La compañía Hanson Robotics presentó a Grace, su nuevo robot social capaz de ejercer de auxiliar de enfermería y el cual se especializa en el cuidado de adultos mayores.

Este humanoide posee aspecto de mujer y sus desarrolladores le incluyeron sensores de calor y cámaras que le permiten tomar la temperatura y el pulso a los pacientes y recopilar datos que ayuden a los médicos a diagnosticar enfermedades y prescribir tratamientos.

Además Grace es capaz de comunicarse gracias a su avanzada Inteligencia Artificial (IA) y sus fabricantes la han dotado de una piel de nanotecnología patentada que le permite emular las expresiones humanas con una expresividad que se destaca de sus pares.

Este robot es capaz de hablar en inglés, mandarín y cantonés, entre otros idiomas, tiene tecnología de reconocimiento de voz y hasta puede reconocer no sólo las caras y voces, sino también su estado de ánimo a través de las expresiones faciales.

"Hermana" de Sophia

La firma detrás de la creación de esta moderna robot enfermera, Hanson Robotics, es la misma que diseñó a Sophia, la humanoide altamente sofisticada y capaz de interaccionar con seres humanos.

Gracias a su increíble desarrollo, en octubre de 2017, Arabia Saudita le concedió la ciudadanía a Sophia, que en los próximos meses será producida en masa.

Sophia posee reconocimiento de objetos y expresiones faciales a través de dos sofisticadas cámaras incrustadas en sus ojos que le permiten; un avanzado procesamiento del lenguaje natural para construir frases con cierto sentido; y lo más llamativo, una muy lograda apariencia humana, tanto por su gestualidad como por su habilidad para mantener el contacto visual con las personas con las que interactúa.

Sophia

No todo lo que brilla....

Lo que no puede ofrecer Sophia, pese a las expectativas generadas por sus creadores y las organizaciones que la usan en sus conferencias y eventos, es una conversación inteligente con seres humanos.

Está entrenada para dar respuestas coherentes sobre temas predefinidos. Lo hizo sobre las medidas de prevención sanitaria, el voto por correo o los recursos disponibles en la app creada por Madrid para el 4-M.

Pero también quedaron en evidencia sus dificultades para salirse del guión que le han escrito sus desarrolladores.

Preguntada a primera hora de la mañana por sus predicciones para la jornada electoral, la robot de piel siliconada solo acertó a augurar una noche divertida. Sobre la posibilidad de sustituir a medio plazo a los periodistas, el robot humanoide aseguraba que "tenía otros planes".

Al igual que cualquier otro sistema de inteligencia artificial, por muy avanzado que sea, Sophia no entiende la mayor parte de las cosas que se le preguntan, no construye frases originales por sí misma y "tampoco es un sistema vivo que tiene instinto o sentimientos", como vende Hanson Robotics. En resumen, no es más inteligente que otros sistemas.

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