La pandemia generó incontables complicaciones para todo el mundo, pero algunos sectores de la industria encontraron en ella a un aliado para acelerar procesos y avanzar en pocos meses lo que en tiempos normales les hubiera demandado varios años.

Así, las fintech, por citar un ejemplo, aprovecharon las limitaciones generadas por el coronavirus en cuanto a la presencialidad y lograron posicionarse como una solución financiera entre aquellas personas que están fuera del sistema tradicional y captaron hasta a los profesionales que eran dejados de lado por los bancos.

Otro caso fue el de las criptomonedas, las cuales también ganaron millones de usuarios alrededor del planeta, en especial en aquellos países donde las divisas locales son débiles y pierden valor constantemente ante el dólar, como ocurre en la Argentina.

Pero estas industrias no fueron las únicas en validar el juego de palabras chino en el que en el ideograma "crisis" está también escrito el término "oportunidad".

Las startups, en especial aquellas relacionadas con el segmento de la alimentación, que se están abriendo paso entre las adversidades y gracias a proyectos originales, acompañados en muchos casos por inversiones semillas, se están destacando y cada día suman más jugadores.

Argentina es conocida como "el granero del mundo" y gracias al desarrollo local también es, para muchos, la cuna de la industria foodtech (acrónimo de comida y tecnología).

Más aún con el reciente caso de éxito del otro lado de la cordillera: la chilena NotCo, que crea réplicas de alimentos usando sólo plantas e inteligencia, acaba de convertirse en unicornio y ya vale más de u$s1.500 millones.

Solución a la merma

Una startup nacional fue escogida –por su contribución en los sectores agtech y foodtech– entre las veinte compañías seleccionadas por Village Capital y Fundación Visa para su programa "el futuro de la alimentación", que las contacta para recibir inversiones por su labor abordando los desafíos más urgentes de la región para los sectores de tecnología agrícola y alimentaria.

Así, entre los proyectos finalistas se encuentra SaveTic, firma local que permite, a través de una plataforma digital, controlar en tiempo real el stock y vencimiento de los productos ubicados en los puntos de venta. En diálogo con iProUP, Mauricio Kremer, uno de sus fundadores, detalla que la idea surgió al ver la gran cantidad de perecederos que se tiran en supermercados.

"Vengo de la rama del retail. Si bien la empresa donde trabajaba era uno de los principales proveedores de arroz, estaba en contacto con otras firmas de frescos. Y ahí veía la cantidad enorme de comida que se tiraba como si nada", recuerda Kremer.

El experto, que cuenta con amplia experiencia en marketing comercial, logística y gestión, añade: "Con un compañero se nos ocurrió la idea y empezamos a hablar con grandes cadenas de supermercados que teníamos contactos para validarla. Dejamos una larga carrera corporativa de lado y desde enero nos volcamos al 100% a la plataforma".

Así nació SaveTic y hoy se encarga de solucionar un problema común para muchos comercios: reducir las pérdidas gracias al rastreo de un producto al llegar a la góndola con un código ya existente, certificado por GS1, entidad que otorga los códigos de barras.

"Es que cuando llega a la sucursal se le pierde el rastro, porque dentro de un supermercado se sabe el stock por unidad pero no se tiene en cuenta la fecha de vencimiento. Con nuestro software damos esa información y con alertas sobre qué mercadería se está por vencer para que pueda actuar el repositor", explica Kremer.

Además, el ejecutivo subraya que en Argentina la merma del sector perecederos alcanza casi el 5% del total de facturación en los supermercados, entre productos que caducan, roturas y robos.

El equipo de SaveTic está compuesto por siete personas y, si bien en esta primera etapa brinda soluciones a pequeños comercios, tiene capacidad para trabajar con grandes clientes que se encuentren en cualquier parte del mundo. Además, está próxima a abrir una nueva ronda de inversiones.

"Quien decide utilizar nuestro software tiene un tiempo de implementación que no debería durar más de tres semanas. Lo que demora es en ver resultados porque apuntamos a que estos se reflejen en dos meses para así generar métricas y un histórico en el que puedan ver el impacto positivo", detalla el especialista.

El "Tinder" de la harina

La Argentina cuenta con más de un centenar de molinos de trigo. Si bien el sector sumó diferentes herramientas en los últimos años para que el proceso de venta gane en formalidad, como los controladores eléctricos, aún resta camino por recorrer.

Así fue como Matías Durante, quien se desempeñó como gerente comercial y jefe de ventas en reconocidas firmas del rubro, vio la oportunidad y comenzó a desarrollar la plataforma Modo Agrario, que le brinda trabajo a siete personas. 

Esta startup ya se encuentra online y permite, en esta primera etapa, que los productores le soliciten cotizaciones a los molinos registrados y que cada uno transmita su experiencia, lo cual también la transforma en una plataforma colaborativa.

"La idea nació en la prepandemia al ver cómo sería el futuro en la industria harinera, y cómo aún varios procesos en diferentes ámbitos se hacían de manera informal. Somos una plataforma en la que se puede solicitar cotización de manera directa a los molinos", asegura el emprendedor.

"Nuestra propuesta es digitalizar y democratizar el proceso de compra y venta, sea para fábricas grandes como para panaderos. Cada uno deja su pedido de cotización y recibe una respuesta de los interesados. Ya tenemos 14 molinos en la plataforma y aspiramos a aumentar esa cifra", manifiesta Durante a iProUP.

El experto destaca que varias firmas optan por el mail para manejarse, pero es sabido que muchas veces puede traspapelarse en la bandeja de entrada. "Sin embargo, –advierte el CEO de Modo Agrario– con el proceso digitalizado, queda registro de todo. Es transparente. Todo puede ser auditado para el caso de las industrias y disminuye los costos al aumentar la oferta".

Además, para la próxima etapa de la plataforma, sus desarrolladores planean incorporar a la alimentación animal, que es un derivado de la molienda de trigo.

Lugar para lo saludable

La startup Tomorrow Food, dedicada a la extracción de proteínas de origen vegetal y los transforma en distintas soluciones saludables, anunció su hamburguesa sin carne. 

"Hoy la industria está apuntando a desarrollar alimentos de producción sustentable", afirma a iProUP Gonzalo Segovia, cofundador de la compañía que nació en Pergamino, Buenos Aires.

Por tal motivo, detalla el experto, aparecen los análogos cárnicos, "que se pueden elaborar a partir de proteínas vegetales o del cultivo celular en un laboratorio".

El equipo de Tomorrow Foods

Y tras un largo trabajo, la firma ya tiene a la venta su primer producto, sus hamburguesas de proteína vegetal, aptas para veganos, reducidas en sodio y libres de colesterol, entre sus cualidades más destacadas.

La startup ya habilitó el contacto con vendedores para las presentaciones "Hamburguesa Plant Based" (medallón 80 gramos o 112 gramos) y "Pre-Mix receta" (para prepararlas del tamaño y formato que el usuario quiera).

La firma levantó u$s3 millones en su segunda ronda para profundizar y acelerar sus esfuerzos en investigación y desarrollo, además de fortalecer su división comercial.

El futuro de las foodtech

El caso de la startup Frizata es un claro ejemplo del potencial del sector: la firma rosarina produce, comercializa y distribuye alimentos congelados desde una plataforma digital y directo al hogar.

Su modelo fue validado por el mercado: cerró una ronda de inversión por u$s5 millones liderada por SP Ventures y Marcos Galperin. Además, desembarcó en Chile y planea llegar a EE.UU y Asia.

"Argentina es valorada como gran productor de alimentos y la tecnología permite sumar valor a los commodities que tenemos. Pero no solo a la soja y cereales, sino a todas las categorías", señalan a iProUP desde la firma de la red Endeavor.

José Robledo y Adolfo Rouillon, fundadores de Frizata

En el mismo sentido, Kremer destaca que existe un amplio abanico de oportunidades para el sector ya que "el consumidor es cada vez más exigente" y la tecnología aplicada a la comida ayuda de diferentes maneras.

"Con la trazabilidad de los alimentos es posible saber de dónde vienen y qué comiendo. Se puede conocer todo lo que hay desde el campo hasta el plato. Y además en el medio de la cadena se pueden optimizar procesos", explica el experto de SaveTic.

Por su parte Durante indica que la pandemia le ha dado un empujón al rubro y que si bien "hay muchísimas buenas ideas, un porcentaje logrará establecerse y en una segunda etapa se dará una conexión entre los jugadores".

Es que las foodtech nacionales están frente a un contexto en el cual si aprovechan el viento a favor podrán seguir creciendo y trascender más allá de las fronteras. Y volver a ser el "granero del mundo", pero en versión 4.0.

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