario o bono anual (total o parcial) que no se efectúe en cuenta sueldo, significaría un incumplimiento del empleador a la normativa, que de ser detectado por el Ministerio de Trabajo, podría ser sancionado con una multa por cada empleado que oscila entre el 30% y el 200% del valor del Salario Mínimo Vital y Móvil", aclara.

Recuerda que las firmas que "que opten por esta alternativa, también deberán tener presente que al no ser el dólar ni el euro monedas de curso legal en Argentina, su pago es considerado por la ley como 'en especie', no pudiendo superar el 20% del total de la remuneración".

"Entendemos que la norma buscó proteger al empleado para evitar que cobrara, por ejemplo, con bolsas de arroz. Por ello, la limitación no previó los supuestos en que podría resultar beneficioso para el empleado", comenta, Piatti, quien recomienda que:

Como conclusión, Piatti remarca que sería mejor limitar esta política a pagos que no poseen periodicidad mensual y a un grupo limitado de empleados.

Te puede interesar