El último ciberataque masivo que ha sufrido Estados Unidos ya suma más de 1.000 víctimas en 17 países de todo el mundo, entre ellos Reino Unido, España, Sudáfrica, Canadá y México, según informa Bloomberg. 

Esta ola de ataques de ransomware se ha producido después de una brecha de seguridad de la empresa tecnológica norteamericana Kaseya. El Gobierno de Estados Unidos ya ha ordenado abrir una investigación para conocer quién está detrás del ciberataque.

La empresa de ciberseguridad Huntress señala que el responsable podría ser el colectivo de ciberdelincuentes REvil, de origen ruso. Este grupo ya atacó a Adif el año pasado y, en los últimos días, han confesado el robo de bases de datos a MásMóvil

El último gran ataque masivo a empresas en el formato ransomware es uno de lo más grande registrados

"No estamos seguros de quién es el culpable. He pedido a los servicios de Inteligencia que me faciliten un análisis profundo de lo que ha sucedido", ha explicado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una visita oficial al estado de Michigan. 

"No estamos seguros de que sean los rusos. La idea inicial fue que no era el Gobierno ruso, pero todavía no estamos seguros", ha añadido Biden, que hace tan solo unas semanas pidió al presidente del país, Vladimir Putin, que luchase por frenar los ciberataques vinculados a grupos de hackers del país. Biden también ha asegurado que aún no ha contactado con Putin para hablar sobre este caso.

La mayoría de empresas afectadas son del sector tecnológico. Pero hay afectados de otros sectores. Por ejemplo, la cadena de supermercados sueca Coop ha tenido que cerrar la mayoría de sus 800 establecimientos en este país durante al menos un día, ya que han dejado de funcionar sus cajas registradoras, según desvela Bloomberg.  

Joe Biden no descarta la posibilidad de la participación de Rusia en este ciberataque

A lo largo de los últimos meses se han ido produciendo diferentes ciberataques de ransomware en todo el mundo, algunos de ellos devastadores. En España, el Ministerio de Trabajo sufrió un ataque el pasado mes den junio y ha tenido que invertir 400.000 euros para recuperar su infraestructura técnica.

Este tipo de ataques se han convertido en una cuestión de seguridad nacional, ya que también pueden afectar a infraestructuras de servicios esenciales como la atención médica.

Fuente: Busines Insider España

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