El prototipo de cohete Starship SN11 de SpaceX explotó al aterrizar en la ciudad estadounidense de Texas durante una prueba de vuelo, en lo que representó el cuarto fracaso consecutivo en este tipo de pruebas desde diciembre.

Luego de tres intentos sin éxito, el nuevo prototipo del cohete Starship de SpaceX se estrelló en un nuevo test de los prototipos, confirmó Elon Musk, fundador de la empresa, en su cuenta personal de Twitter (@elonmusk).

"Ocurrió algo importante" al momento del descenso, escribió. "Deberíamos saber qué fue en cuanto podamos examinar los fragmentos más tarde durante el día", destacó Musk, quien en todo de broma agregó: "Al menos, el cráter está en el lugar correcto!".

El cohete se elevó más de 9 kilómetros y descendió horizontalmente sobre el golfo de México antes de pasar a una posición vertical para realizar el aterrizaje.

Sin embargo, minutos después del comienzo de la prueba, la imagen se oscureció. La niebla ocultó la explosión, pero las transmisiones en vivo mostraron un destello.

El 4 de marzo pasado, el prototipo Starship SN10 explotó poco después de aterrizar tras la suspensión de la prueba inicial. Un mes antes, de una forma similar, se hizo pedazos en su descenso final la Starship SN9, al igual que el SN8 en diciembre de 2020.

Pese a estos sucesivos fracasos, los analistas consideran que SpaceX recoge datos muy valiosos que ayudarán a acelerar el desarrollo de su programa espacial.

Con el tiempo, SpaceX planea combinar la nave Starship con un cohete de magintudes superiores, con el objetivo de lanzar un equipo totalmente reutilizable.

Esta versión final tendrá una altura de 120 metros y podrá transportar 100 toneladas métricas a la órbita de la Tierra, cifra que lo convertiría en el vehículo de lanzamiento más poderoso desarrollado hasta ahora.
 

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