Se dice que todo emprendedor exitoso es aquel que ve la oportunidad en un mercado que suele estar oculto para el común de los mortales.Este fue el caso de Brian Armstrong, CEO y fundador de la casa de cambio de criptomonedas estadounidense Coinbase, que está a punto a salir a la Bolsa.

Si bien no es una de las figuras más conocidas y mediáticas del ambiente tecnológico, hoy es una de las caras más exitosas del Silicon Valley. Y pasó de ser un adolescente amante de la informática hasta entrar al club de los multimillonarios.

Nacido el 25 de enero de 1983 en California, aprendió programación web cuando estaba en la primaria. Se autodefine como un "nerd" y reconoce haber sufrido bullying su paso por la escuela.

Sin embargo, nada detuvo su interés emprendedor y arrancó –siguiendo el sueño del Silicon Valley– en el garage del vecino cuando estaba en la secundaria: diseñaba sitios web a pequeños negocios del barrio y restauraba computadoras para revenderlas.

En 2001, finalmente entró en la Universidad de Rice, en Texas, donde estudió Ciencias de la Computación y Economía. Se graduó en 2005 con las mejores calificaciones y un año más tarde cursó la Maestría en Ciencias avanzadas de la computación en la misma casa de altos estudios. 

Emprendedor en Argentina

Cuando cursaba el tercer año de la universidad, Armstrong pasó cuatro meses como pasante en IBM en San José. Pero más tarde cofundó UniversityTutor.com, un portal que sigue funcionando y es una especie de Tinder de las clases de apoyo: conecta profesores particulares con alumnos universitarios que necesiten subir sus calificaciones.

En paralelo con este proyecto, Amstrong ingresó a Airbnb.com como ingeniero de software en 2011, pero hubo algo que siempre lo sorprendió: la empresa transfería dinero a los dueños de las propiedades en Latinoamérica, pero sujetas a altas tarifas y demoras.

"Intentábamos enviar dinero a alguien en Uruguay y no sabíamos cuánto aparecería del otro lado. Debíamos buscar una alternativa a las reguladas transacciones de dinero habituales", diría tiempo después.

No fue su único contacto con la región. El emprendedor ya había pasado un año en Argentina luego de graduarse, porque "quería viajar durante un año e intentar trabajar de forma remota, como una aventura. Averiguar qué hacer con mi vida".

Amstrong vivió algunos meses en la Argentina antes de fundar Coinbase

"Fue una experiencia interesante ver el sistema financiero en otro país como ese, que había pasado por una hiperinflación", revela. De hecho, lo sorprendía la evolución de los precios.

Los problemas con los pagos en Airbnb lo hicieron remontar a ese tiempo en Buenos Aires y ocurrió la "epifanía criptográfica": crear una empresa que usara esa herramienta, de la que había escuchado en la Navidad de 2010, y fuera creada por un tal Satoshi Nakamoto.

Si bien no había demasiadas compañías que se dedicaran a Bitcoin, comenzó a pensar en formas de aprovechar este mercado potencialmente grande y su espíritu Entrepreneur.

Por ese entonces, Armstrong leyó un folleto sobre estas divisas y compró u$s1.000 a valor de u$s9 por unidad. El precio llegaría a bajar hasta los 2 dólares. Pero siempre mantuvo la fe en la tecnología que lo cambiaría todo.

Trabajó fines de semana sin descanso para programar un sitio web que permitiera adquirir criptomonedas fácilmente en un momento en el que había pocas formas de hacerse de este activo.

Despegue de Coinbase

Al incursionar en el ecosistema cripto, Amstrong conoció a Fred Ehrsam, con quien cofundó Coinbase en junio de 2012. El dúo imaginó la plataforma como un mercado de Bitcoin en base a "un sistema financiero global y abierto que impulsara la innovación y la libertad".

Ese mismo año consiguió una inversión de u$s150.000 de Y Combinator, la aceleradora de startups más importante del mundo, que también inyectó capital en las etapas iniciales de Dropbox, Airbnb y Reddit, entre otras.

En 2013 recibió una ronda de u$s5 millones de Union Square Ventures (USV), que volvió a invertir meses más tarde junto a Ribbit Capital y Andreessen Horowitz la friolera de u$s25 millones.

Matías Bari, CEO y cofundador SatoshiTango, afirma a iProUP que "en Estados Unidos se requiere para este tipo de negocio una licencia de Money Service Business (MSB) que ralentiza los procesos. Coinbase la logró rápidamente".

Antes de su salida a la Bolsa, Coinbase estaba valuada en 100.000 millones de dólares

"Recuerdo cuando tenía cuenta en Coinbase hace varios años, cuando podías operar desde cualquier país y no te exigía residir en Estados Unidos. Estaba muy laxo el tema de las licencias y así se posicionaron rápido en el mercado. Golpearon primero y el que golpea primero, golpea dos veces", completa.

En enero de 2015, Coinbase se convirtió en el primer exchange de Bitcoin en recibir inversión directa de una importante institución financiera: la Bolsa de Valores de Nueva York, varios bancos y Draper Fisher Jurvetson desembolsaron u$s75 millones.

Para 2016, Coinbase tenía 4,7 millones de usuarios, que escalaron a 13,3 millones el año siguiente. Ya no ofrecía solo Bitcoins: también stablecoins y Ether, que rápidamente crecía en adopción.

El Departamento de Servicios Financieros de Nueva York le otorgó una BitLicense (licencia de criptomonedas), que le permitió ofrecer servicios en la capital financiera del mundo.

En agosto de 2017, Coinbase se convirtió en el primer sitio cripto del mundo en ser considerado unicornio: su valuación de mercado ascendió a u$s1.600 millones. Ese mismo año también se convirtió en la app más descargada para iPhone en los Estados Unidos.

El poder cripto

La pandemia logró que las criptomonedas ganaran una adopción masiva, no sólo entre ahorristas, sino también de grandes empresas. De hecho, fue socio de Microstrategy para sumar 91.000 bitcoins a su tesoro y de Tesla, que hizo lo propio con u$s1.500 millones.

Así, la empresa de Armstrong registró su mejor año desde su nacimiento: ingresos netos por u$s322 millones en comparación a las pérdidas de u$s30 millones en 2019.

Coinbase gestionó la inversión en Bitcoin de MicroStrategy y Tesla

Con sus más de 43 millones de usuarios, espera salir próximamente a la Bolsa: este año inició su trámite ante la Comisión de Valores (SEC) de EE.UU.

"Esto habla de la madurez que va logrando el ecosistema. Trae más claridad y confianza de parte de los inversores institucionales", señala a iProUP Rodolfo Andragnes, fundador y presidente de ONG Bitcoin Argentina.

"Fue desde sus inicios uno de los exchanges más usados y formales, sobre todo en EE.UU. Es uno de los players con foco en el mercado institucional más potentes del mundo", añade.

Para Bari, la posible salida a Bolsa es un momento de quiebre para el ecosistema y "una noticia espectacular, ya que demuestra que el mundo de las criptomonedas es una industria floreciente".

"Le va a pelear a otros rubros cabeza a cabeza los próximos 20 años de desarrollo tecnológico, en contraposición con la gente que cree que esto es una suerte de timba", agrega.

En su visión, "esto valida que las instituciones empiecen a usar procesos novedosos y entierra toda posibilidad de cuestionamiento al Bitcoin de los grandes poderes. Es un 'todo por ganar'".

"La compañía está saliendo a la Bolsa estadounidense. Es el mercado más grande del mundo y por dónde pasa la magia: cotizan las empresas más importantes, sobre todo las tecnológicas, como Apple, Amazon, Netflix y Uber. Me parece una noticia increíble", agrega.

Fuentes cercanas a la fintech indican que la operación valorará la startup en algo más de u$s8.000 millones.

Pasado, presente y futuro

"Cuando comencé con Coinbase, la mayoría pensaba que blockchain era una locura. Ahora, los gobiernos y la vieja guardia, los blue chips, están invirtiendo ahora en esta tecnología", se enorgullece Armstrong, quien acapara varios galardones:

Pero para el emprendedor, las divisas virtuales no sólo sirven para hacer negocios, sino también para ayudar al mundo. Hace tres años, se sumó a "The Giving Pledge", una campaña destinada a que las personas más adineradas donen parte de su patrimonio a causas filantrópicas.

También fundó el sitio GiveCrypto.org, una iniciativa para que se puedan hacer donaciones públicas o anónimas en monedas digitales para ayudar a quienes viven en la pobreza.

Este miércoles, la empresa fue la "abanderada cripto" en el propio corazón financiero del mundo: Wall Street. Debutó en el Nasdaq con el símbolo COIN y recaudó la friolera de u$s85.600 millones en su primer día de operación.

Lejos quedaron sus días en la Universidad y su paso por Buenos Aires, donde aprendió los estragos de la inflación y descubrió que Bitcoin era una forma de resguardarse. Esa inspiración hoy lo llevó a la cima del mundo.

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