Todo sube de precio en la Argentina y Netflix también. Sin embargo, no es por producto de la inflación, ya que la plataforma anunció aumentos en casi todos los mercados en los que opera.

Para acceder a la información respecto a la nueva tarifa, los usuarios que ingresen a "mi cuenta" en la plataforma de streaming, verán un cartel que les advierte sobre el aumento de precios dependiendo el plan que posee y a partir de cuándo se aplicará la suba.

Suba de precios

De esta manera, las suscripciones del servicio de streaming oscilarán entre 379 y 939 pesos, de acuerdo con los planes disponibles. A dichos precios hay que sumar la carga impositiva correspondiente.

Así, a la tarifa original hay que sumarle el IVA, del 21%, el impuesto PAIS, del 8% y el adelanto del impuesto a las Ganancias del 35%.

De esta forma, con los impuestos, los clientes, según el plan de suscripción de Netflix pagarán:

Pero, cómo queda ahora el ránking de precios a nivel global.

¿Caro o barato?

Al convertir los importes al dólar solidario ($172,50), los abonos en la Argentina quedan en u$s2,20 (básico), u$s3,70 (estándar) y u$s5,44 para el premium, sin tener en cuenta los recargos impositivos.

De esta forma, cuesta una cuarta parte que en la tierra natal de Netflix: en Estados Unidos, esos abonos parten en 8,99 dólares, el estándar pasa a u$s13,99 para el estándar y el más completo se fija en u$s17,99.

En Latinoamérica, Netflix muestra más precios más económicos. Y la Argentina también lidera sus planes cuestan la mitad que en Brasil y tres veces menos que en Chile, Uruguay y México.

Precios de los abonos en distintos países del mundo en dólares estadounidense (fuente: Netflix)

Cruzando el charco, los abonos europeos también son más caros: en España comienzan en 9,18 dólares, mientras en Reino Unido arrancan en u$s8,09. Es decir, hasta cuatro veces más caros.

Curiosamente, Turquía, que solía tener el abono de Netflix más económico del mundo, ahora deja ese lugar a la Argentina. En el país euroasiático los planes cuestan: entre 3 y 6 dólares, es decir, 5% más caros que en tierra albiceleste.

No sólo Netflix

Tal como indicó iProUP en su Índice Bitcoin, la Argentina también es un país "barato" al medir los precios esa criptomoneda. De hecho, tiene los precios más económicos para adquirir comestibles.

En efecto, una cena para dos personas ronda 3.000 pesos, lo que equivale a 0,00034 bitcoins. Es decir, casi 70% menos que en Brasil, la mitad que en México o cuatro veces más barato que en EE.UU., España o Reino Unido.

Un panorama similar ocurre con el BigMac, la hamburguesa estandarte de McDonald's utilizada por The Economist para medir cuán valorizada o depreciada está una moneda.

En el caso del Índice Bitcoin, este platillo (en combo con gaseosas y papas) cuesta unos 600 pesos, lo que equivale a 0,000074 unidades de la criptomoneda líder. La versión argentina también está entre las más económicas de la tabla: 18% en comparación con EE.UU. y 42% respecto a Uruguay, si se pagaran con Bitcoins. 

Si bien los consumidores albicelestes notan cómo cada vez llenan menos el changuito, Argentina también pica en punta en dos productos básicos del supermercado: el aceite y la carne.

Tomando como muestra el corte "ojo de bife", el kilo cuesta $1.500 (0,00018 BTC). Lo curioso es que, medido en la criptomoneda, el país –sexto productor global– también tiene los mejores precios respecto a otros pesos pesados de la carne vacuna: Brasil (58% más cara), EE.UU. (1177%) y Australia (115%). En Europa, los precios muestran al menos un 113% de brecha.

En el caso del aceite, las diferencias son mayores. la botella de litro y medio ronda los $237 (0,0000291 bitcoins). Es decir, entre dos y tres veces más barata que en EE.UU y Uruguay.

"El problema no es que los alimentos valgan menos, sino que el peso está super devaluado. Hay una pérdida de valor terrible", remarca a iProUP Damián Di Pace, director de Focus Market.

Por otro lado, Martín Kalos, economista jefe de EPYCA, señala a iProUP que "este fenómeno se explica por los costos más bajos en moneda local. Somos uno de los grandes productores de alimentos y otros países que no lo son tienen que añadirle el flete y otras cuestiones".

La Coca Cola, cuyo precio tiene un componente importado, muestra menor brecha respecto a otros mercados: la lata de 340 mililitros vale $71 (0,0000087 bitcoins en Argentina). Así, cuesta menos de la mitad que en España, Chile, Reino Unido, México y Uruguay.

La industria textil fue, sin dudas, una de las más golpeadas por la pandemia, impactada por el cierre de actividades "no esenciales" durante la primera etapa de la cuarentena. 

Pero también es una de las más "protegidas" arancelariamente y una de las que posee mayor carga impositiva en toda su cadena de valor, lo que haría pensar que es uno de los ítems más caros en el país. Al menos, así lo indicaban, hasta antes del coronavirus, los viajes de los argentinos a los malls de Miami a "llenar" las valijas con ropa a precio de ganga.

Sin embargo, el relevamiento de una prenda Levi's, comercializada en la tienda oficial, arroja que Argentina ofrece uno de los precios más económicos del mundo medido en Bitcoins. Un jeans ronda en Argentina los $8.600 (0,0010 bitcoins), una oferta sólo superada por EE.UU., donde cuesta 0,0091. En el resto de los países relevados se vende más caro: Reino Unido ( 186%), España (160%) y Chile ( 19%).

Otra de las etiquetas más buscadas por quienes viajan al exterior es GAP: el tradicional buzo con capucha es muy demandado por quienes visitan las grandes tiendas de La Florida. En Argentina se consigue por 0,000049 bitcoins ($4.100), la mitad que en EE.UU., Australia o Brasil o el triple que en México. En otras naciones relevadas hay una diferencia mayor al 120%.

En el rubro calzado deportivo se observa una tendencia similar: un par de zapatillas Adidas Superstar se adquiere por $16.000 (0,00196 bitcoins) en el sitio local de la marca alemana. Un precio más barato –medido en criptomonedas– que en el ecommerce oficial de los países del primer mundo, precio similar a Uruguay y más cara (17%) que Brasil.

La Argentina, además, tiene un raro récord. Un vestido de Zara, una marca conocida por sus precios accesibles, cuesta más en la Argentina que en el resto de los países relevados. Una página más para el manual de paradojas vernáculo.

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