En el mundo, el juego online ha sido impulsado desde hace ya más de 12 años. Una industria que en Europa, principalmente, ha traído grandes beneficios al fisco y en otros países como Colombia ha financiado la salud pública.
¿Cuál es el efecto del crecimiento de este sector en distintos países del mundo? ¿Cómo viene la Argentina en comparación con otros países? ¿Cómo ha sido la evolución de las regulaciones en países con experiencia en esta industria?
A continuación veremos punto por punto estas cuestiones.
Efecto del crecimiento de la industria de iGaming
Para ver el o los efectos del crecimiento de la industria denominada iGaming hay que mirar donde más desarrollo ha tenido esta última: Europa.
Particularmente, no fue Estados Unidos quien lideró el mundo de los casinos online y apuestas deportivas, sino Europa, acercándose ahora a un momento en el que el continente antiguo ha llegado a la madurez de los distintos mercados que componen la Unión Europea y donde jugar online es legal.
Los países escandinavos, con largas horas sin sol y una cultura más ligada a menos socialización, tuvieron bastante éxito en pasar un hábito ancestral -el de jugar en casinos y apostar en carreras y deportes -al ámbito online.
Otros países como España, con una gran cultura y pasión por el deporte, vieron el éxito principalmente en apuestas deportivas, pero la industria de los casinos online también ha crecido de manera sostenida en los últimos 6 años.
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Fuente: Ordenación del Juego.
El caso español es, de hecho, curioso, porque la regulación ha sido bastante estricta, principalmente en lo que concierne a la publicidad de bonos de casino. La razón: una preocupación creciente por cada vez más jóvenes empezando a hacer apuestas online a temprana edad, pese a que son ya mayores de 18 años como la ley lo exige.
Alemania, por su parte, espera pasar a los hechos una regulación muy fuerte a los máximos montos de apuesta, que podría golpear la industria de manera contundente.
En general, Europa está girando a un punto de madurez en el que la mayoría de los países que la conforman están en proceso de establecer regulaciones fuertes o de legalizar por primera vez el juego online.
De esta manera, el crecimiento es sostenido pero altamente regulado, buscando no sólo proteger al jugador, sino la riqueza que está generando este sector en Internet que, por supuesto, no se ha visto afectado tan negativamente por el contexto mundial que atravesamos al momento de escribir este artículo.
Cómo viene Argentina en la regulación del juego en línea
Argentina viene atrasada y tiene una deuda grande con respecto a los jugadores, a quienes debe proteger de jugar en casinos no legales, pero también una necesidad obvia de cobrar impuestos por el ejercicio de licencias en un mercado interesante, como es el Argentino: uno de los países con mayor pasión por los deportes; con una clase media importante y métodos de pago electrónico en desarrollo más avanzado que otros países latinoamericanos.
La Argentina tiene un sólo inconveniente: un marco jurídico federal que fácilmente puede crear caos para los operadores de juego que quieran, no sólo venir a operar a Buenos Aires, donde actualmente está legislado, sino también a toda la Argentina.
Hacia dónde evoluciona el juego online
Hay una constante: el juego y las apuestas están pasando a canales electrónicos que brindan no sólo privacidad y practicidad; sino también seguridad, dentro de la regulación adecuada.
Un país que no tenga entre sus planes legalizar los casinos en línea o las casas de apuestas en Internet, afrontará un problema, pero sobre todo, perderá una oportunidad de redirigir una demanda hacia el propio fisco y así, poder reinvertir en su propio país.
Las regulaciones estrictas con el objetivo de proteger al consumidor final, es decir, al jugador, funcionan, siempre y cuando vayan enfocadas a la protección y no a la prohibición, como se ha visto en la experiencia Italiana o la española.
Industrias complementarias que se benefician
No todo el margen de ganancias está en las casas de apuestas. También existen negocios conectados necesariamente al juego online, que crecen paralelamente con ellas.
Tales son los métodos de pago electrónicos, como las billeteras virtuales, que a través de los casinos en línea encuentran un buen flujo de clientes.
Algunos casinos aceptan depósitos de mínimo 5 euros en España, (alrededor de 600 pesos argentinos hoy en día), a través de métodos de pago instantáneos como PayPal o incluso a través de tarjetas de crédito a un costo cero para el jugador; aunque los depósitos suelen ser superiores, especialmente entre el tercer depósito en adelante, donde los jugadores pueden llegar a superar los 150 euros si han verificado su identidad, por lo menos, en el caso español.
Pero también del lado del marketing hay una oportunidad que pasa desapercibida. Existen empresas de marketing de afiliación que se dedican enteramente a crear sitios web de reseñas e información útil para el jugador, por no hablar de la inversión en publicidad de marca que los operadores de juego ejecutan offline y online.
De esta manera, se trata de una de las muchas industrias que Internet ha abierto y a la que se mira con recelo, pero que a su vez, puede generar más empleo, soportar otras empresas y negocios y traer enormes cantidades de divisas a los países menos desarrollados.