En una gran apuesta, la firma de movilidad Uber decidió adquirir 50.000 vehículos Tesla para alquilar a sus conductores como parte de un ambicioso plan para electrificar su flota en los EE.UU. para 2030.
La empresa de transporte compartido trabaja con la empresa de alquiler de coches Hertz, que anunció ayer que había pedido 100.000 Teslas.
Esta medida se produce en el marco de un escenario donde las empresas de automóviles y los proveedores de transporte de todo el mundo están bajo presión regulatoria para eliminar gradualmente los vehículos a gasolina en favor de aquellos que producen cero emisiones.
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A partir del 1 de noviembre los conductores de Uber pueden alquilar un Tesla Model 3 a través de Hertz.
California, el mercado automotriz más grande de los EE. UU., estableció reglas para las empresas de transporte compartido como Uber y Lyft, que requieren que el 90% de sus flotas sean eléctricas para 2030.
La apuesta
Uber ofreció durante mucho tiempo descuentos en el alquiler de automóviles a los conductores que no poseen su propio vehículo, con Uber y Hertz trabajando juntos en un programa de este tipo desde 2016. Pero nunca colaboraron para alquilar un vehículo específico a los conductores hasta ahora.
A partir del 1 de noviembre, los conductores de Uber que vivan en Los Ángeles, San Francisco, San Diego y Washington, DC pueden alquilar un Tesla Model 3 a través de Hertz a una tarifa de u$s334 por semana, incluido el mantenimiento y el seguro.
Luego, la tarifa semanal caerá a u$s299 o menos a medida que el programa se ponga en marcha, dice Uber. Y el programa se expandirá a nivel nacional en las próximas semanas, con el objetivo de tener los 50.000 Teslas en la plataforma de Uber para 2023.
El plan de Hertz
Hertz, la firma de autos de alquiler con sede en Florida, Estados Unidos, acaba de realizar un pedido récord a Tesla para modernizar su flota de vehículos: 100.000 unidades del Model 3.
Y si bien no trascendió la cifra final del acuerdo entre las compañías, expertos lo sitúan en la órbita de los u$s4.000 millones al calcular una cifra de u$s40.000 por vehículo.
Es importante destacar que las empresas de alquiler de automóviles suelen exigir grandes descuentos a los fabricantes de automóviles al momento de concretar este tipo de operaciones.
Según explicaron desde la compañía, el acuerdo estipula como fecha de entrega fines de 2022, y también comprará cargadores de vehículos eléctricos.
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Expertos sitúan el acuerdo en la órbita de los u$s4.000 millones
La empresa de alquiler de autos Hertz acaba de salir del periodo legal de protección que tienen las compañías al declararse en bancarrota, situación a la que llegó en mayo de 2020 debido al impacto de la pandemia.
La que es considerada como la segunda empresa más importante en el mercado de alquiler de autos, se declaró en bancarrota después de amplias restricciones de viaje por la pandemia de COVID-19 y el colapso económico global que tiró la demanda de sus servicios.
Con pérdidas de u$s356 millones, según sus últimas cuentas anuales y deudas de u$s19 millones –a la que se suman millones en activos– Hertz no tuvo mayores opciones que una reestructuración financiera de su negocio en los Estados Unidos y Canadá.
Si bien esta restructuración le permitirá operar en otros mercados como Europa y México -debido a que en estos mercados su operación se limita al franquiciado-, deja en una mala posición a la compañía.
De esta manera, la epidemia vino a marcar un punto de quiebre para un negocio que ya tenía problemas desde hace algunos años, los cuales lo llevaron a buscar nuevas opciones de negocio que ahora mismo podrían beneficiar a Uber.
En junio pasado designó a Mark Fields, exCEO de Ford, como Director Ejecutivo interino en octubre, cuando reveló el objetivo de llevar a la firma a tener la flota de alquiler de vehículos eléctricos más grande de Norteamérica.
Para Fields, las EVs son ahora vehículos convencionales, y la compañía empieza a ver una creciente demanda global e interés.