Un nuevo desarrollo del MIT entrenó a un sistema de inteligencia artificial para que domine al popular juego. Su impacto en las fábricas del futuro
31.01.2019 • 11:20hs • Inteligencia Artificial
Inteligencia Artificial
Video: este robot del MIT ya es capaz de dominar todos los secretos del Jenga
La inteligencia artificial ya es mejor que los humanos en videojuegos, concursos de preguntas y respuestas, y hasta en un antiguo juego de mesa chino. El próximo paso parece ser el popular Jenga.
En un artículo recientemente publicado, científicos del MIT describieron cómo enseñaron a un robot sobre la física del mundo real y lo llevaron a la práctica en el popular juego familiar.
¿Por qué el Jenga? Debido a que, a diferencia de los juegos puramente cognitivos que se basan en señales visuales, como el ajedrez o el Go, Jenga "requiere el dominio de habilidades físicas como sondear, empujar, tirar, colocar y alinear piezas", afirmó el profesor Alberto Rodríguez, del MIT.
El robot (equipado con sensores de fuerza y cámaras) inmediatamente comenzó a manipular los bloques de Jenga usando su brazo de dos puntas. Es una tarea que parece fácil en la superficie pero, a medida que el juego se hace cada vez más difícil, puede causar pánico en los jugadores humanos.
Luego de 300 movimientos, el bot desarrolló un modelo físico del mundo. "El robot construye grupos y luego aprende modelos para cada uno de estos grupos, en lugar de aprender un modelo que capture absolutamente todo lo que podría suceder", dijo la autora principal del artículo, Nima Fazeli.
Este enfoque práctico difiere de la norma, por el cual los científicos entrenan una red neuronal alimentándola de datos. Además, como se ha visto recientemente, los investigadores incluso están abandonando las interacciones del mundo real y recurriendo a simulaciones virtuales para entrenar droides más grandes.
Por ahora, el robot juega solo. Sus creadores afirman que su nueva destreza marca un importante paso adelante para la manipulación robótica de objetos del mundo real. El avance podría dar lugar a máquinas industriales menos torpes.
Así, en el futuro, el mismo brazo podría ir más allá de los bloques en miniatura para construir automóviles y muebles en fábricas y almacenes.