Deloitte, una de las llamadas "Cuatro Grandes Auditoras", junto a PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young y KPMG, será la primera es dar un paso más en el mundo del teletrabajo al permitirle a sus empleados que decidan "cuándo, dónde y cómo" desarrollarán sus actividades laborales.

De esta manera, la compañía apostará por un modelo revolucionario para brindarles total libertad a sus 20 mil empleados en el Reino Unido para gestionarse.

Esta jugada que inclina a la firma por el trabajo ultraflexible choca con la de otras empresas que se han opuesto a la flexibilidad desde el inicio de la pandemia.

 

Diferentes posturas

Mientras puertas hacia afuera el debate sobre el futuro del teletrabajo y si ayuda -o no- a mejorar aspectos como la conciliación o la productividad de los empleados, Deloitte se inclinó por otra forma para afrontar la vuelta a las oficinas.

Y mientras grandes como Google o Apple se inclinaron por un modelo híbrido que deje claro que la oficina será necesaria, la consultora británica sorprendió con su decisión de permitirles a los empleados escoger "cuándo, dónde y cómo trabajar" tras el éxito del trabajo a distancia durante la crisis del coronavirus.

"Dejaremos que nuestra gente elija dónde necesita estar para hacer su mejor trabajo, en equilibrio con sus responsabilidades profesionales y personales", manifestó el director ejecutivo de Deloitte, Richard Houston, en declaraciones a The Guardian.

Y agregó: "No voy a anunciar ningún número fijo de días para que la gente esté en la oficina o en lugares específicos. Eso significa que nuestra gente puede elegir la frecuencia con la que vienen a la oficina, si es que deciden hacerlo, mientras se centran en cómo podemos servir mejor a nuestros clientes".

 

Las demás irán por otro modelo

El debate sobre el teletrabajo sigue presente en el Reino Unido y mientras se espera que el gobierno de Boris Johnson apruebe una normativa para darle libertad a cada empresa para decidir qué quiere hacer, las firmas comenzaron a planificar el resto del año.

Y en la vereda opuesta a Deloitte se ubica el jefe de Goldman Sachs, David Solomon, quien calificó al home office como una "aberración" y confesó que le preocupa cómo formar a la próxima generación de banqueros si la mayoría del personal trabaja a distancia.

Por su parte, el director general de Morgan Stanley, James Gorman, también sugirió que los trabajadores no pueden esperar los mismos salarios elevados si evitan acudir a sus puestos de empleo.

"Si quieres que te paguen las nóminas de Nueva York, trabaja en Nueva York. Nada de...'Estoy en Colorado... y me pagan como si estuviera en Nueva York'. Lo siento, eso no funciona", sentenció.

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