Inspirados en una idea que ya funcionaba en otros lugares del mundo, en el año 2013 Qero se propuso reducir al máximo la enorme cantidad de vasos descartables que se desechaban en los diferentes eventos que se desarrollaban en el país. "Consumir una bebida nos lleva pocos minutos, y el desecho impacta en el ambiente por cientos de años" indica Esteban Bancalari, uno de los fundadores de Qero junto a Olivier Habonneaud.

Tras 8 años de experiencia y aprendizaje, trabajando en los festivales más importantes del país, pasando por municipios y grandes eventos deportivos, empresas y pequeños productores de eventos privados, Qero extendió el uso de sus ecovasos, su producto estrella, evitando el uso de 300 millones de vasos descartables, lo que equivale a 2500 toneladas de plástico que hubieran terminado en la basura. Y no solo eso, sino que en estos eventos lograron transmitir su mensaje sustentable a más de 30 millones de personas.

Certificados como empresa de triple impacto desde 2017 ("empresa B"), los ecovasos de Qero ya están presentes en la Argentina y Bolivia, con un fuerte anhelo de expansión a nivel Latinoamérica.

La crisis de la pandemia, y la oportunidad de la tecnología

La cuarentena a partir del COVID19 tuvo un impacto fulminante en el sector eventos y festivales, y también afectó en gran medida al sector gastronómico. En ese contexto, Esteban y Olivier sabían que la única forma de sostener su empresa era mediante la incorporación de la tecnología y la transformación de su modelo.

Así, en plena pandemia lanzan su modelo denominado Café Circular, la primera red argentina de vasos retornables de café para llevar.

"Los nuevos hábitos de consumo con el take away como única alternativa nos permitieron ver a nosotros, a los bares y cafeterías y al público la cantidad de vasos descartables que se utilizaban y descartaban, con lo que decidimos desarrollar una red que une café, conciencia ambiental y tecnología de una manera novedosa" comenta Bancalari y agrega "tengamos en cuenta que en gran parte de las cafeterías los vasos descartables que se entregan son casi imposibles de reciclar ya que están compuestos por una mezcla de papel y plástico (conocida como "polipapel") que no se puede separar, paso previo indispensable en el proceso de reciclado", remarcó.

El modelo es simple: al ingresar a una cafetería o bar de la red el consumidor puede optar por pagar una seña al pedir su café para llevar en un vaso retornable de Café Circular. Luego de consumir su café adonde quiera y sin generar residuos, puede scanear el código QR del vaso para ver en qué punto de la red le queda más cómodo devolver el ecovaso (recuperando su seña) o canjear el vaso sucio por uno limpio para consumir otro café.

 

La inclusión del código QR es un elemento simple y que la gente ya está acostumbrada a utilizar, y que en este modelo nos trajo una gran ventaja.

Presentes en 80 cafeterías y bares, en 15 ciudades y 9 provincias, cada semana Café Circular recibe entre 3 y 4 comercios más para sumarse a la red.

Y la transformación digital no culmina aún: el siguiente paso, según los fundadores, vendrá de la mano de una App –que actualmente está en desarrollo y esperan tener funcionado para fines de año– que promete generar en cada cafetería y usuario de la red un registro del menor impacto ambiental que ha generado a través del sistema Café Circular y acumular "méritos" para obtener beneficios y descuentos.

"La tecnología nos permitió transformarnos y estoy seguro que será una palanca fundamental para escalar nuestro modelo y generar valor diferencial a las empresas, el ambiente y la sociedad", concluye Bancalari.

*Por Diego Pasjalidis, Head of Innovation & Digital STEFANINI Argentina

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