Un domingo normal, los clientes de la quesería de Julien Cornu iban a comprar el queso camembert y de cabra para la semana, y cerca de la mitad de ellos buscaban en sus bolsillos los billetes y las monedas.

No obstante, en la era del coronavirus, el dinero en efectivo ya no está de moda en La Fromagerie, puesto que las exigencias del distanciamiento social y la preocupación por la higiene inducen a casi todos los que pasan por su puerta a pagar con plástico.

Cambios en las costumbres

Pese a que todavía se acepta dinero en efectivo, incluso los compradores de mayor edad —su clientela más reacia cuando se trata de adoptar hábitos relacionados con la tecnología digital— están cambiando su método de pago de manera voluntaria.

No solo con un teléfono se puede pagar

De todas maneras, como los consumidores urbanos pagaban cada vez más con aplicaciones y tarjetas incluso las compras más pequeñas, el dinero en efectivo ya estaba siendo superado en muchos países. Pero el coronavirus está acelerando el cambio hacia un futuro sin dinero en efectivo, haciendo que los comerciantes realicen nuevos cálculos y enriqueciendo la industria de los pagos digitales.

El temor ante la transmisión de la enfermedad ha hecho que los consumidores reconsideren la forma en que compran y pagan. Los comercios y los restaurantes prefieren las transacciones digitales al efectivo para reducir la exposición de sus empleados al virus. El banco central de China esterilizaba los billetes en las regiones afectadas por el virus y desde India hasta Suiza, pasando por Kenia, los gobiernos y las Naciones Unidas están promoviendo los pagos sin el uso de dinero en efectivo por razones de salud pública.

¿Adiós al dinero físico?

Desde luego, el dinero en efectivo no está muerto. Antes de la pandemia, se usaban billetes y monedas para el 80 por ciento de las transacciones en Europa, y existen pocas señales de que la pandemia esté a punto de eliminarlo. Sin embargo, para un número cada vez mayor de personas sensibilizadas por las cuarentenas del COVID-19, el dinero en efectivo es una costumbre que está desapareciendo.

Como funcionan los pagos sin contacto de VISA

"Estamos viviendo un experimento social impresionante a nivel global que está obligando a los gobiernos, a las empresas y a los consumidores a reconsiderar sus modelos de operación y las normas de interacción social", señaló Morten Jorgensen, director de RBR, una empresa consultora especializada en tecnología bancaria, tarjetas y pagos con sede en Londres. "Tenemos un mundo en el que existe menos contacto", afirmó. "Los hábitos de la gente están cambiando".

Esas dinámicas están generando una oportunidad de oro para las empresas de tarjetas de crédito, bancos y plataformas digitales, las cuales están capitalizando la crisis para alentar a los consumidores y a los comerciantes a usar tarjetas y aplicaciones para celulares que producen lucrativas comisiones. 

Según la Asociación de Minoristas Británicos, tan sólo en el Reino Unido los comerciantes pagaron 1300 millones de libras esterlinas (unos 1700 millones de dólares) en comisiones a terceros en 2018, 70 millones de libras esterlinas más que el año anterior, informó Yahoo Finanzas. 

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