La llegada de la 'nueva normalidad' en la pandemia de Covid-19 ha hecho que muchas empresas hayan tenido que apostar por la digitalización para tratar con los consumidores, y uno de los métodos que está emergiendo es el de los códigos QR, una alternativa que no implica ningún contacto.
Los códigos QR permiten a las empresas conectarse con los consumidores en tiempo real, de manera instantánea y con cero contacto, ya que emplean códigos que se escanean a través del teléfono móvil para obtener la información.
De esta manera, estas soluciones constituyen un nuevo enfoque tecnológico de atención al público para hacer frente a las medidas higiénicas exigidas contra el coronavirus, aunque también pueden usarse con otros fines como el registro de empleados de una empresa, control de vacaciones, bajas y horarios.
A nivel mundial, el servicio más solicitado actualmente por muchos emprendimientos es el menú digital, que utilizan establecimientos como restaurantes para permitir a sus clientes visualizar la oferta gastronómica del lugar sin necesidad de menús físicos. En Argentina, los locales gastronómicos que ya están comenzando a reabrir sus puertas en algunas provincias están aprovechando esta solución.
Incluso, el protocolo desarrollado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) recomienda hacer uso de esa solución. En ese sentido, recomiendan "reemplazar el menú tradicional por elementos descartables, letreros visibles en las paredes u otras opciones que no generen riesgo de contaminación por el contacto manual frecuente, como el uso de códigos QR para que los clientes puedan descargar el menú en sus dispositivos móviles".
Fruto de la pandemia, la FEHGRA tambipen emitió recomendaciones respecto de la densidad máxima en locales: cuatro personas por cada 10 metros cuadrados. La disposición de las mesas debería ser de tal forma que las distancias entre el respaldo de silla a silla, de una mesa a otra sea superior a un metro.
Por otro lado, habrá que manejarse preferentemente con reservas, asegurando intervalos de tiempo entre una y otra persona para evitar la aglomeración en espera. Marcar vías diferentes o separadas para el ingreso y egreso del local, así como para los baños, eliminar los lugares de uso común como los salad bar, y los sectores de juegos para niños.