Las organizaciones autónomas descentralizadas, conocidas por sus siglas abreviadas en inglés DAO, son una tendencia cada vez más popular dentro de la industria criptográfica.
Dentro de todo el ecosistema de la blockchain y las criptomonedas, como existen los NFT, también existen las DAOs, aunque estas tienen un objetivo totalmente diferente.
Las DAO son un tipo de organización dentro de la comunidad blockchain, que buscan tomar decisiones sin la necesidad de que haya un ente central. El concepto de DAO es Decentralized Autonomous Organization, es decir, una organización autónoma y descentralizada, en español.
Su origen se dio a partir del concepto de descentralización, con la propia blockchain como sustento, algo que generaba una incongruencia a la hora de tomar decisiones unilateralmente entre pares.
Lo que buscan las DAO es unir voluntades, para tomar decisiones. Puede ser una toma de decisiones de una empresa o de particulares.
Por ejemplo, el otro día con un grupo de amigos españoles (Interaktell y Fintank) hicimos una DAO para comprar a Messi y se unieron bastantes personas. El problema es que después necesitábamos la plata para poder comprarlo en serio
En concreto, basándonos en su desglose, las DAO son entendidas como una organización o grupo de personas que se juntan para lograr un objetivo.
Que sea autónoma significa que tiene la capacidad de funcionar aislada más allá de cualquier ente que la quiera regular, es decir, que ningún agente externo puede entrometerse en las cosas que hace.
Y es descentralizada porque no hay nadie central que la regule, sino que las decisiones son siempre horizontales.
En resumen, una DAO es una comunidad que trabaja en conjunto para cumplir una misión, las decisiones son solamente tomadas por los miembros de la comunidad, y cada uno de ellos tiene el derecho o la capacidad de votar unánimemente, algo así como un congreso donde no hay un presidente.
A diferencia de otras organizaciones, las DAO tienen sus reglas escritas en blockchain, o sea en contratos inteligentes. Entonces, nadie puede tomar ninguna decisión violando alguna de las reglas existentes allí.
Cuando empieza el trazado del libro de reglas, uno coloca una serie de tópicos de los que nadie puede salirse. Como, por ejemplo, ciertas decisiones que debe tomar un especialista, asignado en base a lo que diga el smart contract para, una vez allí, poder intervenir.
Es difícil explicar cómo las DAO se inventan constantemente, ya que cada DAO es un mundo. En general, sirven como un canal para tomar decisiones, sin que haya alguien tomando decisiones autoritarias sobre el resto.
A diferencia de una empresa tradicional, todos los que participan en una DAO tienen la capacidad de tomar decisiones sobre el proyecto.
Eso sí, la toma de decisiones es más acotada, a comparación de un sistema político donde te tienen que votar y hay un diputado que centraliza cada decisión.
Las DAO tienen un tipo de objetivos conocidos como mission drivers: se trata de empresas que se juntan por un propósito. Normalmente se usan para administrar capitales.
Por ejemplo, Santi Maratea logró juntar un montón de dinero para ayudar a la lucha de los bomberos contras los incendios en Corrientes y posteriormente se dio a conocer que él pretendía armar una DAO para administrar esa plata.
Estas están 100% reguladas por un software. Todos los que tienen acceso a tomar decisiones dentro de esa organización votaron y lo que la mayoría elija será lo que se haga.
Es como si fuera una anarquía organizada, donde nadie puede hacer lo que quiere, sino que el código se planifica y redacta previo a que se ejecute la DAO.
Otro ejemplo noticioso del tema se dio en Estados Unidos, donde un grupo de personas se juntaron para comprar la constitución del país. Pudieron lograrlo y adquirieron una réplica de la constitución, para que, luego, el mismo smart contract repartiese el monto sobrante entre participantes, por una regla sobre los dividendos preestablecida por el propio contrato.
Hay otras DAO que buscan invertir en algo puntual, por ejemplo, en acciones de Apple: la DAO se encarga de invertir y puede haber una regla del smart contract que diga que los dividendos de las acciones se repartan en partes iguales con todos los que la conforman.
Los smart contracts son un cómputo, una ejecución de un código, que actúa como autoridad dentro de una organización. Por lo que, al tomar decisiones pre-pactadas, nadie se puede desentender con el resto de los participantes.
De esta manera, cada persona dentro de estas organizaciones cuenta con derechos, obligaciones y responsabilidades.
Al entrar a una DAO, lo que te da capacidades de tomar decisiones allí es un tipo de token llamado "de gobernanza", el cuál podés comprar o ser retribuido con el mismo, según el proyecto. Estos no son ilimitados, se emite una determinada cantidad y uno elige si se quiere participar de ese reparto de "acciones".
En un mundo donde la gente cada vez juzga más los centros de poder y mando, "la centralización de las decisiones tiene cada vez más acceso a este tipo de tecnología y la capacidad de decidir se va a repartir más entre todas las personas, en una comunidad, en una empresa o en un país, porque una DAO tiene la capacidad de funcionar como un país".
Como en otras revoluciones que se dieron a lo largo de la historia, a internet y a las capacidades que tiene hoy en día, se le abren las mismas oportunidades que tuvo la imprenta.
En la edad media la creación de la imprenta logró que la gente pueda adquirir mucho conocimiento y así poder empoderarse, llevando su voz a los centros de gobiernos, los feudos, etc.
De hecho, Internet funciona como un tipo de imprenta, que lleva cierto tipo de conocimiento a la gente, la cual se está haciendo escuchar cada vez más fuerte, lo que podría generar un nuevo tipo de gobernanza mediante las DAO.
Obviamente esto se dará en la medida que la gente cuente con más acceso a la conectividad. Al igual que cuando el pueblo tuvo acceso a la educación a través de los libros, la gente va a tener más acceso al conocimiento a través de la conectividad que genera internet.
De llevarse a cabo, este proceso tendrá como resultado un nuevo tipo de sociedad en la que prime la autorregulación y tendrá un cambio político en la distribución de bienes y el valor que termine dándole cada uno en el ecosistema en el que se mueve.
Todo conlleva peligro y desventajas. El sistema actual en el que vivimos hoy provocó dos guerras mundiales y nadie asegura que no comience una tercera. Sin embargo, creo que es más peligroso quedarse en un mismo lugar y no evolucionar con la prueba de nuevos sistemas.
Considero que la forma de gobernar que se llevó a cabo en los últimos 100 años fue buena pero ya está quedando atrasada. La gente hoy tiene mucho más acceso a la información, la cual le da la potestad de poder tomar decisiones sin depender de alguien que decida por ellos.
Hoy en día, parece casi anacrónico que un parlamento pueda tomar decisiones que afecten a un grupo de millones de personas cuando estas tienen acceso a la información y conocimiento para tomarlas de forma autónoma y descentralizada.
Asimismo, lo bueno de las DAO es que están montadas en una tecnología que es incorruptible. La blockchain es totalmente transparente e incorruptible, no se puede hackear o, de mínima, es altamente difícil.
Este tipo de cosas da esperanzas para tomar decisiones de una forma distinta a la que conocemos hoy en día.
Hay gente que le da miedo al ser algo desconocido y otra que le incomoda por el poder que va perder, pero siempre a lo largo de la historia, las personas se sienten muy bien tomando decisiones por sí mismas.
La DAO puede ser para comprar una obra de arte, para decidir sobre un fondo común de inversión o para tomar las decisiones de un país. ¿No te gustaría tomar decisiones por vos mismo?
*Santiago Echazú es Co-fundador de Paisanos