Conocido como 'el oráculo de Omaha' , Warren Buffett no comenzó su carrera con una startup en su garaje, ni tampoco existía el título de "unicornio". Su verdadero potencial emprendedor estuvo en su visión y su casi intuitiva capacidad para analizar empresas, identificar las de verdadero valor a futuro y saber dónde apostar su dinero en el mercado de las acciones.

"Comprar y aguantar" se convirtió en uno de sus mantras a la hora de invertir. Esto lo aprendió a los 11 años cuando compró sus primeras acciones. Por ese entonces adquirió un par de títulos de Cities Services a u$s38 cada uno y los vendió al poco tiempo apenas subió su cotización. Pero antes de eso, a sabiendas que para ser millonario primero tenía que ahorrar dinero, comenzó desde a bajo: repartiendo diarios, y de vez en cuando también ayudaba en el mercado que manejaba su abuelo.

La carrera de Warren Buffett sigue a pesar de haber alcanzado la envidiable edad de 90 años

Su periplo de vida lo fue llevando hasta que se inscribió en la Universidad de Nebraska, en la que se graduó como bachiller en Administración de Negocios. Tras culminar esta etapa tenía decidido volver a Omaha, pero algo cambió su panorama. El libro The intelligent investor lo había fascinado e incluso moldeó su visión a la hora de invertir.

Trabajó en el estudio de corretaje de la familia, Buffett-Falk & Co, como analista a su firma Graham Newman Corp., hasta que en 1962 fue comprando, poco a poco, acciones muy baratas, a tan solo u$s8 cada una, de una pequeña fábrica textil llamada Berkshire Hathaway, de la cual al año siguiente se transformaría en el principal accionista, y que luego utilizara como una plataforma para invertir al mismo tiempo que potenciaba y sumaba sectores de su interés. Hasta que la parte textil directamente dejó de existir. Consumo, retail, banca y aerolíneas son algunos de los rubros de mayor estima para el "oráculo". 

Este 30 de agosto Buffett cumple 90 años. Aunque sabe que el final está cerca, aún no tiene pensado dejar su doble cargo de chairman y CEO de la sociedad. Sin embargo, en el último tiempo, ya comenzó a tejer su estrategia para el futuro. 

El 99% de su patrimonio está conformado por acciones de su holding y prometió que donará la mayor parte de su riqueza. Asegura que lograr que la totalidad de los títulos que tiene en su poder vuelvan al mercado puede tomar hasta 15 años.

Saludo inesperado

Un hombre de su posición, tan conocido, amado, y por otros odiado, no debe de haber dejado de recibir saludos y regalos de todas partes del planeta. Pero seguro hubo uno que lo emocionó más que otros, porque fue de un gran amigo, con el que hace la mayor parte de su labor filantrópica.

Es así que con un simpático y muy bien producido video, Bill Gates prepara y cocina una torta de cumpleaños. Simple, directo, y efectivo, como ha sido también toda su carrera.

 

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