El unicornio colombiano Rappi levantó más de 300 millones de dólares en su más reciente ronda de inversión, que incluye fondos y cuentas asesoradas por T. Rowe Price Associates, Inc, además de otros inversionistas nuevos y actuales.

Forbes había reportado que la empresa había concretado 155.89 millones de dólares, en una ronda de 350 millones de dólares, luego de que sus fundadores Simón Borrero, Sebastián Mejía y Felipe Villamarín informaran sobre esa parte de la transacción el pasado viernes a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

Los riders con el característico color naranja dan vueltas por toda la ciudad

Rappi informó que esto trajo consigo tanto costos como oportunidades, tales como iniciativas que apoyan a los restaurantes y socios comerciales, entregando comidas a los trabajadores de la salud, permitiendo a los usuarios donar a organizaciones benéficas locales, y proporcionando suministros esenciales para nuestro ecosistema. 

"Nos hemos centrado en asegurar que nuestras operaciones sean capaces de satisfacer este nuevo aumento de la demanda, y, lo más importante, garantizar un mayor nivel de seguridad", indicó.

La compañía expresó que, aunque los desafíos han sido grandes, se sienten "orgullosos" de haber podido servir como un servicio esencial y contribuir a las comunidades sirviendo como un salvavidas de ventas para los socios de restaurantes, creando un canal digital para las pequeñas empresas, proporcionando un medio para que las personas obtengan ingresos, y permitiendo a los clientes comprar con seguridad en su tienda favorita y en las tiendas locales.

Otros inversores

Los inversores existentes en la tecnológica colombiana incluyen a SoftBank, DST Global, Delivery Hero, Sequoia Capital, Andressen Horowitz, YCombinator, entre otros. En total, desde sus inicios, han obtenido cerca de u$s 1.400 millones en capital de riesgo para su operación.

Rappi se convirtió en esencial durante la pandemia

La compañía, valorada en unos 3,500 millones de dólares, tiene presencia en 9 países y en 205 ciudades; en tres de ellos (Colombia, Brasil y México) tiene repartidos a sus ejecutivos globales de las diferentes áreas. No obstante, desde sus orígenes, la compañía está domiciliada en Delaware (Estados Unidos).

Rappi está trabajando para convertirse en una "superapp" que congrega en su plataforma una variedad de servicios desde domicilios de restaurantes o supermercados, hasta videojuegos, entretenimiento y servicios financieros. Recientemente, sus fundadores Simón Borrero, Sebastián Mejía y Felipe Villamarín, protagonizaron la historia de portada de Forbes México, en la que contaron cómo se aceleró la adopción de la plataforma durante las cuarentenas y sus intenciones a salir a la bolsa en los próximos años.

"La idea es que el IPO sea para nosotros como una ronda adicional a las que ya hemos tenido. Nuestro plan es seguir construyendo valor; pero sí, Dios quiera que pronto podamos hacerlo", señaló Borrero. "Todavía no existen planes al 100%, pero es una acción natural por la que tendríamos que pasar. Lo tendríamos que hacer donde están presentes las mejores empresas de tecnología del mundo", indicó Mejía.

Por su parte, Marcelo Claure COO de SoftBank, mayor inversionista de Rappi, señaló: "Creemos firmemente en las tendencias seculares que impulsan el negocio de Rappi: la digitalización de la vida cotidiana, desde los alimentos hasta los supermercados y los servicios financieros. También creemos firmemente en el modelo comercial de Rappi, [que consiste en] agrupar múltiples ofertas dentro del mismo producto y convertirse realmente en parte de la vida de sus clientes", informó America-retail.

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