Las VPN permiten asegurar la privacidad y el anonimato cuando se navega por La Red. La imposibilidad de rastrearlas habilita el acceso a más contenidos y superar bloqueos geográficos. Han estado vinculadas siempre al ámbito empresarial y de los negocios, pero el avance tecnológico y precios mucho más ajustados han permitido que su uso se haya generalizado.
La variedad de opciones que supone disponer de una VPN y las ventajas que ofrece para navegar sin ser identificado, han llevado a que muchas personas se hayan decidido por ellas. Sin embargo, aún quedan muchas que todavía no conocen en profundidad las posibilidades que ofrecen las VPN.
Una VPN es una red privada virtual que se sitúa entre el proveedor de Internet y el usuario, creando un túnel cifrado por el que circulan los datos de la persona, las webs que visita, los servicios que contrata o las acciones que realiza en La Red. De esta forma, ni el proveedor, ni nadie que desee hacerlo, ni siquiera el Gobierno, puede saber qué es lo que el usuario está haciendo en Internet.
Internet se ha convertido en un espacio restringido y vigilado, con una continua caza de datos personales. Con una VPN deja de serlo porque todas las operaciones y visitas se realizan desde el anonimato. La IP que identifica al usuario, su dirección digital, queda oculta y se salvaguarda así el uso y venta de datos personales de la persona que la utiliza.
En primer lugar, para recuperar la privacidad, pero una VPN ofrece mucho más. Los suscriptores de los servicios de las grandes plataformas de streaming como Netflix, HBO o Disney seguro que son conscientes de que en algunos países solo pueden ver una pequeña parte de todo el contenido al que sí puede acceder, por ejemplo, un usuario de Estados Unidos.
Esa situación se puede solucionar con una VPN porque permite conectarse a servidores estadounidenses y, de esta forma, acceder a todos los contenidos que se ofrecen allí ya que el proveedor interpretará que se está en este país.
También se puede disfrutar de las principales transmisiones de los eventos deportivos más importantes, sin importar el país en el que esté el usuario, o del contenido de Youtube censurado en algunos países o con restricciones geográficas, por poner sólo algunos ejemplos.
A las ya mencionadas de acceso a contenidos online y transmisiones deportivas, privacidad para navegar por Internet y desbloqueo de webs, se suman otras importantes como la tranquilidad de poder usar una wifi pública sin miedo a que alguien pueda acceder a los datos o archivos o descargar torrents con seguridad, ancho de banda ilimitado y sin que nadie pueda ver la IP, informó el sitio 20minutos.