Parece una lenta agonía. Un proceso paulatino y, a esta altura, irreversible. No es una tendencia que solo se da en el exterior, sino que se está evidenciando, cada año con mayor fuerza, muy claramente en la Argentina.
El comercio tradicional, es decir, aquel que realiza en tiendas físicas, está perdiendo terreno a una velocidad que inquieta a muchos players del sector, independientemente del rubro.
Como contrapartida, el e-commerce desde hace tiempo viene experimentando tasas de crecimiento explosivas.
En parte porque la base estadística sobre la cual se realizan las comparaciones año tras año es pequeña, pero también por la evolución tecnológica y la confianza que fueron ganando los usuarios a la hora de usar la tarjeta de crédito así como otros métodos de pago en estas plataformas.
Acaso el dato más relevante es que la velocidad a la que avanzan estas dos tendencias contrapuestas se aceleró con fuerza el último año en la Argentina, de la mano de una recesión y una suba de costos fijos que complicó especialmente a los comercios tradicionales.
La modalidad online, si bien experimentó una leve desaceleración en el último tramo de 2018, terminó consolidando otro año con tasas positivas de crecimiento.
Para ponerlo en perspectiva, el consumo que los argentinos realizan vía Internet, a través de las plataformas más populares y de los market place que operan diferentes marcas, totalizó en 2018 una cifra en torno a los $234.000 millones.
Esto implicó una tasa de crecimiento del orden del 50% frente a los $153.300 millones registrados a lo largo de 2017. Es decir, un par de puntos por encima de la variación del índice inflacionario.
Como contrapartida, la venta de supermercados y centros de compras estará cerrando con caídas, en términos reales, cercana al 2,5% y el 1%, respectivamente.
Brecha en expansión
A la hora de trazar comparativos con el "mundo real", se puede tomar en consideración la performance de los shoppings que operan en Capital y Gran Buenos Aires, cuya facturación es monitoreada todos los meses por el INDEC.
Proyectando las últimas estadísticas, con datos a noviembre, se estima que los casi 40 centros de compras que operan en la Ciudad y el Conurbano, comercializaron productos por unos $75.500 millones.
Esto arroja dos datos importantes: en primer lugar, si bien las ventas crecieron un 23% nominalmente, cayeron fuerte en términos reales, dado que la inflación se acercó al 47% en ese período.
El segundo punto es que el e-commerce en la Argentina mueve una cifra que actualmente es tres veces superior a la de los casi 40 shoppings más importantes del Gran Buenos Aires.
Un detalle interesante es que en 2013, cuando todavía no tenía tanta difusión la compra a través del celular y los sitios de muchas marcas no estaban lo suficientemente preparados para brindar una buena experiencia a los usuarios, la facturación a través del canal online y en los centros de compra había terminado en un "empate", con operaciones por poco más de $24.000 millones.
Sin embargo, ese año marcó el punto de inflexión: para 2015, el gap a favor del e-commerce pasó a ser de casi 60%. `
Hacia 2017, en tanto, la brecha ya había saltado al 155%. Y el año pasado, la diferencia se expandió notablemente, llegando a ser del triple.
Diego Galeano, account manager de la consultora Baufest, considera que la última crisis económica ayudó a darle más impulso al canal online "porque la gente tiene la posibilidad de comparar y encontrar mejores precios".
El siguiente gráfico pone de manifiesto cómo se fue ampliando el gap entre ambos canales:
"El e-commerce es un fenómeno vigente a nivel mundial que crece de manera exponencial. Los límites geográficos desaparecen, la competencia se vuelve internacional y los actores ya no son solamente locales. Cambiaron las reglas del juego del negocio", afirman a iProUP fuentes de Mercado Libre, el principal jugador del sector.
Por cierto, la compañía fundada por Marcos Galperin se convirtió en referente de las ventas virtuales: ya está posicionada en el top 10 de las aplicaciones más usadas del país, siendo la única de comercio electrónico.
"Actualmente, somos el retail online más visitado de la Argentina: en octubre del año pasado, por ejemplo, tuvimos días de más de 10 millones de sesiones diarias", explican a iProUP.
Más tráfico web, más locales vacíos
Si bien los directivos vinculados al canal online prefieren hablar de complementación entre el mundo real y el virtual, la realidad es que el boom que está exhibiendo la venta por Internet contrasta con el pobre desempeño del comercio tradicional.
Y la menor demanda ha venido impactando, por ejemplo, en la cantidad de locales vacantes que hay en las principales áreas de la Ciudad.
Un relevamiento, realizado por la ONG Defendamos Buenos Aires en 35 barrios porteños y en 34 localidades del GBA, determinó que la cifra de establecimientos cerrados en el primer mes del año fue de más de 2.500.
"Fue un enero negro, que nos dio un promedio de 82 cierres de por día", alertan desde la organización.
En este contexto, Diego Galeano, account manager de la consultora Baufest. plantea que la modalidad de comercio tradicional está atravesando un momento de replanteos aquí y en el mundo.
"Dicha crisis está generada, en gran med