Como ya sucediera el año pasado, FaceApp ha vuelto a popularizarse este verano. Muchos usuarios están llenando las redes de fotos con sus caras y con un filtro de cambio de género añadido. En 2019 fue el filtro que te envejecía, en 2020 es el filtro que te cambia de género. Y en medio: todo un año en el que la tecnología de reconocimiento facial se ha convertido en toda una polémica que ha provocado que compañías como IBM, Amazon y Microsoft hayan anunciado moratorias o prohibiciones para que las fuerzas de la ley la utilicen.

¿Qué es FaceApp? 

Cuando se habla de FaceApp se está hablando, en síntesis, de una plataforma a la que la gente le entrega fotos de su cara sin hacer muchas preguntas a cambio. Se viralizó en el verano de 2019 y levantó una polvareda, tal que incluso el magnate ruso y CEO que está detrás de la app se vio obligado a prometer mejoras en el ámbito de la privacidad en declaraciones a Forbes.

Ahora es posible eliminar tus fotos de la plataforma cuando quieras, aunque el año pasado la propia compañía defendía que las imágenes que subían los usuarios se almacenaban solo 48 horas. La plataforma también salió al paso de las acusaciones de que los datos se almacenaban en servidores rusos: FaceApp explicó que no, que se alojaban en las nubes de Amazon y Google.

El problema no está solo en qué es o quién está detrás de FaceApp: aparentemente, la plataforma es legítima y no tiene ningún fin fraudulento, explica Fabio Assolini, analista de ciberseguridad senior de la firma rusa Kaspersky.

Los políticos argentinos no podían no pasar por el FaceApp

Pero Assolini abunda en los riesgos de que entregar fotos de tu cara sin pensárselo dos veces esté alimentando los algoritmos que permiten a las tecnologías de reconocimiento facial trabajar mejor. Al margen de que no es el caso de FaceApp, este tipo de aplicaciones entrañan riesgos varios porque sus responsables podrían vender las imágenes a terceros. "Además, hay que tener en cuenta que estos datos se almacenan en servidores de terceros, y que además pueden ser robados por ciberdelincuentes y empleados para suplantar identidades", afirmó Assolini.

La biometría está cada vez más presente en la ciberseguridad. El mundo se encamina a pagos contactless, mediante la voz o mediante el móvil. Pero los ciberdelincuentes son capaces de suplantar tu identidad mediante tu rostro, mediante tu voz o incluso robándote la huella dactilar. Además de que partes de tu cuerpo acabarán siendo tu contraseña, hay que tener muy claro que en internet nada se puede eliminar definitivamente. 

Las polémicas del reconocimiento facial

Por si esto fuera poco, la tecnología de reconocimiento facial está muy avanzada. La semana pasada se popularizó en la red una plataforma originaria de Polonia llamada PimEyes. Con ella, los usuarios pueden subir una foto de su cara. Un buscador arroja en cuestión de milisegundos todas las fotos que ha encontrado en páginas públicas en las que aparece tu rostro.

Los peligros del reconocimiento facial

Los resultados son sorprendentemente eficaces, pero PimEyes es una plataforma gratuita y rudimentaria. Fuerzas y cuerpos de policía de todo el mundo confían en la tecnología de una controvertida startup llamada Clearview AI que brinda resultados espeluznantes. 

Que tu cara circule por internet no es un juego, ya que puede exponer tu seguridad informática en un futuro. Por esta razón, el analista senior de ciberseguridad de Kaspersky recomienda a los usuarios asegurarse de que la app que van a emplear "es de confianza y ha sido descargada de páginas oficiales", comprobar "los términos de privacidad", evita hacer demasiado uso del reconocimiento facial y comprobar "los permisos solicitados" por parte de estas aplicaciones para evitar disgustos, según una nota de Business Insider-

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