Después de muchas ideas y vueltas, finalmente la firma americana Amazon Web Services (AWS) anunció que instalará sus servidores en Argentina. La empresa es la vertical de servicios en la nube de Amazon y brinda soluciones de tecnología de la información, inteligencia artificial, Big Data y almacenamiento en la nube.
Su desembarco al país viene de la mano de el plan de inversiones de la compañía de construir 30 zonas locales, entre las que están la de Argentina, Chile, Brasil y Colombia, según comentó al sitio de Infotechnology, Andrés Tahta, Director de Ventas regional para el sector público de América Latina en AWS.
Pero además, en el caso de Argentina, es parte de una "evolución natural" de la marca, que ya trabaja con Mercado Libre, Ualá, ITBA, el Hospital Italiano, Despegar y el sector público local.
"Estamos trabajando con cinco municipios del país, estos son Tandil, Bahía Blanca, Jesús María y Gualeguaychú", sumó Tahta. Pero además, semanas atrás habían anunciado un acuerdo con el Conicet para la aceleración de proyectos mediante la infraestructura en la nube de la empresa y créditos de u$s150.000 para los investigadores.
Los beneficios de una zona local son múltiples. Este espacio actúa como una extensión presencial de los servicios que brinda la empresa que gracias a la cual el acceso será más rápido ya que la ejecución de las aplicaciones ocurrirá de manera local. A esto se suma que las zonas locales estarán conectadas a la región matriz por medio de la red privada y el ancho de banda de Amazon, lo que hará que el tiempo de respuesta sea instantáneo, según publicó el sitio de Ambito.
"La zona argentina 'cuelga' de una región por medio de una red privada de Amazon. Esa red privada se conecta a través de fibra óptica que pasa por 25 regiones", agregó Tahta.
La crisis económica global a raíz de la pandemia dejó en suspenso algunas promesas de inversión que sonaban fuerte cuando el mundo era otro.
Uno de ellos es el proyecto de Amazon Web Services (AWS), que consiste en la instalación de un poderoso datacenter en Sudamérica que asegura la inyección de u$s800 millones y la posibilidad de incorporar unos u$s400 millones al PBI argentino.
En octubre de 2019, a través de una resolución en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires, se daba a conocer la adjudicación de tres espacios en la Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales , un parque tecnológico que contempla un esquema de beneficios impositivos y tributarios, y el acceso a energía eólica, entre otros incentivos, para captar este y otros desembolsos de compañías con presencia global.
Las sucesivas crisis cambiarias, el cambio de Gobierno y la inestabilidad derivada de las modificaciones en las reglas de juego dejaron la iniciativa en stand by. Y, como era de prever, ahora comenzaron a sonar otros países con mejor clima de negocios como destinos posibles para el ambicioso proyecto.