El repunte vivido en los últimos meses por el Bitcoin ya es algo del pasado. La criptomoneda más popular del mundo llegó a su nivel más bajo en las últimas tres semanas: cayó 8,3% este jueves, y se sitúa por pasándose por debajo de los u$s33.000.
De este modo, la critptomoneda perdió casi una cuarta parte de su valor desde que el pasado 8 de enero batiera su récord histórico de u$s42.000 por unidad.
Las pérdidas acumuladas del activo digital más grande se aceleraron en los últimos dos días, tendencia que se explica por la sensación entre los inversores de que llegó a cotas demasiado elevadas y el temor a una regulación más estricta por parte de EE.UU. Aún así, la criptomoneda cotiza a más del doble de los niveles alcanzados a principios de noviembre.
"Bitcoin ya ha logrado la apreciación de precio más rápida de cualquier activo imprescindible", sostienen los estrategas de JPMorgan Chase & Co. John Normand y Federico Manicardi en un informe citado por Bloomberg.
Los analistas explicaron que los precios actuales de la moneda digital se encuentran "tan por encima de los costos de producción que la reversión a la media más baja en los retornos es una preocupación recurrente".
Otros analistas pronosticaron, en tanto, que en estos momentos los precios pueden subir por encima de los u$s50.000 o bajar por debajo de los u$s30.000. La evolución de la cotización del Bitcoin puede ser volátil.
A pesar de ello, Wall Street no perdió el interés por la moneda digital. BlackRock Inc. presentó la documentación para agregar futuros de Bitcoin como una inversión elegible en dos fondos, la primera vez que el administrador de dinero ofrece a los clientes exposición a las criptomonedas.
Los temores de que la administración del presidente estadounidense Joe Biden pueda intentar regular este tipo de activos también influyeron en la confianza hacia el futuro del Bitcoin.
Durante una audiencia en el Senado, Janet Yellen, la secretaria del Tesoro nombrada por el flamante presidente de EE.UU., expresó su preocupación por que las criptomonedas puedan usarse para financiar actividades ilegales.
"Creo que muchas se utilizan, al menos en el sentido de las transacciones, principalmente para el financiamiento ilícito, y creo que realmente necesitamos examinar las formas en que podemos reducir su uso y asegurarnos de que el lavado de dinero no ocurra a través de estos canales", destacó la expresidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos.